Una compleja jornada se vivió este miércoles en Perú, desde donde se confirmó que el expresidente de Perú, Alan García, había sido hospitalizado tras dispararse. Esto justo cuando la policía efectuaba una orden de detención en su contra, por una eventual vinculación con el caso de corrupción Odebrecht.

Producto de un tiro en la cabeza, el exmandatario quedó en estado crítico. Sin embargo, tras sufrir tres paros cardiorrespiratorios, diversos medios peruanos confirmaron su muerte a los 69 años. Así al menos lo anunció el portal La República.

Todo se originó en la residencia de García, lugar hasta donde llegó un grupo policial para su detención. Junto antes de que ocurriera esto, el expresidente solicitó un minuto en su habitación para poder contactar a su abogado. Fue este momento el que aprovechó para atentar contra su vida.

Inmediatamente después de esto, fue trasladado al Hospital Casimiro Ulloa, desde donde se confirmó que la bala había atravesado su cráneo y que además, había sufrido tres paros cardíacos. Minutos después, y pese a los esfuerzos del cuerpo médico, se anunció la muerte del expresidente, lo que generó gran consternación en el país.

De hecho, el actual presidente peruano, Martín Vizcarra, utilizó sus redes sociales para lamentar la muerte del político: “Consternado por el fallecimiento del expresidente Alan García. Envío mis condolencias a su familia y seres queridos”.

Cabe mencionar que este 16 de abril, un día antes de su muerte, Alan García escribió su último mensaje en Twitter, donde reiteró su inocencia en el caso de corrupción: “Como en ningún documento se me menciona y ningún indicio ni evidencia me alcanza, sólo les queda la ESPECULACIÓN o inventar intermediarios. Jamás me vendí y está probado”.