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Sobre la deuda

Fridman logra un acuerdo 'in extremis' con Ana Botín para salvar Dia

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El inversor ruso Mikhail Fridman
El inversor ruso Mikhail Fridman EL MUNDO

Letterone, propietario de casi el 70% del capital de la cadena de supermercados Dia, ha logrado este lunes un acuerdo con el Banco Santander para refinanciar la deuda del grupo. De los 16 bancos acreedores de Dia, el presidido por Ana Botín era el único que faltaba por convencer.

El acuerdo, firmado in extremis antes de que Dia entrara en preconcurso de acreedores, lo ha anunciado la presidenta del grupo a través de un tweet en el que dice que "el presidente de Letterone se ha comprometido a trabajar para eliminar la discriminación entre bonistas y bancos de Dia, lo que creemos que es un tratamiento justo. Santander de manera responsable ha decidido apoyar Dia y a sus empleados", señala el mensaje.

La CNMV analiza por qué el tuit y las declaraciones de Botín se produjeron antes del cierre del mercado, cuando lo normal es informar antes al organismo supervisor. La acción de Dia cerró con una subida del 0,5%.

Según el acuerdo, Dia no tendrá que pagar el citado crédito hasta 2023 y, además, recibe 380 millones más para «financiar las necesidades de liquidez» del negocio y para el pago a proveedores. Tampoco tendrá qué destinar el dinero que reciba por la venta de Clarel y Max Descuento al pago de la deuda.

Este acuerdo es clave para la supervivencia de la cadena, que tenía hasta hoy de plazo para convencer a los bancos si quería evitar el preconcurso de acreedores. En patrimonio negativo desde diciembre, Letterone, propiedad del inversor ruso Mikhail Fridman, proponía una inyección de 500 millones a través de una ampliación de capital para salvar la compañía, pero ponía dos requisitos para ejecutarla: que la opa lanzada en abril sobre Dia prosperara y convencer a los prestamistas para prorrogar el pago de un préstamo de 912 millones.

En manos del banco

El viernes anunció que tenía el sí de 16 de las 17 entidades acreedoras. Faltaba por convencer el banco presidido por Botín, que es al que más dinero debe la cadena de supermercados: el 30% del citado préstamo. Antes de proceder al siguiente paso (la inyección la capital), Letterone deberá controlar el consejo de administración, donde ahora no está presente después de que a finales del año pasado dimitieran sus dos consejeros.

El pacto cierra de momento el capítulo más oscuro de la historia de la compañía y le permite seguir con su actividad. La cadena, el tercer mayor distribuidor en España, tiene una plantilla de 43.000 empleados, más de 3.000 franquiciados y unos 1.000 proveedores. En 2018 anunció pérdidas de 352 millones de euros y una importante caída en las ventas. En quiebra técnica desde que anunció estos resultados en diciembre, el arranque de este año no ha sido mucho mejor y hace semanas se anunciaron pérdidas de 144 millones.

Los proveedores ya han endurecido sus condiciones y en tiendas y almacenes empezaba a haber falta de algunos productos, por lo que el acuerdo llega en un momento clave. En este trimestre, mientras el negocio se ha ido debilitando poco a poco, el consejo de administración y el máximo inversor del grupo, Letterone, han tratado de buscar una solución.

Ganó Fridman

En la última junta de accionistas celebrada en marzo los inversores apoyaron el plan propuesto por Fridman, que garantizaba la inyección de 500 millones a condición de que prosperara su opa y de que la banca accediera a refinanciar el préstamo. La oferta salió adelante después de haber aplazado dos veces la fecha tope para sumarse a ella, tras haber eliminado el umbral mínimo de aceptación y a pesar de que ofrecía un precio (0,67 céntimos por acción) considerado insuficiente por muchos accionistas. Fridman, que tenía un 29% del capital de Dia, cuenta ahora con casi el 70%.

De manera paralela, Letterone ha estado negociando con la banca. El principal escollo entre el Santander y el fondo era la negativa de Fridman a devolver ni un euro de la deuda antes de 2023. Además, hay 300 millones en bonos que vencen en julio. El Santander defendía que si no hay pago de la deuda, los bonistas tampoco podían cobrar el 100% de lo invertido.

Antes de anunciar el acuerdo en la citada red social, la presidenta del Banco Santander aseguró en un acto organizado por Finantial Times que la entidad "ha tratado de llegar a un acuerdo que sea bueno para todos". "Como hemos dicho desde el principio, (con la propuesta planteada por el principal accionista, Mikhail Fridman) los bonistas extranjeros reciben el 100 % y a los bancos españoles les están ofreciendo algo que realmente es muy inferior", ha explicado a los medios tras participar en el citado acto, según informa EFE.

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