Sin duda la vida en pareja conlleva implícitamente mantener una buena relación con el otro, incluso en el ámbito sexual.

Dicho aspecto también resulta relevante ya que complementa el amor y el compañerismo que existe entre las dos personas.

Es por eso que en la intimidad, es importante el respeto mutuo y aceptar las preferencias de cada uno para mantenerse unidos.

Al respecto, la directora del Centro Miintimidad, Odette Freundlich, kinesióloga especialista en sexualidad y disfunciones del suelo pelviano, señaló en exclusiva para Página 7, que “podría existir incompatibilidad sexual si en una pareja no existe respeto, no hay afecto o cariño, no hay generosidad con la pareja; hay crítica constante, no existe la capacidad de mirarse; de pedir perdón y de reparar los daños”.

Junto a lo anterior, señaló que también afecta al no estar “la opción de comunicarse cuando han existido episodios de infidelidad no perdonadas; cuando existe algún tipo de disfunción sexual no tratada o cuando no hay atracción sexual o química”.

La experta aseguró que “lo más importante es lograr una comunicación asertiva, el respeto mutuo, ser generoso, conocerse a uno mismo, ser empático, creativo, receptivo, que exista química o atracción, estar abiertos al placer y tener deseos de explorar”.

Sin embargo, este importante factor en una pareja “va cambiando a través de las diferentes etapas de la vida”.

¿Se puede mejorar esta situación?

Freundlich aclaró que “siempre que hay voluntad se puede mejorar la situación. Con herramientas adecuadas de terapia, se puede revertir y mejorar el problema”.

Además recomendó que en caso de presentar esta dificultad, lo aconsejable es “hablar, comunicarse, animarse a pedir ayuda cuanto antes, no esperar que las cosas se solucionen por sí solas”.

También recalcó que es importante “informarse y derribar mitos”.

Finalmente, expresó que hay que “responsabilizarse de su propia sexualidad, abrir la mente para explorar nuevas alternativas, llegar a acuerdos y tratar de no seguir recetas ni estereotipos de la ‘sexualidad ideal'”.