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viernes, 14 de marzo de 2014

Adaptándose al nido


La adaptación al nido es algo muchas veces complicado, tanto para mamá como para los chicos. Por fin encontraste un nido que te ha gustado y va a empezar sus clases por primera vez. Siempre hay un periodo de adaptación sea el primer año o sea un nuevo nido, siempre va a haber un periodo de adaptación que nos preocupe, cada niño tiene sus tiempos y sus procesos. 

Hay niños que inmediatamente lloran y no dejan de llorar todo el día, desde el primer día hasta las dos semanas aproximadamente. Tuve un niño (salón de 2 añitos) que ni bien llegaba a la puerta del nido en su coche, lloraba desconsoladamente y no quería soltarse de quien lo trajera. Todos los días por más de un mes, pero al rato que lo dejaban se distraía con un juguete y luego estaba feliz. Su mamá se iba angustiadísima todos los días hasta que la hicimos entrar para que lo viera sin que él se diera cuenta y cuando ella lo vio tranquilo y feliz una vez que entraba al salón, ya se quedó muchísimo más contenta.

Hay niños que llegan felices y contentos y qué mamá ni qué mamá, chau mamá y se van corriendo a jugar. Muchos de estos siguen felices en toda su estadía, otros luego de una o dos semanas, “de la nada” empiezan a llorar. Y muchas mamitas se preocupan, que si habrá pasado algo en el nido, por qué ya no quiere entrar, si algo habrá cambiado en el salón, qué habrá ocurrido. En una buena mayoría de los casos no ocurre nada, simplemente que llegaron emocionados por la novedad y se demoraron un tiempo en darse cuenta que “oh! No está mamá conmigo, estoy solito”, y cuando se dan cuenta de esto es como si fuera el primer día en realidad, empieza la angustia, empieza la ansiedad, empieza el llanto.

En algunos casos puede que haya pasado algo pero menor, puede que algo lo haya asustado, algo que no haya visto antes en casa o en su entorno, puede que le moleste tener que compartir juguetes con otros niños. Lo importante es tener una comunicación abierta con su profesora porque es ella quien lo va a ver todos los días y es a ella a quien le puedes pedir si puede observarlo un poquito más para ver qué es lo que ocurre.

**Ojo: mamita, primero está tu instinto, si tú crees que algo ha pasado por un cambio muy brusco entonces anda al nido, si tu pequeño no está en edad de contarte lo que le ha pasado, anda conversa con la profesora, con la auxiliar, con otras profesoras que quizás puedan haberse dado cuenta de algo en el recreo. Si el nido tiene cámaras y filman lo que ocurre en el día entonces anda y mira su día para que tengas una mejor idea de qué puede haber ocurrido. Lo importante es que le prestes atención a tu niño y a tu instinto, para que mantengas una comunicación abierta y puedas tener la información para ayudar a tu pequeño**

La edad en que los niños deben empezar el nido es a partir de los 3 años, pueden hacerlo antes, y muchos lo hacen antes, pero siempre hay que tener en cuenta que durante los primeros 3 años de vida los niños no tienen permanencia del objeto, es decir, no tienen la seguridad de que porque algo o alguien “desaparece” signifique que va a retornar. Si llora porque no te ve o se angustia porque no estás, no es “maña”, no es “engreimiento”, no es “mala costumbre”, es porque realmente le preocupa no saber que tú vas a volver.

Ya lo dijimos, no podemos generalizar, cada caso y cada niño es un mundo, PERO aquí algunos consejos para que este proceso se haga un poquito más fácil, para mamá y para pequeño(a):

1. RUTINAS: Comienza con algunas actividades que hará en el nido. Como por ejemplo dándole dibujos para colorear o un tiempo para cuentos en el día. Dale una “lonchera” a la hora que sabes que va a comer en el nido. Estas cositas poco a poco lo ayudarán a que se vaya acostumbrando, va a saber que hay ciertas actividades en ciertos momentos y aprenderá a esperarlas, esto hará que se acostumbre un poco más fácilmente a hacerlas en el nido.

2. CONOCE EL NIDO: Esto es muy importante, visita el nido que has elegido para que lo conozca, si puedes visitarlo en una época en que los niños están en clases y puede ver cómo los recogen estando contigo en el carro, mientras le cuentas lo que ocurre, mucho mejor, que pueda entrar a jugar y ver a otros niños, a conocer a las profesoras, contigo para que se sienta seguro. Si es posible avisar con anticipación para que le informen a la profesora el nombre y pueda ser en un día tranquilo, mejor, porque de esta manera ella podrá saber el nombre y hacer algo para que se sienta especialmente bienvenido, tu niño se sentirá más cómodo y más contento con esto porque se sentirá importante.

3. ACOMPÁÑALO Y DESPÍDETE: Muchos nidos te dan la posibilidad (y esto debería ser en todos para los que comienzan recién) de que te quedes con tu pequeño durante el día, que poco a poco vayas saliendo del salón hasta que ya puedas despedirte e irte dejándolo tranquilo, pero ojo, muchas mamis piensan que es mejor “que no me vea ir porque empieza a llorar”. Esto no es recomendable, por mucho que llore cuando te despidas es mucho mejor que te acerques y le hables que ya te vas pero vas a regresar por él/ella. Es parte
de la confianza que pone tu hijo en ti, va a sentirse mal porque te vayas pero va a saber que vas a regresar y que no lo estás engañando. Muchas veces la ansiedad de separación se debe a las "mentiritas blancas" que se trata de decirle a los niños cuando mamá tiene que viajar por trabajo y se le dice que "ha ido acá no más ahorita vuelve", o si lo dejaron en el carro y no le dijeron dónde iban a estar simplemente "ya regreso", y el pequeño por tratar de alcanzar a mamá o papá se extravió unos momentos, son cosas que a los pequeños les afecta mucho, es por esto que es mejor decirles las cosas que van a ocurrir, no significa que dejarán de llorar o que no se sentirán tristes, pero será eventualmente algo más manejable.


4. UN ACOMPAÑANTE ESPECIAL: Habla con la profesora y con el nido y pídeles que dejen a tu niño llevar un juguete desde casa. No tiene que ser su favorito (así lo sea o sea otro que le guste mucho, asegúrate de ponerle nombre en más de un lado y una marca distintiva, acuérdate que todo va a ser una locura con tantos niños y tantos juguetes) pero sí algo que escoja para que lo acompañe en las clases, un muñeco, un carrito, un peluche, su mantita, algo que lo haga sentirse seguro y conectado con su casa y contigo. Puede ser incluso esa muñeca que tanto te pedía tu niña, puedes dársela en el primer día de clases y decirle que es para que le haga compañía mientras mami se va a trabajar y ella se queda en el nido. De la misma manera puedes decirle que te de un juguetito suyo para llevarte al trabajo contigo, algo que él/ella escoja para “prestarte” todos los días y que todos los días se lo regreses. Si por tus horarios tú no lo puedes llevar al nido, asegúrate de la noche anterior pedirle el juguete y en la mañana recordarle que cuando llegues a casa de trabajar se lo vas a devolver. Si eres tú quien lo recoge, puedes llevar contigo alguno de sus juguetes favoritos y decirle que cuando lo vayas a recoger te va a acompañar su peluche o muñeco preferido.

5. CONOCE LA RUTINA DEL DÍA A DÍA: Todos los nidos tienen una rutina y un horario del día, pídele a la profesora que te diga cómo está estructurado el día así tienes una idea de lo que hace tu pequeño y puedes hablar de eso cuando esté contigo en el camino a/del nido. De la misma manera puedes identificar qué ocurre antes de la salida, si es la hora en que les ponen un cuento, o si es la hora en que les ponen una canción especial, o si ven títeres, o si los empiezan a peinar y perfumar mientras juegan con algo especial. De esa manera puedes conversar con tu pequeño y decirle que mamá llegará a recogerlo después de este evento. Le dará más tranquilidad el tener un punto de referencia más preciso.

6. SÉ PUNTUAL Y CUMPLE TUS PROMESAS. No puedo subrayar más esto. Todos tenemos emergencias, cosas que salen del horario, el tráfico, etc., si tú eres quien recoge a tu pequeño del nido, LLEGA A TIEMPO SIEMPRE, si le has prometido que cuando lo recojas vas a llevar contigo uno de sus juguetes, CUMPLE LO QUE PROMETES, tu niño está entrando en un nuevo entorno y necesita más que nunca saber que lo que tú le dices, sucede. Si ha ocurrido algo que vas a demorar o vas a mandar a alguien más en tu lugar por una emergencia, comunícate con el nido a tiempo, no sólo por cuestiones de seguridad, sino porque tu pequeño te está esperando, necesita esa constancia de tu parte.

7. NO ALARGUES LAS DESPEDIDAS. Ya te comenté que es importante que te despidas, lo es y es mejor tratarlo como algo muy natural, por lo tanto, no acurrucar a tu pequeño por largos ratos antes de dejarlo en el nido ni hacer despedidas tan largas diciéndole todo lo que lo quieres y lo mucho que lo vas a extrañar. No. Una despedida larga o una anticipación muy extensa puede causar el efecto que no deseas en tu niño, puede pensar que hay algo malo si están haciendo algo tan grande y con una despedida tan extensa. Solo vas a agregarle estrés a tu niño. Trátalo como algo divertido y breve; en el camino conversa, canta con tu pequeño, trata de que sea un camino relajado pero no en silencio, y a la hora de dejarlo en la puerta, si es posible, que vea que tienes una interacción con su profesora para que vea que confías en ella. El primer día, mamá o papá o ambos (o hasta los abuelos) se quedan un buen rato en la mayoría de los nidos, pero es importante que las despedidas sean breves, que le des un beso y le digas que lo quieres mucho, pero no lo hagas demasiado largo, es bueno que le desees un gran día y le digas que lo ves luego. No hacer algo muy grande ni mucha familia junta porque tu pequeño se va a preguntar, qué es lo que ocurre que hasta los abuelitos están con él para despedirse todo el mundo junto y se puede angustiar.

Esto es un hito para ti como para tu pequeño: va a comenzar las clases. Si marcas esto como un hito muy obvio abiertamente ("va a ser tu PRIMER día de nido, ¡qué grande estás! ¡Qué importante que vayas al nido!") le agregarías estres y angustia y no es lo que queremos si no queremos que este hito particular lo pase de la manera más relajada y feliz posible.

8. EVOLUCIÓN DE ETAPAS: Si has decidido empezar a quitarle el pañal, o quitarle el chupón, empieza antes del primer día de clases (por lo menos uno o dos MESES antes) o empieza cuando ya esté adaptado y feliz de ir al nido. Lo mismo si sabes que se viene un cambio en tu trabajo que va a alterar las rutinas de tiempo que tienes con tu pequeño, si puedes prevenir eso que no coincida exactamente o a unos días con su ida al nido, será más positivo. No es bueno abrumar al pequeño con muchos cambios grandes al mismo tiempo, así mismo, no es sólo trabajo del nido quitarle el pañal, y es un trabajo conjunto. Conversa con la profesora de lo que vas a hacer, pídele su apoyo para que tanto en casa como en el nido se dediquen a lo mismo en el mismo periodo de tiempo y no sólo en uno de los lados.

9. NO LE PONGAS LÍMITE DE TIEMPO A LA ADAPTACIÓN: Yo he tenido un niño que lloraba desconsolado al llegar todos los días que iba (porque no iba diario) desde marzo hasta casi mayo, al llegar y al salir y ver a quien lo recogía otra vez lloraba desconsolado, pero una vez que empezó a acostumbrarse, el llanto terminaba una vez que pasaba la puerta de entrada. Cada niño tiene sus tiempos, tienes que tener paciencia y tratar de no frustrarte ni compararlo. Fijar la mirada en la meta es lo mejor: un niño feliz que comparte con otros y aprende contento en su nido. Recuerda la meta y ten paciencia, que con tu apoyo y la comunicación y atención constante entre casa y nido se va a adaptar por imposible que parezca cuando llora y grita al empezar las clases.

10. DEDICA TIEMPO A TU NIÑO DESPUÉS: Conversa sobre lo que ha hecho, que te cuente lo que hizo en su día(si no es muy pequeño para contarte, si lo es, infórmate de lo que hace en su día a día y tú convérsale de ello después), si es muy callado, hazle preguntas concretas (por eso es importante conocer su rutina diaria) y dedica un rato a jugar con él o ella luego que lo recojas, y si no lo recoges tú, apenas llegues del trabajo. (Ojo, acá una aclaratoria si es que llegas del trabajo dentro de las horas en que debe estar despierto, si no te es posible, anda a su cama ni bien llegues del trabajo, susúrrale las buenas noches y dale un beso suave que no lo despierte y el fin de semana dedícate a jugar con él o ella). Que sepa tu pequeño que esta etapa nueva es importante también para ti y que no vas a dejar de dedicarle tiempo y atención a las cosas nuevas que está haciendo.

11. TRATA DE NO MOSTRAR TU ANSIEDAD: Es normal que te angustie ver a tu pequeño llorando y no queriendo que lo dejes, aferrándose a ti, te preocupas, te angustias, te preguntas si estás haciendo bien y si no deberías llevártelo. Debes tratar de consolarlo y no mostrarle tu propia angustia porque esto sólo aumentará la suya. Ten en mente que le va a tomar tiempo (a algunos más tiempo que a otros) pero se va a adaptar y va a disfrutar ir al nido y jugar y ver a sus amiguitos.

12. Por último y muy importante. COMUNÍCATE. Nosotras las profesoras también nos ponemos nerviosas, queremos que los papás estén contentos dejándonos a sus niños, que estén contentos con las cosas que se hacen y aprenden en clases. Si tienes alguna duda o preocupación de la adaptación de tu pequeño o en general alguna conducta, pregúntale, si crees que necesita algo más (quizás necesita tener a su libre alcance en todo momento su peluche especial que lleva al nido para sentirse acompañado) convérsalo con ella. Nosotras también pasamos por el proceso de adaptación, tú te angustias por tener a un niño lloroso, imagínate 10 o 15 ;)

Lo más importante de este tiempo, mamis y papis, es tener paciencia y, como ya les dije, tener los ojos en la meta, tu niño se va a adaptar y va a disfrutar su tiempo en el nido, eso es lo que queremos tanto las profesoras como los papás, y lo va a conseguir.

Un poquito de humor de esta profesora que siempre pasa y ha pasado de distintas formas muchos primeros días ;)