Crucero por el río Chobe al atardecer

Ocho son los días que han servido para hacerme perder el sentido del tiempo (y del espacio). Como pocas veces me había pasado antes, he logrado mimetizarme tanto con el entorno de naturaleza pura que parece que ha pasado un mes desde que salimos de Maún cuando en realidad es más una acumulación de experiencias, de momentos .. !de escenas! que llenan mi botella casi infinita de recuerdos de viaje. ¿Qué te puede deparar el resto de un viaje cuando el listón ha sido tan alto? Es difícil de decir, pero quedaban momentos como un crucero por el río Chobe al atardecer, uno de los atractivos más famosos.

Hemos vuelto a la civilización. Atrás queda la vida salvaje inalterada. Vuelvo a ver ese asfalto que había olvidado, pero todavía lejos del mundo occidental del stress y las prisas.

Despedida de los leones de Savuti

La buena de Ana, de la que poco he hablado en estos relatos, nos repetía una y otra vez estos días que "hay gente que se puede llegar a marchar viendo 1 o 2 leones" según la suerte que tengas. Me resulta complicado de entender cuando según las cuentas de Sele llevamos !!más de 40 leones!! diferentes, especialmente tras todos los que hemos visto en Savuti.

Ana es el corazón de todo lo que hemos vivido estos días. Tras una vida de lucha (que según contaba admito que me emocionó) ha encontrado su sueño y su ilusión en un proyecto diseñado con toda su experiencia en Botswana. Quizás por ello no es un safari más, sino que en toda la magia que hemos tenido, además de 2 excelentes guías y un grupo de personas admirable, entra todos y cada uno de los detalles que Ana le ha puesto.

Un español valora mucho esas cervezas por la tarde, o esa copa de vino junto al fuego, pero también no tener horas muertas aprovechándolas para un safari, o disfrutar de la exclusividad de dormir donde nadie lo ha hecho antes escuchando el rugir de los leones, esos mismos cuyo comportamiento de oportunistas desconocía (y ya están mirando su nuevo festín)

Lo que alguien tendrá que explicarme algún día es como ha conseguido combinar la exclusividad de los grandes lodges de 700 €/noche en el corazón de los parques logrando encima la experiencia de vivir en las tiendas con todo lujo, incluir cervezas, vinos y todas las bebidas y comidas y acabar en el mejor resort de Zambia al lado de las Cataratas Victoria y haciendo números que sea solo un poco más caro (200 € haciendo todos los números de lo incluido y lo que no) que los macrocamiones de Kananga que encima no tienen nada que ver

Mientras reflexiono, la leona que tenemos en frente se ha puesto a emitir una especie de bramidos. Willie nos cuenta que está llamando al león macho para que la oiga allá donde esté. Cada día aprendemos algo nuevo

No podemos permanecer mucho más de safari. Tenemos una mañana de transito hasta Kasane y vamos a alojarnos y disfrutar de una tarde de crucero como bienvenida.

Trayecto desde Savuti al Parque Nacional de Chobe Norte

Hay que reconocer que los "botswanos" tienen su gracia. Son gente que va a otro ritmo, pero el trato que hemos tenido con ellos ha sido muy cordial e incluso tienen su punto de ironía. Así despedimos los últimos elefantes de Savuti que tan buenos momentos nos han dado y pasamos por una vieja y descuidada pista de aterrizaje con un cartel que reza "Terminal 5. Control de Pasaportes del Aeropuerto Internacional de Savute", jajaja

Mochuelos, malas carreteras y mopanes a ambos lados nos acompañan a la puerta de salida del área, que suelen ser también una especie de pequeños museos de huesos de aquellos que han quedado en el camino.

¿Malas carreteras? !!Horribles!! Sigo fascinado como hay quién se atreve a venir por su cuenta por estos caminos donde 50 km se pueden convertir en un infierno. Willie además ha decidido ir por el camino más largo porque la otra carretera está impracticable. ¿Y ésta?

Como es lógico y ya hemos visto otros días, siempre hay algún aventurero que pasa más tiempo desenterrando su coche que viendo animales. Lo he repetido bastantes veces en este relato pero .. !Botswana no es Krugger! Entrar en los corazones de sus parques es la aventura más grande probablemente de África.

Tras un par de horas de polvo y más polvo, algún amago de quedarnos y mucho calor, a lo lejos vemos lo más parecido a un oásis. Es el color del asfalto, de la carretera a Kasane que nos llevará (tras 95 km) de vuelta a la civilización.

No puedo evitar soltar un pequeño suspiro. Se acaba la experiencia más intensa que he tenido con la naturaleza africana. Mmm.. ¿y esa pequeña tienda? Hemos aprovechado para hacer la parada mañanera y, casi sin querer, hemos visto una tienda de recuerdos estratégicamente situada en este cambio de carretera, aunque tampoco es que hagan muchos esfuerzos para vender (regalo por 140 BWP)

El par de horas por la nueva carretera trae ciertas comodidades aunque ir a 80km/h en un 4x4 abierto no es la forma más agradable (es el único tramo de todo el viaje así que no es para quejarse con todo lo que nos ha dado, jaja). Sí, hay jirafas,  algún antílope atrevido y una extraña ave llamada cálao terrestre que no habíamos visto hasta ahora ... pero !no es lo mismo!

Bordeamos el Caprivi, franja que separa Botswana y Namibia, y son alrededor de las 13'00 cuando entramos por el malogrado Kwalape Lodge que no hace tanto que se inauguró, con piscina, tiendas de lujo muy chulas por dentro y un gran buffet, pero que sin embargo da una sensación de abandono a su suerte (nada que ver con el Maun Lodge o nuestra tienda Meru de lujo)

Crucero por el río Chobe al atardecer

Todo aquel que se deje caer por Kasane, vaya o no a realizar un safari en el P.N.Chobe (que haremos nosotros mañana) no puede dejar de hacer uno de sus grandes atractivos, un paseo en barco por el río que lleva su nombre, un crucero por el río Chobe

Las modalidades son variadas y para todos los gustos, desde la gran embarcación en la que te puedes poner de pie pero vas con más gente hasta la que tomamos nosotros, mucho más pequeña y que se acerca más a los animales, con otra perspectiva y mucho más tranquilidad

Creo que en este punto tengo que admitir (y seguramente lo transmite el relato de este día) que mi cabeza ya no estaba en Chobe. Echaba en falta la adrenalina, los avistamientos, el rastreo y los safaris que nos habían acompañado estos días y quizás eso incluso llegaba a nublarme un fantástico escenario lleno de vida de búfalos, hipopótamos y algunos de los cocodrilos del Nilo más grandes que visto

Sin embargo, yo ya había disfrutado de este mismo crucero. Lo había hecho en Murchison Falls y también en el Canal Kazinga, ambos en Uganda y este último tan cercano a los hipopótamos que poco podía sorprenderme hoy como estos días atrás lo había hecho TODO.

El Parque Nacional de Chobe, más allá de este espectáculo de vida, es famoso especialmente por su elefantes. Se trata de una de las concentraciones de estos Big Fives más grandes de todo el mundo.

Realmente es una variedad diferente de elefantes, de colmillos más cortos y frágiles, muy diferentes a los que se consideran más grandes de África que están en el Kalahari. Aún así resultan imponentes, sino que se lo digan a Isi y Patri

La nomenclatura y estatus de Parque Nacional data de 1967, lo cual ha permitido conservarse hasta nuestros días relativamente inalterado a pesar de la decena de cruceros que navegan con nosotros a estas horas

Aquí hipopótamos, elefantes y búfalos no tienen depredadores que les amenacen, es una especie de isla que queda entre la frontera de Botswana y Namibia

Aunque son el animal más temible de África y el que más muertes causa al año entre personas, el hipopótamos es uno de los preferidos de Paula. !Cuánto hubiese disfrutado aquí!

Una tarde más el sol cae sobre Botswana, dejando a lo lejos la bandera de Namibia que algún día conoceremos (y Oscar y Reyes harán tras este mismo viaje porque continúan)

Unas cervezas nos traen la última porra del safari. Patxi e Isi parte con un punto de ventaja para llevarse el premio (unas rondas de cerveza, que iba a ser si no). ¿Quién la pagará? Por la parte baja está reñido entre MCruz, Patri y alguno más. Las apuestas llegan hasta los animales más exóticos y difíciles de ver que puntúan más. !Hay que jugársela! Jaja. Mientras ya descanso en Kasane, hoy sin el rugir de los leones como telón de fondo. ¿Volveré a vivir una experiencia similar alguna vez más en mi vida?

Isaac desde Kasane (Botswana)

GASTOS DEL DÍA: 0 BWP (apróx 0 EUR) [y REGALOS: 140 BWP (apróx 14 EUR)]