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jueves, 4 de junio de 2015

COMO AGUA DE MAYO

Es un título que puede llevar a confusión cuando estando a principios de Junio parezca que llevamos ya un mes en verano, pero es que el agua de mayo han sido los nuevos entusiastas de la agricultura urbana que se han sumado al huerto. (No sé si me he explicado, pero algún título hay que poner).

El sol ha hecho estragos en el huerto nuevo y no ha dejado de dar calor ni por un momento a las plantas. Por eso nuestros hábiles huertanos han realizado medidas para la mejora del día a día plantil. En todos los bancales alineados se ha instalado riego por goteo y se ha puesto paja por encima de la tierra solo dejando que las hortalizas sobresalgan. ¿paja encima del bancal? Si si, mirad que bonitos quedan.

Pero además de la función estética, el principal beneficio de esta práctica, llamada acolchado o mulching, es que reducimos la evaporación del agua del suelo, por lo tanto este se mantiene más húmedo y hay que regar menos. También tapando el suelo con paja evitamos la salida de “malas hierbas”. ¿y qué pasa después de verano? Con el paso del tiempo la paja se irá descomponiendo e irá aportando nutrientes al suelo.


La instalación de riego por goteo ha sido todo un éxito y las plantas ya empiezan a notar la diferencia, creciendo mucho más fuertes, por contra los huertanos que ahora ya no tendrán que cargar pesadas regaderas verán mermado su bíceps. Para la parte final de la instalación contamos con la inestimable colaboración de un grupo de adolescentes de Ecologistas en Acción que con su alegría, juventud y ganas de participar montaron un par de parrillas de riego. Miren que arte para llevar las parrillas!




También ayudaron a construir las estructuras de cañas que servirán para entutorar tomates más adelante y es que este año estamos más previsores que nunca, hasta hemos montado unas redes para facilitarles el ascenso a las judías.




Por terminar con el tema del agua, no podemos olvidar nuestra acción enfrente del Ayuntamiento de Madrid donde reivindicábamos una solución al riego de los huertos urbanos. Y es que actualmente somos los huertos urbanos los que pagaremos el agua que utilicemos, aún a pesar de formar parte de las zonas verdes del municipio, al no cumplirse la condición que se pidió durante el proceso de regularización de que el consistorio pagará el riego eficiente de los huertos, es decir, 1m3 de agua por m2 cultivado. Aún no sabemos cómo lo vamos a pagar pero está claro que tendremos que utilizar de todo nuestro ingenio y mucho esfuerzo. Mientras tanto seguiremos hablando con el Ayuntamiento para buscar una solución. Aquí tenéis las imágenes de nuestra acción. Y como se ve, pensareis que menudo éxito tenemos, nos ponemos con unas regaderas y cortamos el tráfico en un momento, que podría haber sido, pero en este caso fue gracias a una manifestación de afectados por Afinsa que había y que utilizamos como apoyo logístico para poder tomar las instantáneas.



El nuevo huerto va tomando forma y además de que las plantas de verano ya empiezan a dar sus frutos, las plantas de calabaza están hermosas y tenemos una nueva zona algodonera, y vamos a requerir de la ayuda de las Tricotantes para hacer un taller de hilado. Hemos construido los primeros bancos en la zona de abajo, desde ellos se puede uno sentar a reflexionar  sobre la zona postapocalíptica que se extiende enfrente, pero seguro que en un futuro estarán rodeados de frondosos frutales. Para ello estamos abriendo minas a cielo abierto sobre el suelo y rellenándolas con tierra fértil y compost para que los frutales tengan un buen sustrato donde crecer.


El arte en el barrio es algo que se palpa, principalmente gracias a los compañeros de Acción Poética Retiro que siguen embelleciendo nuestro muro. Después del mural colaborativo del día de la inauguración han pintado el nombre del huerto y ahora andan liados con una frase de esas que tanto les gustan, hermosas a la par que reflexivas.






Aunque pueda parecer no nos hemos olvidado de nuestro querido huerto primitivo, allí seguimos realizando tareas de mantenimiento, riego y plantación. El huerto nos agradece estos cuidados aportándonos jugosos manjares que hemos degustado en el último mes. Uno de estos manjares es conocido por todos, las fresas, sin embargo el segundo es un gran desconocido para el gran público, los tirabeques. ¿tira quéeee? Tirabeques, una especie de guisante-judía. Es una planta que trepa como las judías y con unas flores moradas muy bonitas que luego da unas vainas con pequeños abultamientos, esto es lo que se come y es delicioso.












Para terminar quiero rescatar una imagen del archivo. Aquí en centro agroecológico de Adelfas cultivamos muchas plantas pero lo que nunca nos olvidamos de cultivar son buenos momentos, risas y amistad. Aquí tenemos una buena muestra de cómo lo hacemos, un transporte de plantas se convierte en la versión hortelana del cruce de Abbey Road. Por este auténtico momentazo les otorgamos a Manu y a Kois el título de huertan@ del día, fijaos en la naturalidad de los pasos de nuestros actores adelfianos, con esa punta del pie estirada como si fueran bailarines de ballet clásico.




viernes, 24 de abril de 2015

ENRAIZANDO EN EL BARRIO

El pasado domingo celebramos el ya aclamado 5x5=35, y lo hicimos inaugurando el huerto y animando al vecindario a formar parte del proyecto hortícola que recién empieza en el ala este de Cerro de la Plata (en el ala oeste ya tenemos experiencia).


El día empezó cargado de una típica incertidumbre primaveral: el tiempo meteorológico y  unos posibles chubascos débiles. Por fortuna, cuando cada uno de nosotros descorrió las cortinas y observó un sol radiante, no dudó en bajar al huerto, y así fue como  con el paso de los minutos se iba produciendo un goteo incesante de gente. 


Visto desde fuera el movimiento era continuo y un tanto caótico, pero cuando se lograba dar el paso e introducirse en la actividad de la huerta, todo cobraba un orden relativo. Podríamos dividir ese orden en:

Constructores de bancales: se caracterizaban por ser un grupo diverso, desde personas rudas con grandes mazos y martillos que golpeaban sin descanso, a otras que, lápiz, nivel y metro en mano, comprobaban con meticulosidad la estructura.









Pintores con buena letra: esencialmente eran los jóvenes fichajes de este nuevo espacio los encargados de demostrar que los cuadernillos Rubio son eficaces. Ninguna hortaliza fue olvidada y todas posarán con su flamante cartel en un futuro no muy lejano.












Serradores coordinados: los principales proveedores de los constructores de bancales. Su actividad requería de un trabajo en equipo basado en la “solidaridad del dolor de bíceps”. Cuando uno estaba dolorido, se producía un cambio, por lo que el serrador se convertía en sujetador y viceversa, una tradición ancestral en Adelfas.




Miradores profesionales: algunos eran forzados, pues no encontraban la manera de integrarse en alguna de las actividades anteriores; otros eran forzudos, pues luchaban por mantener el corrillo de diálogo con el resto de miradores, haciendo oídos sordos a las propuestas de trabajo comunitario.






Cocineros sonrientes: probablemente la agrupación con mayor responsabilidad sobre sus hombros: alimentar a todos los grupos anteriores, quienes según avanzaba la mañana y por consiguiente, el nivel de sus rugidos estomacales, olisqueaban el aire que provenía del viejo huerto intentando identificar el poderoso aroma de la paella. Aún así, este equipo no perdía ni la sonrisa, ni la concentración (no hubo que lamentar la pérdida de ningún dedo).


Y mientras toda esta gente estaba ocupada en sus tareas, a veces, si eras discreto, podías observar a un grupo de personas que parecían tramar algo, se veía en su mirada, esa forma de contemplar aquella triste pared gris no era normal. Así, en un abrir y cerrar de ojos, perfilaron una palabra en aquel muro. Y entonces una sensación invadió al resto de gente que allí se congregaba. Todas y todos sintieron la necesidad de colorear aquel muro y con alegría fueron cada uno a su manera poniendo su rúbrica de color en la pared. 




Era usual ver gente que parecía estar abstraída observando cómo el gris se transformaba en verde, amarillo, naranja, morado, azul… Hasta que alguien, elevando su voz desde el ala oeste, gritó “¡A COMEEEEEER!” y entonces hubo una reacción en cadena de cientos de personas que salieron disparadas. No tardaron en formarse aglomeraciones en torno a la paella (con pollo o vegetariana), que estuvo bien regada con una sabrosa sangría.


Los cientos de personas  (y no es que nos hayamos venido arriba con las estimaciones de asistencia) disfrutaron de la comilona formando corrillos en los que predominaban las caras sonrientes y donde se comentaba la belleza del día, el placer de ver a vecinas y vecinos del barrio y de todo Madrid, trabajar juntos con la ilusión por crear un espacio para todos ellos; un lugar donde el verde de las plantas y el marrón de la tierra son los colores primarios, donde la comunidad se reúne, donde hay espacio para tod@s; un lugar ganado al barro y a los coches; un lugar recuperado por y para el vecindario. 


Mientras comiamos, algunos vecinos fueron entrevistados con una pequeña pregunta: “Dentro de tres años, que ves en este huerto?” Las respuestas abarcaron tanto lo literal como lo metafórico. “Vemos vida, gente, arboles, y tomates” dijeron unos. “Veo un huerto en pleno funcionamiento y un lugar de encuentro y cooperación” dijo otra. Otro simplemente notó “el cambio de coches y metal a verde.”  



Con el estomago lleno y entretenidos por agradables conversaciones, costó retomar las tareas. Hubo quien se escaqueó de recoger, o quien con motivo de bajar al Seco a dejar unas sillas se quedó a bailar un poco de funky con Elisa. La gran mayoría se dispuso a terminar el mural al que, poco a poco y con paciencia tod@s dimos nuestras pinceladas blancas para remarcar RAÍCES.


Era emocionante ver cómo a cada segundo se distinguía con mayor claridad la palabra. El sonido de una radio portátil, una de esas añejas de pilas y con antena, hacía compañía y marcaba el ritmo de los brochazos. No había mucha conversación, pues la belleza del momento nos mantenía absortos mirando a los pintores y observando a nuestro alrededor.




Una vez completadas las RAICES, los que aún quedábamos por allí remoloneando, seguimos conversando. Lo hacíamos cerca de un muro que antes fue gris y frío y que ahora se había vuelto cálido y acogedor. Las palabras surgían una detrás de otra, no por tratar grandes temas o por ser fuente de un nuevo conocimiento, hablábamos porque era la mejor manera de mantenernos en el nuevo huerto comunitario del barrio, intentando evitar salir de ese espacio que tantas alegrías nos había dado a lo largo del día. Una sensación que nos es conocida y familiar, que nos recorre por dentro cuando terminan las fiestas del barrio.

Como acto de clausura de la jornada nos hicimos una foto en la que decíamos NO al TTIP y NO a los transgénicos. Completaba la escena una nueva pared de fondo cuyo lema (RAÍCES) contrapone claramente lo que propone el TTIP y los transgénicos.  Ellos nos ofrecen nuevos horizontes mercantiles para buscar el crecimiento económico a toda costa, sin embargo, aquí preferimos crecer de manera autóctona y desde nuestras raíces, cultivando las relaciones entre las personas y las hortalizas. Como dicen nuestros huertanos escritores: desde el Huerto Urbano Comunitario de Adelfas reivindicamos la huertopía, un lugar en el que los huertos echan raíces en el corazón de las ciudades.


En la zona de huertas de Adelfas seguiremos atareados y recordaremos con gran felicidad este día, a la espera de que el año que viene celebremos un aniversario redondo, el 6x6=36!!  

martes, 7 de abril de 2015

INAUGURAMOS EL HUERTO y MÚLTIPLES ANIVERSARIOS

Por la presente se hace saber que este domingo tenemos celebraciones múltiples en el barrio y más cocretamente (mi subconsciente ya piensa en la comida dominical) en los terrenos hortícolas del inicio de la calle Luis Peidro.


Allí celebraremos con todas las vecinas y vecinos y, gentes llegadas de todos los rincones de la ciudad y de la península: 1) la inauguración del nuevo huerto, 2) el primer lustro del huerto viejo, 3) el primer lustro de los grupos de consumo y 4) los 35 años de la Asociación de vecinos Los Pinos Retiro Sur. Así con tantos aniversarios por celebrar esto se convierte en un 5x5=35. Y no es que no sepamos sumar, es que tenemos como referencia el 1+1 son 7 de los Serrano (y los Adelfianos no íbamos a ser menos). Eso sí con tantos espacios de encuentro vecinal, hortícola y ecológico que van surgiendo en el barrio con el esfuerzo de sus gentes no descartamos que próximos aniversarios se puedan convertir más bien en una prueba de Cifras y Letras.

(primer día en el huerto viejo)

¿y qué se hace en una celebración de tan tremenda envergadura como esta? - Ejercicio, mucho ejercicio. Quien no agradece, después de una semana santa cargada de torrijas, leche frita, buñuelos, huesos de santo y demás dulces,  un poco de cavar, serrar, martillear, regar… Para los más pequeños habrá taller de carteleria hortícola y semillero. Pero no solo hay trabajos forzosos también fomentamos la creatividad y entre tod@s haremos un gran mural con las indicaciones de los compañeros de Acción Poética Retiro.





(Grupo de Consumo en el CS Seco)


Así con la ayuda de tod@s dejaremos el huerto nuevo preparado y engalanado para la temporada de primavera-verano. Como después de tanto esfuerzo empezaremos a sentir la resaca alimenticia de la semana santa tenemos preparada una comida popular rica rica!! Con ensalada recién cosechada en el huerto con distintas variedades de lechugas, rucula, zanahorias… Y por supuesto quien quiera seguir cavando después de la sobremesa es bienvenido, eso si no nos hacemos responsables de las agujetas del día siguiente.

(plantación original de la Asociación vecinal Los Pinos en el parque Martin Luther King en los años 80)

Como dicen que una imagen vale más que mil palabras aquí os dejamos una instantánea que hace referencia a las plantas que degustaremos y a los esfuerzos a los que estaremos esfuerzos. Se lo que estáis pensando, la hortelana en primer plano tuvo lumbalgia durante una semana.

Nuestra sección de HUERTAN@ DEL DÍA, esta vez va para Félix que con su tesón y su minuciosidad ha conseguido dejar los bancales en forma de rectángulo perfecto. Con esos bancales resulta sencillo trabajar en el huerto y las hortalizas crecen sanas y fuertes.