Pese al desplome de la moneda rusa y la perspectiva de grave crisis económica que azota el país, el presidente Vladímir Putin aseguró esta mañana que Rusia está preparada para sortear cualquier situación adversa «porque hay reservas de vodka suficientes para los próximos dos años».
«Ni siquiera en el escenario más desfavorable nos quedaremos sin el recurso de evadirnos de nuestros problemas con un buen lingotazo», dijo Putin durante su conferencia de prensa anual ante varios centenares de periodistas rusos y extranjeros transmitida en directo por la televisión. «Cuando despertemos la mañana siguiente, ya nos contarán lo que ha pasado», ha insistido.
Putin considera que el Gobierno y el Banco Central han tomado, «en términos generales», las medidas adecuadas para estabilizar la crisis monetaria. Se refiere, en concreto, a la inyección de 64.000 millones de litros de vodka de la marca Parliament (Парламент), suficientes para abastecer a una población deprimida y sumida en la pobreza.
Tras registrar una cotización en torno a los 60 rublos por dólar a la apertura de los mercados, la moneda rusa cayó por encima de los 64 rublos por dólar después de que Putin vaciara dos botellas del mejor destilado y mordiera la pata de una silla durante más de dos horas seguidas. «Pero esto no es suficiente. Si hay que hacer más ajustes, se harán. Beberemos lo que sea necesario para eludir este gran desafío», ha sentenciado el mandatario.
«¿Dónde está la silla? ¿Se ha ido ya? No andará muy lejos con la pata herida», ha añadido justo antes de ausentarse de la conferencia para ir en busca del mueble.