Este domingo Meghan Markle y el príncipe Harry asistieron a la premiere de la película El Rey León, quienes desfilaron por la alfombra roja donde se cruzaron conn artistas como Beyoncé, Jay Z, Seth Rogen y Daniel Glover, por nombrar solo algunos.
Este alfombra roja fue la primera que Meghan pisó como duquesa de Sussex, y obviamente significó un reencuentro con un mundo que de seguro a veces echa de menos. Recordemos que Markle trabajó duro por conseguir reconocimiento en el mundo de la actuación, algo que fue sumando durante su participación en la serie Suits, pero que abandonó por amor.
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Fue en este contexto, que cuando los duques se acercaron a saludar al elenco, Markle no aguantó la emoción al cruzarse con Beyoncé y le dio un efusivo abrazo. Además, le habría susurrado algo al oído que, probablemente, nunca sabremos. Eso sí, en redes sociales hubo consenso en que la cantante respondió a este saludo llamando a Meghan “mi princesa”.
Acto seguido, la madre primeriza hizo lo mismo con Jay Z, esposo de la intérprete, y luego Harry saludó a ambos también con un abrazo aunque más cordial que afectuoso.
Este saludo dio la vuelta al mundo y varios coincidieron en que Markle una vez más rompió el protocolo, pues para los miembros de la realeza no están permitidos estos gestos o demostraciones de afecto tan efusivas, pues deben permanecer siempre apegados a las normas.
Y es que al parecer tanto Beyoncé como Meghan esperaban con ansias este encuentro. Recordemos que hace unos meses la cantante compartió un video agradeciendo un premio Brit, en el que aparece junto a Jay Z observando un retrato de Meghan Markle con corona, y con motivo de la conmemoración del “mes de la historia negra”.
“En honor del Black History Month, hacemos una reverencia a una de nuestras Melanated Monas. ¡Felicidades por tu embarazo! Te deseamos mucha alegría”, escribió la cantante cuando la duquesa estaba esperando a Archie.
“Es una de las pocas mujeres negras que ha pasado a formar parte de una familia real. Meghan llevó muchas tradiciones negras a su boda real, incluyendo un pastor negro de Chicago, un increíble coro góspel y un joven violoncelista negro. En su boda, su cultura era protagonista y central, y ella y el príncipe Harry han continuado impulsando el diálogo de las relaciones raciales”, expresó Knowles.