Exceso de leche durante la lactancia

Publicado: 27 febrero, 2023
Actualizado: 23 julio, 2023

El exceso de leche, también conocido como sobreoferta, es un problema común al que se enfrentan las madres lactantes. Se produce cuando la madre produce más leche de la que necesita el bebé y puede causar molestias físicas, como obstrucción de los conductos o congestión mamaria, además de otros problemas. Para controlar el exceso de leche materna, es importante entender por qué se produce. Entre los factores que pueden contribuir al exceso de leche se incluyen la extracción frecuente o la lactancia demasiado frecuente, el consumo excesivo de líquidos o cafeína, la toma de determinados medicamentos y suplementos, los cambios hormonales y el estrés.

Una vez que conozcas la causa del exceso de producción de leche, puedes tomar medidas para reducirlo. Lo ideal es dejar pasar entre 8 y 12 horas entre tomas para reducir la producción sin dejar de alimentar al bebé lo suficiente. También puede probar la lactancia en bloque -en la que se alimenta exclusivamente de un lado cada dos o tres horas-, que ayuda a reducir la producción de leche en el lado que no amamanta y mantiene equilibrada la producción total. Si es necesario, los profesionales médicos pueden aconsejar medicamentos para reducir el exceso de producción, pero esto sólo debe hacerse bajo su supervisión y orientación.

Exceso de leche durante la lactancia

El exceso de leche durante la lactancia es un problema común para muchas madres lactantes. Cuando el bebé no es capaz de consumir toda la leche que se produce, pueden surgir problemas como la congestión mamaria y la mastitis. Para evitar que esto ocurra, existen algunas tácticas que las madres lactantes pueden utilizar para asegurarse de que su bebé está recibiendo suficiente leche y, al mismo tiempo, evitar la sobreproducción.

Una forma de controlar el exceso de producción de leche es variar el horario de las tomas. Amamantar con frecuencia puede hacer que el cuerpo produzca más leche de la necesaria, por lo que reducir la cantidad de tiempo que se pasa en cada pecho puede ayudar a regular el flujo de leche. Además, extraerse un poco de leche después de las tomas también puede ser útil para prevenir el exceso de producción, ya que ayuda a aliviar la presión sobre los pechos y a equilibrar la oferta y la demanda de producción de leche.

Por último, garantizar una hidratación y nutrición adecuadas durante la lactancia es otro factor importante para controlar el exceso de producción de leche; la deshidratación o la desnutrición pueden provocar un aumento de la oferta, así como reducir la calidad general de la leche materna.

Consumir alimentos ricos en nutrientes durante este periodo, como proteínas magras, hidratos de carbono complejos, frutas y verduras, ayudará a mantener unos niveles de energía adecuados y evitará problemas de producción excesiva de leche materna.

Principales complicaciones del exceso de leche durante la lactancia

La producción excesiva de leche materna puede poner en peligro tanto a la madre como al bebé. Los pezones doloridos, los conductos obstruidos, la mastitis y el exceso de leche son algunas de las principales complicaciones que pueden surgir por un exceso de leche durante la lactancia.

Los pezones doloridos se producen cuando el bebé ejerce demasiada presión sobre ellos debido a su incapacidad para agarrarse correctamente o a una succión excesivamente enérgica. Esto puede causar muchas molestias a la madre y dificultar la continuación de la lactancia.

Los conductos obstruidos se producen cuando se bloquea el flujo de leche en una o varias zonas de los pechos, lo que puede provocar inflamación, dolor, enrojecimiento y fiebre si no se trata. El exceso de leche se produce cuando se produce una cantidad excesiva de leche en comparación con lo que el bebé necesita para una nutrición adecuada, lo que provoca un mal agarre, así como problemas digestivos como gases y cólicos en los bebés que son incapaces de digerir toda esa leche extra.

Por último, la mastitis es una infección causada por bacterias que penetran a través de los pezones agrietados por el dolor u otras formas de irritación debido a la presión excesiva que se ejerce sobre ellos durante las sesiones de lactancia con un volumen excesivo de leche materna que provoca tomas frecuentes a lo largo del día y de la noche.

Principales causas

  1. Desprendimiento hiperactivo: Se produce cuando el cuerpo de la madre libera una cantidad excesiva de leche durante la lactancia y puede estar causada por la liberación de oxitocina, que se desencadena por la estimulación del bebé o simplemente por pensar en él. Esto puede provocar una congestión dolorosa, cantidades abrumadoras de leche y pérdidas entre tomas.
  2. Cambios hormonales: El exceso de leche también puede deberse a cambios hormonales durante el embarazo y después del parto que afectan a la producción y la calidad de la leche materna. Hormonas como la prolactina y la oxitocina son las responsables de estimular la producción de leche materna, por lo que cualquier cambio significativo en estas hormonas puede provocar que el cuerpo de la madre produzca un exceso de leche.
  3. Razones fisiológicas: Algunos problemas fisiológicos, como la obstrucción de los conductos o las infecciones por mastitis, también pueden provocar un exceso de producción de leche durante la lactancia, ya que causan un aumento de la presión dentro de los pechos que, a su vez, desencadena reflejos de lactancia diseñados para aliviar esa presión. Si una mujer tiene los pechos grandes o los pezones muy separados, es posible que no puedan contener toda la leche extra que se produce y esto también podría provocar un problema de exceso de producción.

Cómo tratar el exceso de leche

En muchos casos, el exceso de leche durante la lactancia puede controlarse con sencillos cambios en el estilo de vida. Es importante recordar que la lactancia frecuente y la extracción de leche materna pueden aumentar la cantidad de leche producida por el cuerpo de la madre, por lo que es importante intentar alimentarse o extraerse leche según sea necesario en lugar de crear una rutina artificial.

La mejor forma de reducir la cantidad de leche producida es asegurarse de que se alimenta al bebé con frecuencia, pero sin permitirle que vacíe completamente ambos pechos en cada sesión de lactancia. Además, puede ser útil que las madres utilicen métodos como la alimentación en bloque, en la que un pecho se utiliza para varias tomas seguidas, dejando tiempo al otro para descansar y reducir su producción de leche hasta la siguiente sesión.

También puede ayudar a las madres que sufren un exceso de leche durante la lactancia recibir apoyo de un especialista en lactancia o unirse a un grupo de apoyo local en el que otras madres con problemas similares puedan ofrecer consejo y ánimo.

Algunas madres han descubierto que colocar hojas de col sobre los pechos ayuda a reducir la congestión y el dolor provocados por el exceso de producción de leche. Del mismo modo, la aplicación de compresas frías puede aliviar las molestias asociadas a este problema. En última instancia, habrá que probar y equivocarse para encontrar las técnicas que mejor se adapten a cada madre a la hora de controlar el exceso de leche durante la lactancia.

Soluciones para el exceso de leche

Extracción de leche: Una solución para el exceso de leche durante la lactancia es la extracción de leche. Esto puede hacerse a mano o con un sacaleches, y permite a la madre aliviar la congestión, almacenar el exceso de leche para su uso futuro y reducir el riesgo de obstrucción de los conductos. La extracción de leche también ayuda a estimular la producción de leche materna.

Masaje de lactancia: Otra solución es el masaje de lactancia. El masaje de lactancia es una técnica que ayuda a mejorar el flujo sanguíneo a los pechos, lo que a su vez favorece la producción y el drenaje de la leche. También puede ayudar a reducir el dolor en los pechos debido a la congestión. Para ello, realice suaves movimientos circulares en cada pecho hasta que se sienta menos lleno e incómodo.

Cambiar de posición al amamantar: El exceso de leche durante la lactancia también puede aliviarse cambiando de posición mientras se amamanta o se extrae leche. Esto ayuda a garantizar que todas las zonas de ambos pechos se vacían por completo cada vez que se utilizan para amamantar o extraer leche, y evita que una zona se sobreestimule o se sature con demasiada actividad en una sola sesión.

Cuándo buscar ayuda profesional

A veces, una madre lactante puede producir demasiada leche, lo que provoca síntomas físicos incómodos para el bebé y para la madre. Es importante saber cuándo buscar ayuda profesional para este problema.

Si una madre experimenta molestias debidas a un exceso de producción de leche, como dolor o congestión mamaria, debe acudir inmediatamente al médico. Un especialista en lactancia puede trabajar con la madre y el bebé para desarrollar un plan de acción que proporcione alivio. Entre otras estrategias, puede cambiar el número de sesiones de lactancia o utilizar diferentes agarres.

También es importante reconocer los signos que indican que el bebé puede tener dificultades para administrar demasiada leche. Si el bebé arquea la espalda durante las tomas o las rechaza por completo, puede ser un indicio de que necesita ayuda para agarrarse bien al pecho o para hacer frente a las fuertes bajadas de leche. Si surgen estos problemas, consulta a un médico o a un especialista en lactancia para que te orienten y ayuden a gestionar mejor la situación.

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