El romance extramarital del príncipe Carlos y Camilla Parker Bowles, fue de conocimiento público a mediados de los 90, sin embargo, para Diana de Gales, el calvario comenzó mucho antes.

Y es que más allá de las evidencias que dejaba Carlos cuando ya estaban casados, fue en un almuerzo previo a la boda el momento en que Diana paró sus ‘antenas’.

Resulta que Camilla le escribió una carta a la princesa de Gales para que se reunieran a almorzar antes de la boda y cuando Carlos estaba de viaje.

En ese encuentro hablaron de lo clásico antes de una boda, es decir, preparativos, detalles de su nueva residencia, entre otros tópicos, pero fue una insistente pregunta de Camilla, la que provocó sospechas en Diana.

La amante del príncipe le consultó en reiteradas ocasiones si acaso ella acompañaría a su esposo Carlos a cazar, cuando se mudaran a Highrove, tomando en cuenta la pasión que sentía el futuro rey por esta práctica.

En ese momento, según afirma el biógrafo real Andrew Morton, Diana se habría confundido y le dijo a Camilla que no participaría de esas actividades porque no estaba de acuerdo con ellas.

Fue así como Parker Bowles, se habría sentido “aliviada” al ver la caza como una gran alternativa de continuar su romance con Carlos, una vez que se casara, según consignó el medio británico Express.

En el documental Diana: in her own words, Morton aseguró: “Fue durante ese almuerzo, que coincidió con un viaje del príncipe Carlos a Australia y Nueva Zelanda, que Diana comenzó a sospechar. Camilla seguía preguntando si Diana iba a ir cazar cuando se mudara a Highgrove, y ella, desconcertada por una pregunta tan extraña, respondió negativamente. El alivio en el rostro de Camilla fue claro”.

De este modo, “Diana se habría dado cuenta al poco tiempo que Camilla veía el amor de Carlos por la caza, como un conducto para mantener su relación él”, agregó Morton.

Cabe señalar que el príncipe Carlos y Diana se casaron en 1981, y 11 años más tarde anunciaron su separación. El divorcio, en tanto, se concretó en 1996.