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Hace muchos años tuve la oportunidad de leer a Drucker un término que me sorprendió, la cuarta revolución industrial... Después de muchos años y de haber pasado la tercera revolución industrial ha llegado la cuarta. El motivo es fácil de entender, la tecnología, la inteligencia artificial, la nanotecnología... se han alineado y tendrán repercusiones sobre la economía y los empleos.

Las empresas tienen que moverse más rápido y deben adaptar sus negocios... De hecho, deberán tener unos directivos que entiendan cómo afrontar todos estos cambios disruptivos, capaces de controlar la ciencia, la tecnología y yo añadiría la ética. Así, todo directivo debería mirar ahora mismo si la cultura, los procesos, la apuesta por la innovación son adecuados para un entorno digital....

¿Qué se debería estudiar entonces? Más allá de las profecías como las matemáticas, finanzas, gestión empresarial..., hay tener claro con lo que uno puede ser bueno y de tratar de ser siempre lo mejor posible haciendo lo que haces, combinando especialización laboral con generalización. Asimismo, ya va siendo hora de desterrar que si uno estudió para una determinada cosa, sólo puede trabajar en aquello, como también, si uno quiere trabajar dónde vive probablemente en muchas ocasiones tendrá que ser muy bueno o emprender. Y, últimamente, más allá de la inteligencia racional y de la emocional, será esencial hacer uso de la inteligencia contextual, una conjunción entre saber observar en el exterior y en el interior (que queremos y podemos hacer).

¿Cuál es el papel de los grupos de acción local Leader? Corremos el peligro de que el mundo rural deje una vez más de formar parte de esta «agenda inteligente», por todo ello, ahora que todo el mundo habla del mantra de la RIS3 (Research and Innovation Strategy for Smart Specialisation), los grupos deberíamos pasar a ser actores clave .

¿Cómo? De entrada, hace falta asumir de una vez que los grupos LEADER tienen que transitar de gestores de subvenciones a equipos de transferencia de tecnología y de recursos no solamente financieros (relacionales, mentorización, motivaciones). De hecho, a veces no somos conscientes que integramos a cuasi todos los agentes de la cuádruple hélice (empresas, centros de conocimiento, personas, administraciones....), ahora sería el momento oportuno para impulsar un proyecto de especialización i competitividad en los territorios. En el fondo ya que todos los grupos hemos elaborado fantásticas estrategias participadas y que tenemos a nuestro alrededor los actores de la cuádruple hélice, podríamos aprovechar la oportunidad, actualizando el portafolio de instrumentos de soporte empresarial y convirtiendo la estrategia de los grupos de acción local en un programa multifondo, gracias a alinear Leader y RIS3.

Hace unos días participé como ponente en el seminario "Thematic Group on Smart and Competitive Rural Areas" organizado por la Red Europea de Desarrollo Rural en Bruselas, a parte de exponer ejemplos de cómo religar RIS3 i LEADER, básicamente, me tome la licencia de espetar la transcendencia del momento en que asistimos los grupos de acción local.La dicotomía es clara a mi parecer: situarse en una zona de confort gestionando básicamente una ayuda (opción que supondría un gran coste de oportunidad para todo territorio), o bien "pasamos a ser un actor clave para que los territorios rurales afronten con éxito el reto de la cuarta revolución industrial". Como los individuos marcan goles y los equipos ganan partidos, haría falta una estrategia de trabajo colaborativa a nivel de todas las redes y grupos a nivel europeo. Así pues, Let's CO!

Hasta ahora uno era consciente de la inseguridad de la sociedad de la información en el ámbito laboral, por ejemplo, se ha acortado la relación de tiempo entre la persona trabajadora y quien lo contrata, lisa y llanamente, tener un trabajo para toda la vida es francamente complejo. La volatilidad laboral por desgracia es un fenómeno que afecta tanto a los directivos (por exigencia de resultados constantes) como en los puestos de trabajo con menos responsabilidades (por facilidad de sustitución).

Desde hace unos meses ha aparecido con fuerza un concepto que desde mi punto de vista tendrá el mismo efecto de lo que tuvo las máquinas de vapor, la electricidad o la aparición de los ordenadores ... me refiero a la inteligencia artificial. Ésta inteligencia estimulará un crecimiento económico, gracias a que las máquinas podrán pensar como "seres humanos" y nos ayudará a resolver problemas, enfermedades..., por el contrario, muchos trabajadores verán que su trabajo es redundante.

De hecho, en el pasado foro económico de Davos se extrapolaba algo que me impresionó: "la lenta reacción económica y la cuarta revolución industrial harán que al menos 7 millones de puestos de trabajo se perderán en los próximos 5 años en las principales 15 economías mundiales por las transformaciones del momento". Es decir, algunos expertos hacen la profecía que el 47% de los puestos de trabajo serán sustituidos por máquinas, robots o bien software.

Lejos del augurio o la exactitud del cálculo, la automatización provocará que la inteligencia artificial, la nanotecnología, la impresión 3D y la robótica hagan que determinados puestos serán innecesarios según los expertos. Se crean o no el informe que vaticina esta "jobless society", la verdad es que la robótica asociada a una inteligencia artificial afecta ya a tareas repetitivas. Fijen-se en AMAZON, el gigante de la venta online ha incorporado 3.270 robots en sus sedes en Polonia y Reino Unido... y, en adelante, recordemos que estamos hablando de inteligencia artificial por lo tanto, hay otras tareas que podrán verse perjudicadas, y sino el tiempo dirá cómo se conducirán los taxis o bien quien realizará el trabajo administrativo... Inexorablemente estamos avanzando en un mundo que habrá mucha más riqueza y menos trabajo sino ponemos remedio...

¿Cómo afrontar positivamente este mundo laboral que viviremos? Según el citado informe de la OCDE, áreas como la ciberseguridad, la computación, la matemática o la arquitectura se prevén como futuros yacimientos de empleo, dónde se ocuparán más de 2 millones de personas.Así, en 2020 el 45% de los profesionales serán trabajadores del conocimiento y de la innovación, los denominados "knowmads". El neologismo que inventó creo recordar John Movarek recoge los términos "Know" y "nomad", es decir, se refiere a que los trabajadores deberán ser creativos, conocedores y sobre todo, capaces de colaborar con cualquier persona, momento y lugar. Así pues, los trabajos que necesiten mayor nivel de formación y creatividad colaborativa son los que tendrán más garantía.