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OS03-MD02 - Tipos de Maldiciones 01 (Aut

OS03-MD02

Tipos de Maldiciones 01

(Auto-Provocadas y Heredadas)

1. MALDICIONES AUTO-PROVOCADAS

 

Son las maldiciones originadas por la rebeldía y desobediencia a Elohim. Elohim también establece maldiciones cuando hubo o hay pecado. La palabra dice que pueden extenderse hasta la cuarta o aún hasta la decima generación familiar. Estas maldiciones son el resultado de la iniquidad de los padres. Entonces, ¿qué es la iniquidad?

 

Iniquidad (anomía) es la conducta repetitiva de pecado, patrón de conducta que toma asidero en nuestra forma de ser y pasa de una generación a otra, a través de la genética espiritual y de nuestro ejemplo. Es lo que nos impulsa a hacer lo que no queremos hacer, que nos inclinemos o cedamos ante su naturaleza destructora. Es una semilla de destrucción que pasa de una generación a otra, arraigándose cada vez más hasta que queda como un pecado escrito en nuestros corazones.

 

Por tanto, cuando una conducta que Elohim aborrece, se va repitiendo en nuestras generaciones, tal como por ejemplo, el abuso sexual, la prostitución, o aún algo tan simple como la pereza o la desidia, entonces este pecado pasa a ser iniquidad, y se incrusta en la línea sanguínea, como algo escrito con fuego en nuestro seno familiar, así que quiérase o no, van a seguir apareciendo abusos sexuales, prostitutas/os, perezosos o irresponsables (sólo por citar unos escasos ejemplos) en las siguientes generaciones.

 

Todo pecado que se instala en la línea sanguínea se convierte en MALDICIÓN, mientras no se lo confiese. Esta actúa como enfermedades, muertes prematuras, desgracias, accidentes, pobreza, escasez, mucho sufrimiento, etc.

 

El que encubre sus faltas no tendrá éxito; el que las confiesa y las abandona hallará misericordia. Mishlei 28:13

 

Cuando las Escrituras hablan de que Elohim castiga la iniquidad de los padres en los hijos, eso significa que LOS PECADOS NO PERDONADOS DE LOS PADRES TENDRÁN CONSECUENCIAS SOBRE LA VIDA DE LOS HIJOS.

 

No hablamos de que los hijos serán CULPABLES de los pecados de sus padres, sino que habrá CONSECUENCIAS sobre la vida de sus hijos. QUE QUEDE CLARO. No es una cuestión de culpa sino de consecuencia.

 

¿Qué podrían ser esas consecuencias? Podrían ser impedimentos, trabas, enfermedades incurables, pobrezas, fracasos, accidentes, muertes prematuras, opresión demoníaca constante, etc. Por eso los hijos deben hacer un compromiso con el Adón y PEDIR PERDÓN por los pecados de su padres, de sus ancestros, para evitar las consecuencias de sus iniquidades de antaño sobre sus vidas y las de sus hijos y descendientes. Los pecados de nuestros padres y antepasados deben ser confesados y perdonados.

 

Así que arrepiéntanse y conviértanse, para que queden borrados sus pecados, para que vengan tiempos de refrigerio de la presencia de Yahweh... MaAseh 3:19

 

Esto NO SIGNIFICA ORAR POR LOS MUERTOS, de ninguna manera. No oramos para que ellos sean perdonados, sino para que las consecuencias de sus pecados no continúen sobre nuestras cabezas ni las de nuestros hijos.

 

Y confesarán su maldad y la maldad de sus padres, con la que transgredieron contra mí, sí, que fueron hostiles hacia mí. Cuando yo, a mi vez, haya sido hostil hacia ellos y los haya echado a la tierra de sus enemigos, entonces por fin se humillará su obstinado corazón, y expiarán su maldad. Vayikra 26:40-41

 

Al pedir perdón por los pecados que cometieron nuestros antepasados, NUESTRO FUTURO será modificado sustancialmente y sentiremos cómo los cielos se abren, y vienen bendiciones sobre nosotros. Tenemos también los ejemplos de Daniyel 9, NehemYah, Ezrah, para tener noción de cómo se ora para pedir perdón por los pecados de los antepasados.

 

En conclusión: no tomemos esto a la ligera. Elohim nunca miente y si él dice que pondrá en el seno familiar las medidas de los pecados de antaño, ÉL LO VA A HACER.

 

Por eso, aunque antes Yahweh pasó por alto los tiempos de la ignorancia, en este tiempo manda a todos los hombres, en todos los lugares, que se arrepientan... MaAseh 17:30

 

 

 

2. MALDICIONES HEREDADAS

 

Iniquidad, estrictamente, es desobedecer la Torah. La palabra en griego es ANOMÍA, que literalmente significa "sin-ley", rebeldía. Un hacedor de iniquidad es un no-hacedor de la Torah.

 

Por tanto, iniquidad es lo contrario a la rectitud, a la integridad y a la justicia. Es pecado, por lo tanto es perverso, malo y torcido. Y se encuentra al comienzo de los tiempos, allá en el fondo del pasado familiar. Y como semilla de desobediencia y rebeldía va pasando de generación en generación y se va retorciendo cada vez más. El hecho de desconocer a profundidad las Escrituras nos hace vulnerables a quedar atrapados en problemas que nunca se van a resolver en nuestra vida. Muy poca gente sabe lo que es la Iniquidad, no hay una instrucción profunda en éste tema y por eso muchos creyentes viven una vida de constante desierto, enfermedades, fracasos, sequedad espiritual y ruina.

 

El desconocimiento en realidad es porque la gente prácticamente ha desechado el Tanaj y sólo se ha concentrado en el B'rit Hadashá, con el pretexto de que el Tanaj ya no sirve. Hay un prejuicio muy extendido contra el Tanaj. Pero si no conocemos el Tanaj, no vamos a conocer fundamentos esenciales de nuestra fe, e inclusive NO VAMOS A COMPRENDER POR QUÉ MOTIVO ESTAMOS COMO ESTAMOS.

 

Así que la iniquidad ya no se enseña en el B'rit Hadashá, porque se asume que es un concepto sólo del Tanaj. Esta misma postura ya es inicua, porque está descartando la Ley. Dice el Adón: "Mi pueblo perece porque le faltó conocimiento". Así que estudiemos sin prejuicios el Tanaj, para poder enriquecernos y así poder entender aún más el B'rit Hadashá.

 

La anomía o la tendencia a desobedecer a Elohim y estar en continua rebelión es la semilla de maldad que se deposita en el ruaj del hombre en el momento en que es concebido. Así como un niño trae rasgos físicos y emocionales de sus padres y/o abuelos, también trae en su ruaj una grabación interna, un ADN ESPIRITUAL humano con el que heredamos el pecado que nos viene a todos de Adam, pero además, cada uno recibe también todas las cosas torcidas y malignas que han hecho nuestros padres, abuelos y demás generaciones pasadas.

 

El pecado de Yahudá escrito está con cincel de hierro y con punta de diamante; esculpido está en la tabla de su corazón, y en los cuernos de sus altares... YirmeYah 17:1

 

Hay pecados tales como el alcoholismo, la depresión, la promiscuidad, los vicios, el divorcio, etc., etc., muy acentuados en cada línea sanguínea y que se repiten de generación en generación. Y si no se trata con esto, la siguiente generación caerá en las mismas o peores situaciones en que cayeron sus padres.

 

He aquí, yo nací en iniquidad, y en pecado me concibió mi madre. Mizmor 51:5

 

La iniquidad afecta el comportamiento de las personas, afecta sus pensamientos y hasta las enfermedades físicas que vienen de generación en generación son consecuencias de la iniquidad, la anomía.

 

Por causa de la iniquidad muchas personas que en un tiempo eran excelentes, luego cambian y se vuelven irreconocibles. Gente que hace cosas malas que uno nunca se hubiera esperado, es a causa de la iniquidad, es porque se activó la semilla de maldad que traían, porque no aprendieron a controlarla. Claro, eso es algo que sólo puede hacerse con la ayuda del Ruaj haKodesh.

 

Unos padres alcohólicos o viciosos, por ejemplo, tendrán hijos que traen un programa, una grabación en su ADN espiritual con la tendencia al vicio. Además de eso, también heredará un cuerpo debilitado en los órganos implicados. No siempre ese "código genético" se activará (muchos padres borrachos tienen hijos que, justamente por ese motivo, odian el alcohol). Pero otros, con el paso del tiempo desarrollarán el deseo de beber o drogarse. Puede que las dos cosas, porque la tendencia es siempre a empeorar. Otro ejemplo es el de las mujeres muy decentes que se vuelven promiscuas en su edad adulta, se descontrolan totalmente en su sexualidad a causa de la iniquidad y así hay muchísimos ejemplos más. No decimos que se trata de un problema hormonal. Ese problema hormonal es justamente consecuencia de esas tendencias heredadas.

 

Para resumir, la anomía provoca un cambio inexplicable (para mal) en la conducta de una persona. No tomemos el problema de la iniquidad a la ligera, porque si no trabajamos con esta condición, nuestros hijos van a pagar las consecuencias.

 

Tú le muestras bondad a mil generaciones, pero retribuyes la maldad de los padres en sus hijos después de ellos. ¡Oh ha Él grande y poderoso, cuyo nombre es Yahweh de los Ejércitos! YirmeYah 32:18

 

Esto quiere decir que no vamos a pagar por los pecados de nuestros padres, pero Elohim NO NOS LIBRA DE LAS CONSECUENCIAS DE LOS PECADOS DE NUESTROS PADRES. Por ejemplo: si en una línea sanguínea hay gente que ha estado en prisión, es muy probable que los hijos también caigan en prisión, porque heredaron genéticamente la delincuencia de sus padres.

 

El malvado quedará atrapado en sus maldades; lo sujetarán las sogas de su pecado. Mishlei 5:22

 

El que siembra injusticia cosechará infortunio; su vara de su insolencia se quebrará. Mishlei 22:8

 

"¡Ah, pero yo estoy en Mashiaj y las cosas viejas pasaron!", dirán algunos. Con este pasuk tan mal aplicado se enseña que ya no tenemos que resolver el problema de la iniquidad. La verdad es que estar en Yahshua es entrar en pacto con El y recibir gratis la salvación que NO merecíamos, sin haber hecho absolutamente nada. Pero, de aquí en adelante, después de que recibimos la semilla de Yahshua en nuestro corazón, DEBEMOS TRABAJAR CON NUESTRA SANTIDAD, NUESTRA KEDUSHÁ, CON LA OBEDIENCIA, CON UNA VIDA ÍNTEGRA Y JUSTA. Si no hacemos esto, no aprovecharemos todos los beneficios del don de gracia de Mashíaj. Seremos salvos, es cierto, pero habremos apenas atravesado la puerta y nos sentaremos sin avanzar. Los que así hacen no entrarán en el Reino.

 

POR ESO LA ANOMÍA DEBE PARAR.

 

La iniquidad es heredar fracasos y maldiciones de nuestros padres y pasarlos a nuestros hijos, y es nuestra obligación quebrar el ciclo, tenemos que romper y parar con la secuencia para que nuestros hijos no repitan nuestra misma historia. La mala noticia es que si no paramos el ciclo, la cosa va empeorando y degenerando al paso de las generaciones familiares. Y como semilla, va pasando de generación en generación y se va retorciendo cada vez más.

 

Una familia en caos, donde hay adulterio, violencia, corrupción, o mismo donde hubo divorcio, los hijos después tendrán matrimonios múltiples o caerán en perversiones, o en pornografía, o en promiscuidad, ruina o escasez financiera, o tendrán familias totalmente disfuncionales y no es porque los hijos paguen por el pecado de sus padres, sino que traen una tendencia en su ADN espiritual que los hará repetir los mismos errores de sus padres, si es que no se corta esto a tiempo.

 

Los niños que ven a su papá con diferentes mujeres, en adulterio, en promiscuidad, muy probablemente harán lo mismo en su vida adulta. Los niños que tienen padres golpeadores tienen una gran posibilidad de ser golpeadores. Un lenguaje grosero, blasfemo, y de maldición también se hereda muy fácilmente a los hijos. Las niñas tenderán también a tener los pecados de su mamá.

 

Por ejemplo: hay familias completas obesas, y aunque la obesidad diríamos que no cuenta como algo condenable, se trata de un emergente que demuestra el condicionamiento interno de corrupción del cuerpo. El tipo de alimentación que conduce a la obesidad es siempre consecuencia de tratar de satisfacer la gula de la carne, combinado con situaciones de estrés, baja autoestima, etc. Y así, de esta manera, el mal hábito en la alimentación se va pasando de generación en generación, dando lugar a hijos con problemas de salud de todo tipo, que ya vienen con sus órganos con deficiencias y malformaciones heredadas. Una persona enferma no puede dar a luz hijos saludables. Genética es genética. No podemos pasar a nuestros hijos lo que con toda terquedad nos hemos empeñado en destruir. Nadie puede dar lo que no tiene. Y hasta la salud nosotros hemos perdido, a consecuencia de nuestra ANOMÍA.

 

Hasta la forma de alimentarnos heredamos de nuestros padres y tenemos que cambiar eso si notamos que hemos aprendido a alimentarnos con excesos.

 

"Y los pecados de sus padres también –dice Yahweh– porque hicieron ofrendas sobre los montes y se me enfrentaron sobre las colinas. Yo les contaré su recompensa completa, en su seno". YeshaYah 65:7

 

Estas desgracias nos sobrevienen por una acumulación generacional de transgresiones que atraen las maldiciones de Yahweh, por desobedecer su Torah:

 

Pero si no obedeces a Yahweh tu Elohim para observar fielmente todos sus mandamientos y leyes que yo te ordeno hoy, todas estas maldiciones vendrán sobre ti y se realizarán: Maldito serás en la ciudad y maldito serás en el campo... Yahweh desatará contra ti calamidad, pánico, y frustración en todas las empresas que inicies, de modo que serás exterminado por completo a causa de tus malas obras al abandonarme... El cielo sobre tu cabeza será de cobre y la tierra bajo tus pies, de hierro... Andarás a tientas al medio día como anda a tientas un ciego en la oscuridad; no prosperarás en lo que emprendas; te verás constantemente oprimido y explotado, sin nadie que te ayude. Si pagas los desposorios por una esposa, otro hombre la disfrutará. Si construyes una casa, no la vivirás. Si plantas una viña, no la cosecharás... Tus hijos e hijas serán entregados a otro pueblo, mientras lo presencias, y tus ojos se cansarán de esperarlos, pero no podrás hacer nada. Un pueblo que no conoces se comerá el producto de tu suelo y todo tu grano; te verás oprimido y maltratado continuamente, hasta que te vuelvas loco por lo que ven tus ojos... Yahweh te dirigirá, con tu rey que has puesto sobre ti, a una nación desconocida para ti y para tus padres, donde servirás a otras deidades, de madera y piedra. Serás el asombro, el refrán, y la burla entre todos los pueblos a los que te lleve Yahweh...

El extranjero en tu medio se alzará sobre ti cada vez más alto, mientras tú te hundes cada vez más bajo: él será tu acreedor, pero tú no serás su acreedor; él será la cabeza y tú la cola. Todas estas maldiciones te caerán, te seguirán y te alcanzarán, hasta que quedes eliminado, porque no le hiciste caso a Yahweh ni guardaste los mandamientos y las leyes que te ordenó. Ellas servirán como señales y pruebas contra ti y tu linaje para siempre. Porque no quisiste servir a Yahweh tu Elohim con gozo y alegría por la abundancia de todo, tendrás que servir –con hambre y sed, desnudo y careciendo de todo– a los enemigos que Yahweh soltará contra ti. Él pondrá un yugo de hierro sobre tu cuello hasta que te haya eliminado. Yahweh traerá contra ti una nación de lejos, del fin de la tierra, la cual se abalanzará como el águila –una nación cuyo idioma no entiendes, una nación fiera que no le mostrará consideración al viejo ni misericordia al joven. Devorará la prole de tu ganado y el producto de tu suelo, hasta que quedes eliminado, no te dejará nada de grano, de vino nuevo, ni de aceite, de becerros de tus manadas ni de corderos de tus rebaños, hasta que te haya llevado a la ruina. Te encerrará en todos tus poblados por toda tu tierra hasta que haya caído toda muralla fortificada y alta en que confías. Y cuando estés encerrado en todos tus poblados por toda tu tierra que Yahweh tu Elohim te haya asignado...

Yahweh los esparcirá entre todos los pueblos desde un extremo de la tierra hasta el otro, y allá les servirán a otras deidades, de madera y de piedra, las que ni ustedes ni sus ancestros han experimentado. Sin embargo, aun entre esas naciones no hallarán paz, ni hallarán sus pies un lugar donde reposar. Yahweh les dará allá un corazón angustiado y ojos que desfallecen y un ánimo abatido. La vida a la que se enfrentarán será precaria; estarán en terror, noche y día, sin ninguna seguridad de sobrevivir. Por la mañana dirás: "¡Si llegara la tarde!". Y por la tarde dirás: "¡Si llegara la mañana!" –a causa de lo que temerá tu corazón y de lo que verán tus ojos. Yahweh te enviará de nuevo a Mitsráyim en galeras, por una ruta que te dije que no debías volver a ver. Allá se ofrecerán ustedes en venta a sus enemigos como esclavos y esclavas, pero nadie los comprará.

Devarim 28:15-16, 20, 23, 29-30, 32-34, 36-37, 43-52, 64-68

 

 

¿Cómo Nos Deshacemos De La Anomía?

 

Para resolver el problema de la iniquidad debemos entrar en un proceso con Elohim, porque no se resuelve diciendo: "Abba, perdóname por mis pecados". Esto es muy vago y muy general, y Elohim en su Palabra nos enseña a ser muy específicos, porque Él quiere que CONOZCAMOS A FONDO ESE MAL QUE NUESTROS PADRES DESEARON CONOCER, PARA PODER EXPERIMENTAR EN CARNE PROPIA QUE EL BIEN ES SUPERIOR AL MAL. Debemos tratar con cuidado y tiempo los asuntos espirituales.

 

Pero si diriges tu mente y extiendes hacia Él tus manos, si hay maldad en tus manos, elimínala, y no dejes que la injusticia resida en tu morada; entonces, libre de mancha, mantendrás la frente en alto, y cuando estés en aprietos, no temerás. Iyov 11:13-15

 

Pero si éste engendra un hijo que ve todos los pecados que su padre cometió y teme, y no hace cosas como éstas –no come sobre los montes, no alza sus ojos hacia los ídolos de la casa de Yisrael, no mancilla a la mujer de su prójimo, no oprime a nadie, no toma prenda, no comete robo, da de su pan al hambriento y cubre con ropa al desnudo, retrae su mano de la maldad, y no presta con usura ni cobra intereses, ejecuta mis decretos y camina según mis estatutos–, éste no morirá por el pecado de su padre; ciertamente vivirá. Yahjezquel 18:14-17

 

Quiere decir claramente que es decisión propia caer en los mismos errores de nuestros padres, o apartarnos para no cometer los mismos pecados. Es claro que cada cual morirá por su propia maldad. El Adón nos hace responsables a cada uno de nuestras elecciones y nuestras decisiones. No podremos decir: YO SOY ASÍ POR CULPA DE MI PAPÁ O DE MI MAMÁ.

 

La buena noticia, es que uno mismo puede ANULAR la iniquidad, uno mismo no debe consentir que more en nuestra casa la injusticia. UNO MISMO debe echar la iniquidad de su mano, cuando determina no caer en los mismos errores en que cayeron sus padres. Esa es toda la clave.

 

Yahshua Ha Mashiaj hizo una obra completa y perfecta en el madero para que vivamos una vida de muchísima calidad. Nos dio la Salvación y el poder de tener un nuevo propósito, cuando dijo que en Mashiaj todas las cosas son hechas nuevas. Muchos se agarran de éste pasuk para decir que las maldiciones o la iniquidad ya no están activas. Yahshua conquistó la enfermedad, las maldiciones y muerte en el madero para darnos de su salvación y su victoria a través de su Sangre derramada, pero depende de nosotros trabajar y aplicar esa salvación a todas aquellas cosas que nos impiden la bendición de Elohim.

 

 

¿Cómo Arrancar La Iniquidad De Nuestras Vidas?

 

Ya que como hemos visto, la iniquidad es ANOMÍA (estar sin Ley), evidentemente la solución es más que simple: OBEDECER LA LEY. Restauremos completamente nuestra relación con el Adón y obedezcamos la Torah.

 

  • Dejar la religión y buscar una relación genuina con el Padre y con Yahshua Ha Mashiaj.

  • Dejar de practicar el pecado. TEMER A YAHWEH. Dejar los vicios, el adulterio, las mentiras, la doble moral, la doble vida, las malas compañías, la pornografía, los pleitos, los asuntos carnales, el materialismo, la idolatría, la pérdida de tiempo, etc., etc. CADA PRÁCTICA PECAMINOSA nuestra será pagada por nuestros hijos en el futuro, porque al no hacer nada, nosotros les heredamos el potencial de la maldad.

  • Cada uno debe determinar y resolver que NO VOLVERÁ A COMETER los mismos errores y pecados de sus padres. Confesemos a Elohim todos los pecados de nuestros antepasados, y los nuestros también, para que se pueda limpiar nuestra línea sanguínea.

  • La Torah nos indica que debe haber una LIMPIEZA GENERACIONAL, con la confesión de pecados (maldad) de nuestros ancestros. Nuestros padres y demás ancestros, sin duda, han sido perversos. Y es porque no han conocido a Elohim y han practicado todo tipo de perversión. La ÚNICA manera de limpiar nuestra línea generacional es a través del arrepentimiento por intercesión, así como lo enseña la Torah.

 

  • Leamos, escudriñemos, cavemos, busquemos, investiguemos en serio la Palabra de Elohim y enterémonos más de los pensamientos de Elohim y Sus planes para el hombre. Leamos el Tanaj (Antiguo Testamento) sin prejuicios. Tanto el Tanaj como el B'rit Hadashá se deben conocer a cabalidad, porque sin el uno, se pierde la comprensión del otro. La ignorancia de la Palabra nos va a mantener con muchas ataduras. Amemos la Palabra de Elohim. TODA.

 

  • CONGREGUÉMONOS. Busquemos un grupo sano para reunirnos a orar y aprender de la Palabra, no tiene que ser una congregación física siquiera. Cuando hayan crecido y avanzado, todos podrán ayudar a otros en su misma casa. Así hacían los primeros creyentes. Cuando uno deja de congregarse se enfría, y se seca nuestra vida espiritual, porque no alcanza con la relación vertical, necesitamos también la horizontal, la del Cuerpo. Elohim diseñó la congregación de los hermanos para que aprendamos a amarnos, a trabajar juntos y a ser conformados unos "contra" otros, como piedras moldeadas, para tener un encaje perfecto. Congregarse con otros creyentes es la voluntad, la predestinación de Elohim para el hombre para nuestro perfeccionamiento, santificación, restauración, y hasta para construir la santificación que Yahshua Ha Mashiaj conquistó en el madero.

 

Por otro lado, es muy importante que también acerquemos a Elohim a nuestros hijos. Es extremadamente importante que nuestros hijos sean enseñados en la Torah desde pequeños, justamente para evitar estas maldiciones generacionales. Cada uno es responsable delante de Elohim de que nuestros hijos aprendan la Palabra y la fe. Nuestro ejemplo de vida es crítico para ellos: sólo así ellos aprenderán a confiar en el Elohim que nosotros confiamos. Leamos con ellos la Palabra tan frecuentemente como sea posible.

 

Enseñémosles a interpretar las Escrituras, meditemos juntos sobre el tema que estamos leyendo, oremos juntos, escuchemos alabanzas y sobre todo, unámonos en los momentos difíciles a orar en familia. Ustedes no se imaginan el poderoso impacto en la mente de los hijos cuando han orado todos juntos y el milagro se produce... Ese beneficio espiritual es invaluable, eso construirá una fe y una confianza que hará que ellos teman, respeten y obedezcan al Adón por toda su vida, y es una garantía de la esperanza que ellos van a tener cuando lleguen los tiempos difíciles.

 

Practiquen una vida kadosh siempre, un estilo de vida sano, y sus hijos nunca serán llevados por cualquier viento o pensamientos que estén de moda. Pero si sus hijos NO son instruidos en la Palabra de Elohim, tarde o temprano llevarán un estilo de vida indeseable y siempre serán un quebranto para sus padres. Elohim siempre cumple sus promesas, tanto las buenas como las malas.

 

Llamo al cielo y a la tierra por testigos contra ti hoy: He puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge la vida –si quieres vivir tú y tu linaje– por medio de amar a Yahweh tu Elohim, obedecer sus mandamientos, y aferrarte a él. Porque en eso tendrás vida y durarás mucho sobre el suelo que Yahweh tu Elohim juró que les daría a tus ancestros, Avraham, Yitzjak y Yaakov. Devarim 30:19-20

 

La Palabra dice:

 

Yahweh, lento para la ira y abundante en bondad; que perdona la maldad y la transgresión; pero que no remite todo castigo, sino que castiga la maldad de los padres sobre los hijos, sobre la tercera y la cuarta generación. Bamidbar 14:18

 

Nuestros padres pecaron y ya no existen; nosotros cargamos con su castigo. Ejah/Lamentaciones 5:7

 

Así ha dicho Adonay Yahweh: "El día en que yo los purifique de todas sus iniquidades, haré también que sean habitadas las ciudades y que sean reconstruidas las ruinas. Yahjezquel 36:33

 

Por tanto, yo los juzgaré a cada uno según sus caminos, oh casa de Yisrael, dice Adonay Yahweh. Arrepiéntanse y vuélvanse de todas sus transgresiones, para que la iniquidad no les sea causa de tropiezo. Yahjezquel 18:30

 

Cuando los padres tienen un pasado donde hubo mucho pecado, los hijos muchas veces tienden a reclamarles diciendo: "¿Qué me vas a decir tú a mí, tú que has hecho tantas cosas malas, qué me vas a venir a enseñar? ¿Con qué autoridad moral vas a enseñarme?"

 

Los hijos a veces son los jueces más duros de los padres. Es por eso que es correcto decir a los hijos que los cuidamos para que ellos no cometan los mismos errores que nosotros cometimos. Claro que para eso debemos HABER CAMBIADO. El mensaje hipócrita nunca es bien recibido. Eso es exactamente lo que enseña la Palabra: NO REPETIR ERRORES DE NUESTROS PADRES. Les vamos a decir que por eso los vamos a cuidar y a no permitir que caigan en nuestros mismos errores. Por otro lado, es sumamente importante enseñar a nuestros hijos que NO NOS ACUSEN ni CRITIQUEN, eso es deshonrar a los padres y acarrea pobreza y maldición sobre ese hijo acusador. La Palabra no tolera deshonrar a los padres, aunque éstos hayan sido abusivos. Ellos deben recordar que su obligación es HONRAR PADRE Y MADRE. Cuando ellos se rebelan de esta forma, simplemente están activando el gen de rebeldía que los conducirá a más de lo mismo que sus ancestros. Es un bien para ellos mismos, uno que promete alargarles la vida (Devarim 5:6).

 

En conclusión: si resolvemos el problema de la iniquidad en nuestras vidas, también se resuelven el problema del pecado, la transgresión y la rebelión, porque todas estas cosas son ANOMÍA, actuar fuera de la Ley.

 

La semilla de iniquidad no reconoce tiempo para germinar, lo puede hacer en la niñez, juventud, adolescencia, o aún en la vejez, sólo que es tan llamativo que en la edad adulta, cuando uno ya debería haber adquirido madurez y sensatez, uno se vuelva insensato y necio y caiga tanto hasta tocar fondo. Todo ocurre porque había una semilla de iniquidad en sus vidas que no fue destruida, y esta semilla germinó. Diríamos que el mal se despertó.

 

 

¿Es Posible Destruir La Semilla De Iniquidad?

 

Sí, es posible, y para eso recurrimos a una oración de liberación donde confesamos a Elohim los pecados de nuestros antepasados y los nuestros propios y pedimos que Elohim renueve su bendición sobre nosotros y nuestra descendencia. También comprometernos ante Elohim que no vamos a caer en los mismos pecados de nuestros padres.

 

...y confesarán su maldad y la maldad de sus padres, con la que transgredieron contra mí, sí, que fueron hostiles hacia mí. Cuando yo, a mi vez, haya sido hostil hacia ellos y los haya echado a la tierra de sus enemigos, entonces por fin se humillará su obstinado corazón, y expiarán su maldad. Entonces recordaré mi alianza con Yaakov; recordaré mi alianza con Yitzjak, y también mi alianza con Avraham; y me acordaré de la tierra. Vayikra 26:40-42

 

Tenemos tantos privilegios espirituales que no conocemos y por lo tanto quedan sin ser reclamados. Sea el caso que sea, se debe destruir la semilla de iniquidad. Lo mejor es orar antes de que las cosas sucedan. Hay que matar la semilla de iniquidad antes de que aflore, antes de que germine y tome fuerzas. Debemos tomar poder en el nombre de Yahshua y destruir, frustrar y deshacer todo plan de las tinieblas, todo diseño que está en los depósitos del Reino de haSatán, destruir esa semilla que aún no germinó, para que muera y no nos afecte a nosotros, ni a nuestra descendencia.

 

 

La Semilla De Enfermedad

 

Es lo mismo que la semilla de iniquidad, y son las enfermedades que vienen en la línea sanguínea por algún motivo específico, pero que no siempre se declaran. Si en la familia hubo cáncer, diabetes, locura, males cardíacos, alergias, artritis, reumas, hipertensión, derrames cerebrales, etc., etc., es muy posible que todos traigan latente esa semilla de enfermedad que hay que destruir antes de que germine y comience a crecer. Más vale prevenir que lamentar. Hágalo hoy, destruya ahora la semilla de enfermedad, para que nunca se reproduzca, ni avance en usted, ni en su descendencia.

 

...y los pecados de sus padres también –dice Yahweh– porque hicieron ofrendas sobre los montes y se me enfrentaron sobre las colinas. Yo les contaré su recompensa completa, en su seno".

YeshaYah 65:7

 

Así ha dicho Adonay Yahweh: "El día en que yo los purifique de todas sus iniquidades, haré también que sean habitadas las ciudades y que sean reconstruidas las ruinas. Yahjezquel 36:33

 

Estas enfermedades sobrevienen por desobediencia, por causa de la maldición de Yahweh:

 

Yahweh hará que se te pegue la plaga, hasta que haya acabado contigo en la tierra en la que estás entrando para poseerla. Yahweh te herirá con tuberculosis, fiebre e inflamación, con calentura y sequía, con frustración y enmohecimiento; estos te perseguirán hasta que perezcas... Yahweh te herirá con la inflamación de Mitsráyim, con hemorroides, ampollas, y picazón, de las cuales nunca te recobrarás... Yahweh te afligirá en las rodillas y los muslos con una severa inflamación, de la que nunca te recobrarás –desde la planta de tu pie hasta la coronilla de tu cabeza...

Si fallas en observar fielmente todos los términos de esta Torah que está escrita en este libro, para reverenciar este honorable y respetable Nombre, Yahweh tu Elohim, Yahweh te infligirá plagas extraordinarias a ti y a tu linaje, plagas extrañas y duraderas, enfermedades malignas y crónicas. Volverá a traer sobre ti todas las dolencias de Mitsráyim que tanto temías, y se te pegarán. Además, Yahweh traerá sobre ti todas las otras enfermedades y plagas que no se mencionan en este libro de la Torah, hasta que quedes eliminado.

Devarim 28:21-22,27,35,58-61

 

La enfermedad puede ser también psíquica, no sólo física.

 

Yahweh te herirá con locura, ceguera y desánimo. Devarim 28:28

 

Es una más de las maldiciones que sobrevienen a los que desobedecen Su Torah.

 

Sabemos que hay maldición de atadura y herencia psíquica cuando una misma enfermedad mental "salta" de generación en generación.

 

Por ejemplo si la bisabuela tuvo locura, la tía también tuvo locura, la mamá tuvo locura, es evidente que hay una maldición de atadura de herencia psíquica en la línea sanguínea. Otros ejemplos son: depresión, suicidio, bipolaridad, jaquecas, todo tipo de psicosis, mal genio, doble ánimo, inconstancia, desidia, necedad, vicios, jaquecas, migrañas etc., etc.

 

 

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