BREXIT

La economía británica y la comunitaria no volverán a ser las mismas si Gran Bretaña sale de la Unión

Europa sin Reino Unido... y viceversa: Diez víctimas del 'no' a la UE

ULISES CULEBRO

Los argumentos económicos apuntan a que la salida de la UE pondría en jaque hasta la 'Premier'

Nunca tantos economistas han estado tan de acuerdo. Nueve de cada 10 analistas vaticinan que el Brexit tendría un impacto económico negativo, pero por alguna misteriosa razón los británicos no han conectado con el mensaje y tienden a pensar que se trata de "propaganda" del "Proyecto Miedo" (como se ha rebautizado la campaña por la permanencia).

Y sin embargo los riesgos están ahí. La libra podría devaluarse de un 10% a un 20%. Caería también el precio de las casas, subiría el de los combustibles, se dispararían las tarifas aéreas. Se produciría un agujero fiscal de 47.000 millones, según el secretario del Tesoro George Osborne. Habría que subir los impuestos e imponer más austeridad...

Las universidades se quedarían sin fondos para la investigación. La fuga de cerebros sería tan inevitable como la marcha de los jugadores europeos de la Premier. Las inversiones extranjeras sufrirían un hachazo. Podría haber un éxodo de bancos de la City y las start up buscarían cobijo en el continente. El PIB perdería de 1 a 1,5 puntos en el 2017, según estimaciones del HSBC, y más de medio millón de puestos de trabajo estarían en peligro.

Y a pesar de las predicciones apocalípticas, los votantes no están convencidos y dudan de los grandes números, sobre todo de los "oficiales". Los economistas por el Brexit, capitaneados por David Blake, sostienen que el impacto a corto plazo se vería mitigado por la proyección de la economía británica hacia el Atlántico y hacia Asia...

Pero la mayoría advierte que el batacazo sería de órdago, al menos durante los dos primeros años, y posiblemente durante una década. "Un alto grado de consenso como el que estamos viendo es algo casi insólito en nuestra profesión", asegura el director del Instituto de Estudios Fiscales, Paul Johnson.

Lo único cierto de momento es lo que dicen los libros de Historia: la economía británica era la gran convalenciente de Europa entre 1950 y 1973. La entrada en la Comunidad Económica Europea en 1973 sirvió para dar un volantazo: el mayor crecimiento de la renta per cápita de los países del G7 hasta la fecha. Pero la economía no ha funcionado igual para todos. La gran preocupación colectiva es ahora la inmigración y el referéndum ha reactivado también la vieja consigna de la soberanía: "Retomar el control"... Los británicos no votarán con el bolsillo; lo harán más bien desde el quicio de la puerta.

Si la soberanía en el más amplio de los sentidos es la baza de los favorables a la salida de Reino Unido de la UE, las consecuencias económicas pueden inclinar la balanza hacia la permanencia. Descartado cualquier argumento sentimental, el propio Gobierno británico advierte que la prosperidad actual se vería amenazada.

Agujero fiscal

Si los británicos votan a favor de salir de la UE, el ministro de Economía, George Osborne, recortará el presupuesto del sistema nacional de salud en 2.500 millones de libras, el de Defensa en 1.200 y el de Educación en una cantidad similar. El impuesto sobre la renta subiría un 10%, con un tipo marginal máximo del 43%. El Impuesto de Sucesiones subiría cinco peniques por libra, hasta 45. Y las tasas sobre gasolina y alcohol subiría un 5% para hacer frente a la recesión que conllevaría Brexit.

La advertencia (amenaza para los más críticos) del ministro es clara. El desafío, también: según el Instituto de Estudios Fiscales, la salida de la Unión provocaría un gap, un desfase, de 30.000 millones de libras. Según el estudio, a corto plazo Londres se beneficiaría de un "efecto mecánico", pues se ahorraría hasta 8.000 millones de libras en contribuciones netas a la UE. Pero sus estimaciones "sugieren que el efecto global de un Brexitdañaría las finanzas públicas. El efecto podría ser de entre 20.000 y 40.000 millones de libras en 2019-2020, más que suficiente para eliminar el esperado superávit público".

La tesis del instituto, comprada por el Gobierno, es que la salida supondría uno o dos años más "de austeridad". Para esos 30.000 millones, David Cameron alerta de 15.000 en subidas impositivas y otros tantos en ajustes.

Nadie duda, ni en Bruselas ni en Reino Unido, de que el país sería perfectamente viable económicamente fuera de la UE. Pero tampoco de que el coste a largo plazo sería muy duro y de que el ajuste fiscal se notaría en los bolsillos de todos los ciudadanos, en los niveles de inversión pública y en el aumento de déficit y del nivel de endeudamiento.

El propio Tesoro publicó en abril un informe con sus cálculos. Los datos son demoledores también: "asumiendo que Reino Unido buscaría un acuerdo bilateral, como el de Canadá, nuestro PIB sería un 6,2% más bajo, las familias perderían 4.300 libras (5,400 euros) y las arcas públicas se enfrentarían a un agujero negro de 36.000 millones de libras", advirtieron los técnicos del Ministerio.

Inversiones

En economía se dicen cada día muchas cosas, pero dos parecen aguantar el paso del tiempo y la comprobación: que dinero llama a dinero y que éste es, esencialmente, cobarde. En el último medio año se han disparado los estudios sobre las consecuencias económicas de un Brexit. No hay modelos porque no ha ocurrido nada parecido nunca y porque ni siquiera está claro cómo deja un país la Unión, cuánto tiempo lleva y qué elementos forman parte del disengagement, de la lenta separación.

Pero lo que es seguro es que al dinero no le gusta la incertidumbre, y ésta es muy importante. Reino Unido no es un país más y Londres, su capital, es el centro neurálgico de las finanzas europeas. Las operaciones pasan por la City. Las fusiones, las compras, las ventas, los préstamos. Londres es capital europea del dinero y si Reino Unido se va, habrá un efecto.

Según un sondeo de Ernst & Young, sólo el 36% de las multinacionales creen que Reino Unido sería un destino más atractivo si saliera de la Unión. Un quinto de toda la inversión directa comunitaria, más de 5.000 proyectos, acaba en las islas. Y los consejeros delegados de algunas de las principales, como Cisco, Airbus o Hitachi, han advertido abiertamente de los riesgos.

Según Financial Times, la inversión de la UE en Reino Unido superó los 741.000 millones de libras el año pasado y el stock ronda el billón de euros. Y según los cálculos de un reciente informe de la London School of Economics, el coste del Brexit ascendería a un quinto de toda la inversión extranjera, suponiendo una penalización equivalente a 2.000 libras por familia al año.

Los economistas de la prestigiosa universidad ven un impacto a lo largo de toda una década, con una caída de cerca del 3,4% de los ingresos de los hogares. Y creen que sustituir la pertenencia al mercado único con un acuerdo similar al canadiense o el suizo tendría un efecto casi imperceptible. Según los profesores Ottaviano, Van Reenen y Dhingra, la membresía ha supuesto un aumento del 28% en la inversión extranjera directa del país.

La inversión caería no sólo por la incertidumbre, sino porque los costes de las transacciones y los costes internos de muchas empresas aumentarían, haciendo menos atractiva la oferta de un mercado único y con todas las ventajas de la UE.

La devaluación de la libra

¿Cuánto se devaluaría la libra esterlina? En lo que va de año, la divisa británica se ha depreciado un 5,7% frenta al dólar (algo menos frente al euro). La tendencia se acentuó con el anuncio del referéndum, con el apoyo del ex alcalde de Londres Boris Johnson al Brexit y con el adelanto en las encuestas en la última semana, en la que cotización frente al euro bajó hasta 1,26.

El gobernador del Banco de Inglaterra, el canadiense Mark Carney, ha asegurado que la volatibilidad de la libra es "el mejor indicador" de la inestabilidad económica que se produciría con la salida de la UE. Carney ha vaticinado que la libra podría caer hasta un 20%, una estimación similar a la realizada por el banco HSBC.

Kepler Cheuvreaux prevé una caída en cualquier caso "superior al 10%" y otros analistas hablan incluso del 30% o de una posible paridad con el euro. Un total de 29 de 34 economistas consultados por Bloomberg predicen un «colapso» de la divisa británica en los tres primeros meses posteriores al referéndum. Siete de ellos vaticinan incluso que podría alcanzar una cotización de 1,20 frente al dólar, un nivel que no se alcanzaba desde la crisis de los mineros en la era Thatcher.

Hay analistas que destacan las ventajas, al menos temporales, de una divisa devaluada, como el aumento de las exportaciones. Pero las consecuencias sobre la marcha de la economía serían inevitables, de una ralentización del crecimiento a la salida de capitales o a las dificultades para financiar el déficit.

Pensiones y empleo

En su intento por convencer a los indecisos o lograr que cambien de opinión los partidarios del sí a la salida de Reino Unido de la Unión Europea, el Gobierno de David Cameron ha advertido a los británicos de los efectos adversos que tendría el Brexit en sus bolsillos, concretamente, en sus pensiones y en la creación de empleo. Hace unos días, el ministro de Economía, George Osborne, aseguró que la salida de la UE disminuiría el valor de las pensiones. Un análisis del Tesoro afirma que los fondos de pensiones perderían, en el peor escenario, unos 300.000 millones de libras (400.000 millones de euros). Y en el mejor de los casos, el valor de los activos de las personas de más de 65 años se devaluaría en 170.000 millones de libras (225.000 millones de euros). Además, la pensión básica estatal también se resentiría por el efecto de una mayor inflación.

"Los pensionistas deben tener en cuenta lo que se juegan", no se cansa de repetir Osborne, en un intento de persuadir a este colectivo de la población para que vote no al referéndum del próximo 23 de junio, en contra de lo que predicen la mayoría de las encuestas, que apuntan a que los votantes de mayor edad se inclinan por abandonar la Unión.

Los partidarios del Out tampoco se han quedado con los brazos cruzados y señalan que "el mayor peligro" para las pensiones no es un Brexit sino las reformas previstas por la Unión Europea en esta materia. El empleo también ha entrado de lleno en este debate entre los partidarios y los detractores del Brexit. Un informe de la Confederación de la Industria Británica cifra entre 550.000 y 950.000 los empleos que se podrían destruir en caso de que Reino Unido abandonara la UE. Y grandes empresas británicas no han dudado en suscribir una carta mostrando su apoyo a la permanencia del país en la Unión y han advertido del impacto que podría tener un el próximo 23 de junio sobre el empleo y la inversión.

La disrupción 'fintech'

"El Brexit sería un desastre para el sector finctech", advierte Taavet Hinrikus, fundador de TransferWise, la start up lanzada en Londres hace cinco años que cuenta con un millón de de clientes, 700 millones de euros transferidos cada mes y 600 empleados en todo el mundo.

Un tercio de sus trabajadores en la capital británica son europeos, empezando por Hinrikus, natural de Estonia: "La libertad de movimientos ha sido básica para capturar el talento. Compartir la regulación con 28 países ha simplificado los trámites y nos ha permitido el crecimiento en toda la región. El Brexit no sólo tendría un gran impacto aquí, también en la Europa continental, y dañaría todo el ecosistema regional".

En los últimos cinco años, Londres se ha convertido en la capital fintech de Europa, con el distrito de Soreditch como el principal caldo de cultivo de start up. El incipiente sector, donde se dan la mano las finanzas y la tecnología, generó el año pasado beneficios de 6.600 millones de libras (8.400 millones de euros).

El 84% de los emprendedores admite que el Brexit causaría un daño irreparable a la capital. Siete de cada de 10 emprendedores del sector consultados por Reuters admiten sin embargo que el Brexit podría obligarles cambiar de ubicación, con Dublín, Berlín, Fráncfort e incluso Madrid y Barcelona como rivales.

La 'Premier'

Hasta 400 jugadores europeos en las primeras categorías podrían perder los "derechos" a jugar en el Reino Unido si se suspendiera la "libertad de movimientos" y se les aplican los mismos requisitos que a los "extracomunitarios", según un estudio realizado por la BBC. The Guardian predice también un éxodo de primeras figuras, e incluye en su lista a varios jugadores de los 33 españoles que juegan en la Premier.

Albert Botines, representante de su paisano y lateral del Arsenal Héctor Bellerín (y de dos jóvenes promesas autóctonas en el Manchester City: Paolo Fernandez y Erik Sarmiento) predice sobre todo un impacto en la próxima generación de jugadores... "El caso de Héctor no me preocupa porque lleva aquí más de cuatro años y ya está muy instalado en el fútbol británico. Pero el sueño de todos esos chavales que juegan en España y sueñan con triunfar en la Premier si se puede ver frustrado si se van de la UE".

"Por el propio interés de la liga inglesa, que presume de ser la más competitiva del mundo, se encontraría probablemente una solución transitoria más o menos beneficiosa para los europeos", asegura Botines. "Pero positivo no sería, seguro que nos afectaría".

La Premier, que en el último año ha generado casi 10.000 millones de euros en derechos televisivos, no está dispuesta a perder su caché en el mundo y promete jugar duro en caso de Brexit. "Reducir el número de jugadores internacionales de alta calidad supondría reducir su valor como marca, sobre todo fuera del Reino Unido", advierte Rory Miller, director de MBA Industries.

La ciencia

Más de 150 científicos, incluidos Stephen Hawking y el premio Nobel Peter Higgs, han advertido de que el Brexit sería un "desastre" para la ciencia y las universidades. El Reino Unido es el segundo mayor receptor de fondos de la UE para la investigación después de Alemania. Como en ningún otro apartado, es mucho más lo que recibe (8.800 millones de euros) que lo que realmente aporta (5.400 millones).

La Universidad de Cambridge ha puesto el grito en el cielo ante lo que se avecina: el 17% de su financiación para investigación proviene de fondos europeos. El 25% de su personal y uno de cada seis estudiantes son de países de la UE... "Lo más importante en la ciencia es el talento y la colaboración, y eso lo podemos lanzar por la borda", advierte la vicerrector Leszek Borysiewicz.

Steve Smith, vicerrector de la Universidad de Exeter, asegura que el impacto económico será demoledor, por no hablar de la pérdida de competitividad frente a las universidades norteamericanas y europeas. El University College de Londres (UCL) ha dado también la voz de alarma.

"Aquí están los centros de investigación más potentes de Europa y la mitad de los laboratorios se quedarían vacíos si se consuma el Brexit", advierte la bióloga española Ana Gutiérrez del Arroyo, que trabajó en el UCL y es ahora investigadora en la Queen Mary University de Londres. Su inquietud la comparten más de 2.500 científicos autóctonos, muchos de ellos agrupados en la SRUK (Sociedad de Investigadores Españoles en Reino Unido), precocupados por su estatus después del 23-J.

Los vuelos 'low cost'

"Vuela a casa para votar por la permanencia". La compañía Ryanair lanzó su más que simbólica oferta del pasaje a 19,99 libras (25,14 euros) para los 1,2 millones de expatriados británicos que podrían despedirse de los vuelos low cost si vence el Brexit. La campaña VoteLeave denunció los anuncios como un "chantaje a los votantes". El propietario de Ryanair respondió con un desafío, ampliando la oferta 24 horas.

"El Brexit podría poner el punto final a la era de los vuelos low cost", ha advertido en una severa carta abierta en The Sunday Times Carolyn McCall, al frente de EasyJet. "Volar podría volver a ser un lujo para las élites (...). Lo que pagamos por las vacaciones depende realmente de la influencia que el Reino Unido tiene en Europa".

Se estima que la creación de un mercado único de la aviación ha permitido reducir las tarifas hasta un 40%, según un estudio de la Comisión Europea. Más de 12 millones de británicos pasaron sus vacaciones en España en el último año, y la mayoría de ellos (incuido el propio David Cameron, que se fue con la familia a Lanzarote) lo hicieron en vuelos low cost.

Sir Richard Branson, al frente de Virgin, ha puesto también el grito en el cielo: "Sería muy, muy, muy triste si los británicos decidieran votar por la salida". El Brexit podría forzar a Virgin, y a la mayoría de las compañías con base en los aeropuertos londinenses (Heathrow, Gatwick, Luton, Stanstead y City), a poner en marcha un plan B para el traslado de una parte de sus flotas y sus operaciones a otros aeropuertos europeos. British Airways ha mantenido curiosamente una prudente distancia en el debate del Brexit.

Sector inmobiliario

La salida británica de la Unión Europea tendría un impacto muy negativo en el mercado inmobiliario. Así lo vaticinan los analistas, el Gobierno británico y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ya en mayo avanzó que el Brexit crearía "un pánico entre los inversores que causaría una onda expansiva por toda la economía y podría provocar la entrada en una espiral de la cotización de las acciones y del precio de las viviendas".

Además, el Banco de Inglaterra (BoE) estima que las transacciones inmobiliarias se han ralentizado un 40% en el primer trimestre del año, lo que sugiere que los temores al Brexit podrían desplomar los precios del mercado inmobiliario. De hecho, los inversores del sector inmobiliario británico estarían exigiendo cláusulas de compensación para proteger su riqueza en caso de una salida de la UE.

Los datos que maneja el Gobierno del Reino Unido también son preocupantes. El ministro de Finanzas, George Osborne, augura que el Brexit supondría una caída del precio de la vivienda de entre el 10% y el 18% en menos de dos años debido a la pérdida de valor de la libra esterlina.

Bancos sin pasaporte

Separarse de la UE daría a los bancos británicos en Europa y a los europeos en Reino Unido mucho trabajo, pero no precisamente del tipo que las entidades financieras persiguen.

Se trata de cuestiones que pasan desapercibidas frente a otras más inmediatas y visibles, como la devaluación de la libra esterlina o la rebaja de notas de solvencia por temor a pérdidas de valor de determinados activos. En este punto, los beneficios y perjuicios son distintos para cada banco pero, en general, la City londinense sufriría un gran golpe como centro financiero de los 27. Al deshacer el camino avanzado, se perderían los beneficios del "pasaporte de servicios financieros" medida que supone un Tratado de Schengen para los bancos y que permite operar con una sola licencia en toda la UE. Londres localiza una cuarta parte de los servicios financieros de la zona que quiere abandonar. Si así lo decide, alternativas como Fráncfort, París, Luxemburgo... aspiran a ser beneficiarios del reemplazo.

33 Comentarios

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Si mi comentario le suena a "Ahora me enfado y no respiro", pues me parece bien, faltaría más. Sin embargo lo que a mí me suena como "Ahora me enfado y no respiro" es la postura del Reino Unido dejando colgada a la UE porque hay problemas que resolver. Están en la UE desde 1973 y ahora los populismos que vuelven con el siglo XXI van a arrasar con todo. Pues bien, si se salen, que se lleven su idioma que tantos ingresos a cuenta nuestra le producen. Tenemos un idioma que está pegando fuerte en el mundo (menos en España porque somos penosos), pues potenciémoslo y quitémosles ese privilegio de idioma vehicular universal. Todo está cambiando, ¿porqué no cambiar eso?. ¿Tiene usted algo en contra de la libre competencia? ¿tiene usted algo en contra del español?, Si es así, pues dígalo pero no me censure.

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Otra cosa somos los españoles. Yo creo que nos conviene más seguir en Europa. Porque si no fuera por la Merkel, nuestros políticos seguirían yendose de alterne con el dinero público, con despilfarros públicos y pseudo concursos de concesión de servicios públicos.

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Una de las cosas que creo que hacen bien los ingleses es en no dejarse llevar por los analistas económicos con sus predicciones a corto plazo. Está claro que es negativo para la economía a corto plazo la separación, por la incertidumbre. Si quieres un cambio en tu país, haces lo que tienes que hacer, a pesar de que te pueda afectar al bolsillo, temporalmente.

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Los british nunca han estado en la UE nunca, alguien recuerda que siguen con su moneda y el euro no lo aceptan nada más que en la Roca. ?? Y no les ha ido mal , sinceramente es lo mejor que hacen , y nosotros deberíamos de ser los siguientes . Europa es la mayor mentira jamás contada y vivida

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La UE heredera del feudo Alemania-Francia no ha representado nada para los países que la integran. Económicamente solo sirve a los grandes intereses tras la Trilateral Commission (Familias Rockefeller y Rothschild). La distribución de la riqueza es un fraude, GB recibe "subsidios" que antes entrego con sus aportes. En resumen aportas, retorna un % de lo aportado, y los intereses "obligan" sus bienes y servicios. La gran Familia Rockefeller-Rothschild se llevan todo por medio de sus "inversiones" banca, seguros y petroleo, mas las subsidiarias. Abrir los ojos, el socialismo Fabiano crece a expensas de todos.

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@Duranet #24 Vaya...ya ha pasado usted del que lo estados no son soberanos (textualmente) "PARA NADA" a que ahora ya si tienen cierto grado de autonomía....y si usted supiera de lo que habla acabaría diciendo que en la práctica son 100% soberanos... tan soberanos como que por ejemplo cualquier país miembro puede concederle su nacionalidad y con ella todos su derechos a cualquier persona sin dar ni media explicación a sus socios en Europa... faltaría mas... (Otra cosa es que en ciertos casos y en ciertos países las condiciones de inmigración sean parecidas o coincidan porque las legislaciones nacionales suelen (y digo suelen, no siempre...) estar adaptadas a la directivas europeas... pero bueno supongo que es su forma de reconocer que usted estaba equivocado... Si a usted le ofende que le lleven la contraria especialmente cuando usted está equivocado y alguien se lo demuestra, igual es que este no es sitio...pero bueno, siga denunciando todo lo que quiera...igual hoy no duermo...

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@dantheman #21 Su error está en interpretar que si varían de uno a otro país, no existen directivas comunes a ser respetadas dentro del espacio Schengen. Y existen, desde luego que existen. Hay variaciones individuales entre los países, pero siempre y cuando éstas no contravengan las directrices comunes de obligado cumplimiento para todos. De verdad que no es tan difícil entenderlo, haga un esfuerzo y verá como lo conseguirá. Añado a esto, que dada su pésima educación y sus insultos calificándome de ignorante y mentiroso, acabo de denunciar su comentario por ser personalmente ofensivo.