Ivan Sergéyevich Turgénev

Ivan Sergéyevich Turgénev


Ivan Sergéyevich Turgénev fue un novelista y dramaturgo ruso que nació en Orel, Rusia, el 9 de noviembre de 1818, y que falleció en Bougivil, cerca de París, el 3 de septiembre de 1883.

En 1852 logró consolidarse como escritor al publicar «Diario de un cazador», basada en sus observaciones mientras cazaba pájaros o liebres en la región natal de su madre, Spásskoye, la obra apareció en forma de colección en 1852, con una critica al sistema de servidumbre de la época y otras costumbres rusas, al igual que gran parte de la ideología de la época.

De la fama que alcanzó el libro en esa época, es reflejo la versión de que el futuro zar Alejandro II estuvo muy influenciados por el mismo para su decisión de emancipar a los siervos. De su peso social, sirva la referencia hecha a posterioridad de que su influencia fue la equivalente a la de La cabaña del tío Tom en los Estados Unidos.

En 1862 publicó «Padres e hijos», considerada su mejor novela es también una de las obras literarias más importantes de su siglo, de gran belleza estilística y con un carácter psicologista, en la cual muestra el abismo existente entre dos generaciones. Su personaje principal, Bazárov, se convierte en el arquetipo de los personajes de ficción de la novela rusa de la época.

La crítica de aquel momento no tomó a la novela en serio, y desilusionado Turguénev comienza a producir menos. Su siguiente obra, Humo, se publica en 1867 y -de nuevo- la recepción en su propio país es poco entusiasta. Durante esta época escribe también cuentos cortos como «Aguas primaverales», «Primer amor» y «Ásya/Anuchka», que posteriormente se reúnen en tres volúmenes. La primera de ellas está encabezada por un viejo proverbio ruso que habla de la fugacidad de la vida, otro de los temas constantes del autor:

Sus últimas obras fueron Poesía y prosa y Clara Mílich, publicados en el European Messenger.

Procedente de una familia terrateniente rica, su padre Serguéi Nikoláyevich Turguénev, coronel de la caballería imperial, murió cuando Iván tenía dieciséis años, dejándolo junto con su hermano Nikolái al cuidado de su abusiva madre, Varvara Petrovna Lutovínova.

Luego de completar la escuela elemental, Turguénev estudió durante un año en la Universidad de Moscú y luego en la Universidad de San Petersburgo, especializándose en los clásicos, literatura rusa y filología.

En 1838 lo envían a la Universidad de Berlín a estudiar filosofía, particularmente Hegel, e historia. Turguénev se impresionó con la sociedad centro-europea de Alemania, y volvió occidentalizado, pensando que Rusia podía progresar imitando a Europa, en oposición a la tendencia eslavófila de la época en su país. Igual que muchos de sus contemporáneos con buen nivel de educación, se opuso especialmente al sistema de servidumbre.

Una familia vasalla le leyó los versos de Rossiáda de Mijaíl Jeráskov, celebrado poeta del siglo XVIII. Los primeros intentos literarios de Turguénev, incluyendo poemas y esbozos, mostraron su genio y recibieron comentarios favorables de Belinski, por entonces el principal crítico literario ruso.

Su tendencia “europeísta” le atrajo numerosas disputas con otros célebres escritores proeslavistas como Leon Tolstoi y Fiodor Dostoyevsky, quien se inspiró en su persona para crear el personaje de Karamazinov en su obra Los demonios.

Su complicada amistad con Tolstói alcanzó tal animosidad que en 1861 éste lo retó a duelo; si bien luego se disculpó, estuvieron sin hablarse 17 años. Dostoyevski a su vez parodió a Turguénev en su novela Los demonios (1872), a través del personaje del novelista Karamázinov. En 1880, el famoso discurso de Dostoyevski en la inauguración del monumento a Pushkin versó sobre su reconciliación con Turguénev.

En el final de su vida, Turguénev residió poco en Rusia, prefiriendo Baden-Baden o París, desde que conoció en el teatro Mariinski de San Petersburgo a la cantante española Paulina García de Viardot o Pauline García-Viardot, por quien abandonaría Rusia para establecerse en París, Francia, desde 1871, con quien estuvo viviendo en pareja hasta su muerte.

Turgénev sufrió la persecución de la censura en varias ocasiones, llegando a huir de su país como tantos otros intelectuales, agobiado por la presión del reinado del zar Nicolás II.

Ocasionalmente visitó Inglaterra, y en 1879 la Universidad de Oxford le otorgó un título honorífico. Murió en Bougival, cerca de París, debido a un cáncer de médula. En su lecho de muerte exclamó, refiriéndose a Tolstói; «Amigo, vuelve a la literatura». Con tal inspiración, Tolstói escribió obras como La muerte de Iván Ilich y La Sonata Kreutzer. Por expreso deseo de Turguénev su cuerpo fue trasladado a San Petersburgo siendo enterrado en el cementerio Vólkovskoie.

En 1883 se pesó el cerebro de Turguénev, verificándose la inusual medida de 2021 gramos.

Los comentarios están cerrados.