Hace una década, solicitar o no una prueba de paternidad era una decisión directamente proporcional al dinero que tenía el usuario. Y es que desembolsar más de 400 euros (en una horquilla de precios donde pagar 800 euros no era disparatado) para saber si finalmente el hijo era suyo o de otro estaba al alcance de unos pocos y dejaba a más de uno con la duda.

La prueba sigue siendo igual de costosa, con reactivos caros, con maquinaria cara y con un equipo de laboratorio que necesitan una formación específica. Sin embargo, el precio se ha reducido a más de la mitad gracias a la proliferación de clínicas y laboratorios que ahora realizan pruebas de paternidad por unos 200 euros.

Y es que la paternidad también se rige por la ley de la oferta y la demanda. Si aumenta la oferta, bajan los precios. De hecho, diversos laboratorios y clínicas que trabajan en la realización de pruebas de paternidad aseguran que éstas han aumentado un 20% en la Comunitat Valenciana durante los últimos años. Y aún no ha alanzado su techo: la cifra va a más.

Otro de los factores que llevaban al usuario a quedarse con la duda de si era realmente el padre de la criatura era la «vergüenza» de desplazarse hasta una clínica o un laboratorio especialista en la realización de pruebas de paternidad. ¿Y si alguien me ve entrar o salir? ¿Y si la clínica está en otra comunidad autónoma?

Problema resuelto. Ahora los test se pueden realizar en casa, mediante un kit que las empresas envían a domicilio con bastoncillos para tomar las muestras y tubitos para guardarlas correctamente. Las instrucciones son precisas y sencillas. Discrecionalidad asegurada. Fiabilidad del 99,99%. La duda se resolverá en cinco días como máximo, en un sobre que llegará por correo.

Seis laboratorios especializados

La oferta en internet para la realización de pruebas de paternidad llama la atención. Multitud de empresas publicitan sus precios y ofertan su cartera de servicios a un solo clic.

Ahora bien, tan solo unos 20 laboratorios en toda España realizan las pruebas a pesar de la multitud de clínicas que las ofertan y que realmente son oficinas receptoras que se encargan de recoger y trasladar las muestras, como meros intermediarios. En la Comunitat Valenciana existen, al menos, seis laboratorios especializados en realizar pruebas de identificación genética para estudiar la paternidad y el parentesco entre individuos.

Uno de ellos es Progenie, cuyo director, Diego Arroyo, ha visto cómo se ha transformado el sector en 10 años utilizando exactamente los mismos equipos y las mismas técnicas. «Realizar una prueba de paternidad es sencilla para el usuario, porque el ADN que se necesita es muy poco y las muestras se pueden realizar desde casa, pero el proceso es muy complejo y muy caro. Como el equipo es nuestro, nosotros tenemos resultados en 48 horas y han llegado a dudar de nosotros por ofertar precios económicos. Lo podemos hacer porque no dependemos de nadie», afirma el director de Progenie, empresa que colabora con el Instituto Nacional de Toxicología por los casos de «niños robados».

Conocer el número exacto de pruebas de paternidad que se realizan al año resulta imposible, aunque se cuentan por miles en España. En Progenie afirman que, en la actualidad realizan entre 10 y 20 pruebas semanales, unos 100 o 200 pruebas al año. La facilidad para recoger las muestras de ADN, también ayuda a que proliferen las solicitudes.

Se pueden utilizar varios tipos de muestra: saliva, sangre, semen, líquido amniótico, colillas, artículos personales (cepillo de dientes, gafas), artículos de higiene personal, pelos (con folículo), restos humanos, etc. «Es necesaria una muestra de cada individuo incluido en el estudio, es decir, al menos la del padre y la del hijo. Si desea realizar una prueba con validez judicial, la toma de la muestra debe realizarse en un centro colaborador», explican desde Progenie.

Otra de las empresas de referencia del sector es Cefegen, cuya directora, Mercedes Alemañ explica el perfil de los usuarios que solicitan la prueba. «No importa la edad del usuario. La mayoría son hombres que quieren resolver una duda. Con el bebé recien nacido o tras 30 años de incertidumbre. La mayoría de los resultados dan positivo, es decir, los hijos son del padre solicitante. Hay pruebas solicitadas por los abuelos e incluso para saber la paternidad o no de alguien fallecido».