jueves, 11 de enero de 2018

Ante la Jornada Mundial del migrante y del refugiado

Estamos estrenando año, y con él, nuevos propósitos, deseos, proyectos y sueños. Para que todos ellos puedan ir haciéndose realidad valoramos necesario ser conscientes del momento y el lugar en el que nos encontramos.
Vamos a situarnos un poco, estamos en la provincia de Palencia con muchas virtudes, con sus dificultades y problemas. Nos centramos un poco en dos grandes problemas que nos acompañan: despoblación y envejecimiento, son nuestro pan de cada día; basta pasear por cualquier pueblo de nuestra provincia y contemplar esta dura realidad.
Nuestros gobernantes y políticos a veces pelean y discuten sobre esta realidad, pero los resultados que nos encontramos no parecen suficientes. Y sino, intentemos responder a estas tres preguntas ¿cuántas escuelas se han ido cerrando en los últimos años? ¿cuántos niños y niñas nacen en la mayoría de nuestros pueblos? ¿Qué personas están permitiendo que en algunas plazas siga el bullicio y la alegría de la infancia aunque sea en lenguas diferentes? ... ¿Nos suena?
Aquí os invito a que nos paremos un poquito e intentemos quitarnos las orejeras que tantas ocasiones dificultan ver todo lo que rodea el camino o la realidad. Y frente al miedo “al desconocido” ponemos las riquezas de una cultura diferente; frente al “no los entiendo”, una sonrisa, es lenguaje universal. Vivimos momentos difíciles condicionados en muchos casos por prejuicios y estereotipos que nos sitúan frente “al diferente” como alguien al que temer (peligroso, a veces inculto, incluso llegamos a situarles como si estuvieran en un escalón inferior). Y no digo ya el color de su piel o si viven una religión diferente a la nuestra, entonces necesitamos ponernos unos cuantos trajes o escudos protectores.
Hoy -como alternativa a esos trajes o escudos- brindamos una oportunidad, reconociendo el valor que la mayoría de los migrantes tiene para salir de su país, alejarse de su familia, vivir en una cultura y con una lengua nueva en muchos casos y todo por buscar una salida o dar a sus familias una posibilidad de mejora y libertad. La situación en sus países de origen les obliga a superar mayores dificultades a las que aquí se encuentran y tienen que afrontar.
Creo que es importante frente a todo lo anterior no olvidar que todas y todos somos seres humanos. Vivimos momentos donde es necesario volver a poner humanidad en la realidad y las personas con que estamos para desde ahí construir una realidad diferente, más justa y más humana. Sin olvidar que lo que hagamos a los que caminan con nosotros -sobre todo si son los descartados- se lo hacemos a ÉL.
Nuestra sociedad actual se caracteriza por este descarte. Todo lo diferente o que nos puede cuestionar lo echamos fuera para que no moleste. Así, el papa Francisco en la “Laudato si” nos habla de los descartados sociales como parte de nuestra política económica social y cultural. Es el momento en el que como cristianos y como iglesia damos un paso y ante el descarte ponemos oportunidades y humanidad, es decir HUMANIZAMOS nuestra tierra, provincia, diócesis e iglesia grande. 

Quiero aprovechar la oportunidad que me brinda Iglesia en Palencia para invitaros a hacer realidad el lema de la Jornada Mundial del migrante y del refugiado: ACOGER, PROTEGER, PROMOVER e INTEGRAR en nuestro entorno más próximo.

Javier Fernández Calle
Secretariado para las Migraciones

Cursos de la Escuela Diocesana de Tiempo Libre

Hasta el lunes 22 de enero está abierto el plazo de inscripción para los cursos de que se ofertan desde la Escuela Diocesana de Tiempo Libre, que en esta ocasión son los siguientes: “Curso de Monitor de Ocio y Tiempo Libre”, “Curso de Coordinador de Ocio y Tiempo Libre” y “Curso de especialidad en Jóvenes con Necesidades Especiales”.

Cabe señálar que para los dos últimos se necesita tener el título de “monitor”.
 
Los cursos de “monitor” y “coordinador”se desarrollarán en modalidad semipresencial, con formación en la Casa de la Iglesia y en el albergue de Santa María en Astudillo. El curso de “especialidad” es presencial y se celebrará en la Casa de la Iglesia.
 
La formación tendrá lugar a partir del mes de febrero y en algunos casos se prolongará hasta el mes de abril.

Para más información y formalizar las inscripciones:

Mail: edtlpalencia@gmail.com
l Tfno: 979 70 20 22 / 610 646 356
Twitter: @EDTLPalencia
Facebook: www.facebook.com/edtl.palencia.3

Cursos organizados por el Centro de Orientación Familiar de la Diócesis


Intenciones del Apostolado de la Oración para el mes de enerp

General: Por los inmigrantes y refugiados, para que sea reconocida su dignidad, sean acogidos con generosidad y atendidos adecuadamente en sus necesidades espirituales y materiales.

Por la Evangelización: Para que, en los países asiáticos, los cristianos, como también las otras minorías religiosas, puedan vivir su fe con toda libertad.

¿Cuál es la finalidad de “Las Edades del Hombre”?

Si Dios quiere, próximamente, hacia mayo, se abrirá en Aguilar de Campoo una edición más de la exposición Las Edades del Hombre, con el título y tema de “Mons Dei”, la Montaña de Dios. Y qué mejor lugar para la misma que nuestra montaña palentina y Aguilar como una de las poblaciones de la misma.

Este acontecimiento que tendrá como centros expositivos la iglesia románica de Santa Cecilia y el templo parroquial de San Miguel, y como complemento una corona de iglesias románicas de la zona, “Ecclesia Dei”, la Iglesia de Dios.
 
Esta exposición, que estará abierta hasta mediados de noviembre, ha despertado mucho interés, y es lógico, no sólo entre la población aguilarense y de su zona, sino también en toda nuestra provincia palentina y las otras de Castilla y León, ferias de turismo, medios de comunicación, etc. Todos hemos visto cómo se han movilizado, juntamente con la Fundación Las Edades del Hombre, la Iglesia de Palencia, las autoridades de la Diputación provincial, el Ayuntamiento de Aguilar y otros de la zona, los empresarios, particularmente los hosteleros.
 

Sin duda alguna, un evento como este, como muchas acciones humanas, tiene muchos aspectos en los que detenernos: sociales, políticos, culturales, artísticos, históricos, económicos, religiosos y más concretamente cristianos, católicos y espirituales, por citar solo algunos. Todos tienen su importancia y no se deben obviar ni descartar. Pero cometeríamos un gran error si olvidáramos que la finalidad primaria y fundamental es establecer el diálogo entre la fe y la cultura. Para eso nació la fundación y para eso sigue viva después de más de veinte años y varias exposiciones tanto en Castilla y León como en otras naciones.
 
La Iglesia en Castilla y León, a través de la Fundación Las Edades del Hombre, cuyos patronos son los obispos de las Diócesis de Castilla y León, ha querido y quiere resaltar y subrayar esa relación intrínseca tanto a la cultura como a la fe, porque una cultura que suprima la dimensión creyente, espiritual o religiosa de la misma está mutilando al hombre, como una fe que no se haga cultura, que no se inculturalice, que no se encarne no es plena. Y en particular la fe cristiana que tiene como eje fundamental que el Verbo de Dios se hizo carne y acampó entre nosotros, compartiendo no únicamente nuestra naturaleza humana sino también nuestra historia concreta con sus avatares, peripecias, alegrías, esperanzas, tristezas y angustias, nuestra vida y muerte para hacernos compartir su divinidad.
 
Nada mejor que recurrir al Concilio Vaticano II para tener una recta compresión de estas dos dimensiones. «Es propio de la persona humana no poder acceder a la verdadera y plena humanidad más que a través de la cultura, es decir, cultivando los bienes y valores de la naturaleza. Por consiguiente, siempre que se trata de la vida humana. Naturaleza y cultura están en la más íntima conexión.
 
Con la palabra “cultura” se indica, en sentido general, todo aquello con lo que el hombre afina y desarrolla sus múltiples cualidades espirituales y corporales, pretende someter a su dominio, por el conocimiento y el trabajo, el orbe mismo de la tierra; hace más humana la vida social, tanto en la familia como en toda la sociedad civil, mediante el progreso de las costumbres e instituciones; finalmente, en sus obras expresa, comunica y conserva a lo largo de los siglos las grandes experiencia y aspiraciones espirituales, para que sirvan de provecho a muchos, más aún, a todo el género humano» (Concilio Vaticano II, GS, 53).
 
El mismo Concilio reconoce que el concepto de cultura tiene un aspecto histórico y social y que la palabra cultura adquiere muchas veces un sentido sociológico y etnológico, por lo que se habla de diversidad de culturas. «Pues las distintas condiciones de convivencia, y las diferentes formas de conjugar los bienes tienen su origen en el diverso modo de utilizar las cosas, de realizar el trabajo, de expresarse, de practicar la religión, de comportarse, de establecer leyes e instituciones jurídicas, de desarrollar las ciencias y las artes y de cultivar la belleza» (Ib).
 
La cultura actual y los que prenden configurarla con diversos medios de poder quieren relativizar y obviar la dimensión espiritual y creyente del ser humano, y más concretamente, en nuestra Europa, de la fe cristiana. También aquí en España, y prueba de ella es la desnaturalización de la Navidad como fiestas de invierno, o la misma Cabalgata de Reyes. Sin duda lo que pretenden, a veces, en virtud de una falsa tolerancia, es renegar de las raíces cristianas. Pero pretender eso es ir a la muerte, es caminar a la muerte, porque un árbol que renuncie a sus raíces, tarde o temprano, cae y muere.
 
Esta exposición quiere proclamar que el hombre sin Dios no es él mismo, y que el Dios cristiano sin el hombre no es tal, no es auténtico; que fe y cultura son dos hermanas inseparables.