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Después de haber interpretado a Anestesia, en ‘El cartel de los sapos’ y a Pablo Escobar, en ‘El patrón del mal’, el siguiente reto en televisión del actor Andrés Parra es Hugo Chávez.

TELEVISIÓN

El Comandante, la serie sobre Chávez que ya genera polémica

Sin estrenarse, la adaptación a televisión de la vida del líder venezolano ya hace ruido. Tanto chavistas como opositores tienen sus reparos.

7 de enero de 2017

Cuando a Andrés Parra, famoso por haber personificado a Pablo Escobar en El patrón del mal, lo llamaron para ofrecerle el papel de Hugo Chávez en una nueva serie de televisión, lo primero que pensó fue que el proyecto nunca se iba a concretar. Duró un tiempo sin leer sobre el personaje, sin ver sus discursos en YouTube y sin practicar el acento venezolano o sus gestos característicos. “En realidad me parecía una locura. No creí que fuera una posibilidad real y no quería ilusionarme para luego terminar decepcionado. Pero a los tres meses me preguntaron qué había leído sobre él, y en ese momento me di cuenta de que la cosa iba en serio”, cuenta.

La propuesta le había llegado de forma inesperada, días después de decir en varias entrevistas que le gustaría asumir el reto de interpretar al fallecido mandatario venezolano. Y desde febrero de 2015 está metido en la piel y la mente de uno de los personajes latinoamericanos más influyentes de los últimos tiempos. Como él, unos 400 actores, 2 directores, 3 libretistas y cerca de 150 personas de producción llevan un poco más de dos años trabajando de lleno en El Comandante, una serie producida por Sony Pictures. El canal RCN la estrenará este mes en Colombia (aún no hay fecha definida, pero el horario anunciado es a las 10 de la noche) y otras cadenas la presentarán en Estados Unidos (Telemundo), Argentina (Telefe), México (Blim) y otros países de la región (TNT).

A pesar de la incredulidad generalizada, las cosas se empezaron a hacer realidad hace cerca de tres años. El analista político Moisés Naím, quien venía investigando la vida del líder de la revolución bolivariana desde hace una década, tuvo la idea original. “Mientras más me adentraba en el tema, más sentía que la gente no me iba a creer si les contaba lo que estaba investigando. Parecía irreal, pero había pasado en mi país”, le dijo a SEMANA. Motivado, se sentó y comenzó a escribir una historia de 120 páginas. Sony la compró y a partir de ese primer manuscrito se desarrollaron los libretos y los personajes.

El resultado es una serie de 60 capítulos de una hora que contará la vida de Chávez con elementos de ficción. Aunque el arco principal de la historia está basado en la investigación de Naím, en archivos de prensa y en documentos públicos, varios personajes secundarios son inventados para recoger características de muchos de quienes rodearon al fallecido mandatario. De hecho, nombres como Nicolás Maduro o Diosdado Cabello no aparecerán identificados en la serie, pero sí eventos específicos como el intento de golpe de Estado de 1992, la decena de elecciones llevadas a cabo durante sus 14 años de mandato, su discurso contra Bush en la Asamblea de la ONU y la enfermedad que lo llevó a la muerte.

“Chávez fue un personaje muy público y gran parte de su mandato, sus discursos y los programas de televisión en los que participó están en YouTube”, cuenta Luis Eduardo Jiménez, productor ejecutivo de la serie. Ese ha sido un insumo importante para la producción y para los actores, así como múltiples charlas con periodistas y académicos sobre temas de contexto como la historia de Venezuela, la importancia del petróleo en esa economía o el culto a Bolívar. Además de eso, varios leyeron biografías, libros y análisis tanto favorables como críticos acerca del gobierno chavista.

El caso de Andrés Parra es especial. El actor tiene un método de trabajo específico y para preparar a Chávez duró año y medio –con algunas pausas semanales o quincenales para descansar– inmerso en una vasta bibliografía sobre él y sobre Bolívar, escuchando desde las ocho de la mañana capítulos de Aló presidente y tratando de copiar a la perfección los ademanes y gestos del mandatario. “Hice tres diarios de trabajo: uno en el que está la personalidad y gestualidad de Chávez. Otro histórico y político. Y otro donde está el desglose de la serie para saber en qué momento va el personaje”, cuenta. Lo que más le costó trabajo, sin embargo, fue lograr que la voz le saliera natural. Una maestra le tuvo que ayudar a reactivar el aparato respiratorio para que no se quedara afónico al final de cada jornada de grabación.

Lo cierto es que la serie ya está dando de qué hablar aun sin salir al aire. El gobierno venezolano no está para nada contento con la idea de que la realice una productora estadounidense, y en la oposición algunos temen que un programa de estas características glorifique al que consideran el verdugo de su país. El presidente Nicolás Maduro, de hecho, dijo en agosto que los líderes del proyecto eran unos “abusadores” e incluso contó que desde el gobierno están impulsando una película y otra versión televisiva sobre el exmandatario. Diosdado Cabello, por su parte, afirmó en su programa semanal que la serie busca dañar la imagen del líder de la revolución bolivariana.

Pero el equipo de producción desestima esas críticas. “Es difícil que nosotros logremos, y tampoco pretendemos, cambiar la visión de alguien. Quienes lo admiran lo seguirán haciendo y quienes lo critican, también. Lo que nosotros estamos haciendo es dramatizar una parte de la vida de un líder icónico”, explica Juan Felipe Cano, uno de los dos directores (el otro es Henry Rivero). Para Naím, además, los hechos no se pueden controvertir: Chávez fue un personaje capaz de sintonizarse con la gente y de movilizar a millones de personas en todo el mundo y, por otro lado, sus políticas han tenido consecuencias visibles en Venezuela.

Pocos pueden negar, además, que Chávez es uno de los líderes latinoamericanos más reconocidos de los últimos tiempos –tal vez junto a Fidel Castro y Ernesto ‘Che’ Guevara–, y para muchos esa es una razón de peso para que su vida llegue a las pantallas. “Su figura revolucionó (en cualquiera de los dos sentidos que la gente quiera darle a la palabra) la política latinoamericana y ver cómo lo hizo, conocer el contexto y tener la referencia de qué pasó para que pudiera llegar al poder es muy interesante”, cuenta Cano. De hecho, lo que más ha sorprendido a quienes están inmersos en el proyecto es ver de primera mano cómo un niño campesino, con problemas económicos y sin alguien poderoso o influyente en su entorno cercano, se convirtió en un presidente que cambió para siempre el destino de su país y de millones de personas.

Con esta serie, adicionalmente, El Comandante se une a una tendencia cada vez más común en la televisión latinoamericana: los biopics o las telenovelas y series basadas en personajes de la vida real. Y debido a que las consecuencias de su gobierno y de su irrupción en la política aún se sienten en Venezuela y en todo el continente, lo más seguro es que esta no sea la última vez que su vida aparezca en la pantalla.