La última imagen después de morir; la fotografía victoriana postmortem

20/02/2015 - 12:00 am
Las fotografías mortuorias parecen mórbidas, pero eran bastante usuales a finales del siglo XIX. Foto: Flickr, netzanette
Las fotografías mortuorias parecen mórbidas, pero eran bastante usuales a finales del siglo XIX. Foto: Flickr, netzanette

Ciudad de México, 20 de febrero (SinEmbargo).- Conservar algo en la memoria ha sido uno de los fines primordiales de los retratos. En un principio se trataba de meros trazos y posteriormente se perfeccionaron con la aparición de la pintura y la escultura. No obstante, el desarrollo de la fotografía le dio un nuevo giro a estas representaciones y puso al alcance de todos imágenes que por sí solas estaban condenadas a quedar en el olvido.

Sin embargo, con la aparición de la fotografía, también nació la inquietud por tomar registro de todo lo que ocurría en el mundo, incluso aquello que, por su propia naturaleza, no se tratara del tema más agradable para todos.

A mediados del siglo XIX la fotografía mortuoria fue una forma popular para honrar y recordar a los muertos. La mayoría de las fotografías eran tomadas pocas horas después de ocurrido el deceso e increíblemente daban la impresión de tratarse de retratos de personas vivas, sobre todo si la persona fallecida era colocada en una posición de pie. Al mismo tiempo, las fotos postmortem de niños eran particularmente comunes, sobre todo a que la tasa de mortalidad de infantes era particularmente alta durante la época victoriana.

Tomando como antecedente el llamado memento mori, frase derivada del latín que significa “recuerda que eres mortal”, las raíces de la fotografía mortuoria datan del periodo del Renacimiento, donde la técnica utilizada para los retratos postmortem era la pintura.

En el caso de las fotografías de este estilo, la práctica consistía en vestir al difunto con sus ropas personales y hacerle un último retrato grupal (ya fuera con sus compañeros, familiares o amigos) o individual.

Entonces, el hecho de fotografiar a un ser querido luego de que falleciera no era considerado un acto morboso, en parte debido a la influencia del Romanticismo. Por otra parte, además de la presencia ideológica del romanticismo se encontraba el aspecto novedoso de la fotografía y el deseo de capturar todos los aspectos de la vida del hombre mediante esta nueva tecnología.

Se utiliza como expresión “época victoriana” para referirse al extenso reinado de Victoria I de Inglaterra, de 1837 a 1901. Sin embargo, al referirse a las manifestaciones culturales insertadas en este periodo las fechas suelen variar un poco. A pesar de todo, es un hecho que el mayor auge de la fotografía mortuoria tuvo su mayor auge durante las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX, a pesar de que el mandato de la monarca ya hubiera concluido para entonces.

Estas imágenes que aparecen a continuación son un claro ejemplo de la fascinación que siempre ha causado la muerte y que nuestros antepasados tuvieron a bien retratar.

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