Tras la celebración del centenario de la bendición de la iglesia de la Santa Cruz de Alcornocal, se hubieron que realizar unas reformas dentro del templo.
El techo de la sacristía, que era de placas de escayola colocadas en la década de los 70, estaba resquebrajado y anunciaba desprenderse en cualquier momento.
Así pues, la última semana del mes de julio comenzó el proceso de retirar la escayola, los maderos podridos donde se sujetaban y la uralita del tejado que estaba bastante agrietada.
Se han sustituido la puerta de entrada a la sacristía y otra de un armario empotrado, picadas de carcoma; se colocaron unas placas de mármol en las bases de las hornacinas que acogen a San José y al Santísimo Cristo amarrado a la Columna; se sustituyó también el techo del cancel de cartón piedra por rasillas y, por el interior, se remató con bordes de escayola; y, por último, se pintó todo el interior de la iglesia, renovando tonalidades después de 17 años.
Antes, para la celebración de la Virgen del Carmen y del centenario, se acondicionó la fachada y la puerta de entrada al templo que necesitó varias capas de un buen barniz.
Ahora, la iglesia de Alcornocal presenta otro aspecto interior, donde destaca el colorido del frontal del presbiterio y el nuevo ambón en forma de águila, donado por Antonia Alonso, hija de Almudena Fernández Navas, quien fue bautizada el mismo día de la bendición de la iglesia, o sea, el 20 de julio de 1914.
También se ha restaurado la antigua Cruz de Guía, que estaba partida y arrinconada en el trastero de la iglesia.
También se ha restaurado la antigua Cruz de Guía, que estaba partida y arrinconada en el trastero de la iglesia.
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Estos cambios han sido posibles gracias a la ayuda del Obispado y a la generosidad de algunas personas que han colaborado con donativos y, cómo no, a aquéllos que -desinteresadamente- han empleado su tiempo y laboriosidad, primero en retirar mobiliario, imágenes... para despejar la zona a reformar, y después en limpiar y ordenarlo todo.
Durante el tiempo que duraron los trabajos (cuatro semanas), la Santa Misa fue celebrada en el colegio, acondicionado para ello.
