¿Estado de derecho?

Ganadora de una licitación para proveer a Servicios de Salud de Veracruz siete monitores de signos vitales avanzado neonatal y ocho ventiladores volumétricos neonatal-pediátrico-adulto, la empresa Imágenes y Medicinas cumple ya un año en espera del pago de la factura correspondiente

La explicación es simple: el anterior gobierno saqueó al estado. La factura es por 3 millones 510 mil pesos, más el Impuesto al Valor Agregado, lo que totalizaría 4 millones 71 mil 600.

A quién le importa si el contrato estipulaba que el pago se realizaría dentro de los 20 días naturales a la recepción de los equipos, cuya entrega se realizó el 6 de mayo.

A quién le importa si se contrató una póliza con la firma ACE Fianzas Monterrey para garantizar el pago, por parte del Fondo Regional de Obligaciones, cuya vigencia se mantiene intacta.

En Veracruz, dice el slogan, tu salud es prioridad.

En otro escenario, éste en Tlaxcala, la empresa Tecnología en Medicinas participó en una licitación convocada por la Secretaría de Salud local para proveer líneas de infusión, para lo cual se le pidió presentar muestras de los equipos a concurso, entre ellos un pentapié para bombas de infusión y una bomba de jeringa.

El caso es que la firma perdió el concurso… y de pasadita parte de los equipos.

La explicación hablaba de que éstos se habrían perdido en las bodegas.

En el largo Vía Crucis para recuperar sus bienes, la empresa debió acudir ante el Ministerio Público tras una denuncia levantada por el gobierno de la entidad, para acreditar la propiedad de éstos, es decir, factura original y cuatro copias fotostáticas.

La diligencia se realizó en febrero pasado y hasta hoy nada de nada.

En un caso más, ahora en la Ciudad de México, la empresa Imágenes y Medicinas participó en una licitación para proveer al Hospital General Dr. Manuel Gea González de ventiladores volumétricos. La mecánica fue la misma: déjenos una muestra.

Tampoco la licitación se ganó y, aunque el equipo se devolvió, éste estaba inservible. Los daños se calculan en 707 mil 100 pesos.

El caso es que, presentada la reclamación correspondiente, hete aquí que el titular del área de quejas del órgano de control interno del nosocomio simple y llanamente concluyó que no existen suficientes elementos para acreditar los hechos investigados.

Sin embargo, para consuelo del reclamante, se emitió una recomendación al Departamento del Almacenes para reforzar la seguridad con cambio de chapas, control de llaves de acceso e inventario semanal.

Aunque se trata de empresas menores en reclamo de cantidades menores, el abanico es muestra de lo que les espera a quienes participan en licitaciones públicas, por más leyes y reglamentos internos.

Alguna vez decía un banquero que participó en la reprivatización que antes de entrar a la sede de la intermediaria se santiguaba para no encontrar nuevas sorpresas al paso de la administración gubernamental.

La previsión no está por demás en el escenario actual.

Aunque la mira desde el principio apuntaba a Radiorama como la cadena que utilizaría como pantalla a Tecnoradio para descontrolar a la competencia y de pasadita obtener un descuento de 15% en la contraprestación por frecuencias radiofónicas como nuevo entrante, la contundencia la alcanzó nuestro compañero Javier Tejado Dondé.

Su indagación alcanzó al presidente de la firma radiofónica, Javier Pérez de Anda, al demostrarse parentesco político con el presidente de la firma que arrasó en la última licitación de frecuencias, con posibilidad de obtener 37.

Lo extraño del asunto es que la misma indagación la debió hacer en su momento el Instituto Federal de Telecomunicaciones en una etapa de cernimiento de postores.

Los focos rojos se encendieron cuando Tecnoradio, constituida con un capital de sólo 70 mil pesos por dos funcionarios públicos, presentó posturas inalcanzables para el resto de los competidores.

La paradoja del caso es que, según su postura, el Ifetel no descalificaría de antemano a la empresa, sino esperará que presente el pago correspondiente, lo que está en el terreno de lo incierto.

Aunque en el papel la Comisión Federal de Competencia Económica desempolvó un viejo caso de manipulación de tasas de rendimiento para los bonos de deuda expedidos por el gobierno, lo que en su momento se castigó con pellizquitos por parte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, los signos indican que se trata de algo más gordo.

En el caso señalado no se involucró a bancos, sino a agentes libres y casas de bolsa.

El hecho es que la Cofece ha solicitado información a la Asociación de Bancos de México y no lo ha hecho con la Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles.

La tila para té se está comprando al mayoreo.

De acuerdo con el director del Instituto Nacional del Emprendedor, Alejandro González, el órgano no detectó irregularidad alguna en el proyecto para vender tabletas electrónicas a los pequeños comercios adheridos indirectamente a Concanaco.

El financiamiento fue de 41 millones.

Sin embargo, el funcionario advierte que la cuestión interna de quiénes y cómo operarán es un asunto que atañe al Instituto Nacional del Emprendedor.

Ésta tendría que hurgar en las entrañas del organismo.

 GINGROUP/CONACYT