Economía crece con los síntomas de la "enfermedad uruguaya", según expertos

Con ese horizonte, se espera que la economía siga creciendo cercano a su potencial e incluso algo por encima de 3%, que la inflación repunte levemente –hasta niveles más cercanos a 7%– y que el tipo de cambio real siga depreciado sin correcciones significativas, proyectó la consultora en una de sus reuniones de coyuntura que organizó este martes.

Todo ello sin olvidar el repunte progresivo de las economías de Argentina y Brasil, que si bien todavía es tímido, en general tiene efectos positivos para Uruguay, primero por el encarecimiento en dólares de la región y ahora por la reactivación de la actividad.

Para el economista, Alfonso Capurro, los números que muestra la economía son buenos porque el estancamiento de 2015 quedó atrás, y porque se está creciendo a 4,5% si se quita el efecto negativo por el cierre de la refinería de ANCAP. En ese sentido, destacó que el boom turístico –por el abaratamiento en dólares respecto a la región– y del consumo, que reflejan los números de crecimiento, es algo bastante parecido a lo que ocurrió en la década de 1990. Eso dio origen a un paper de investigadores del Banco Central titulado Modelo para comprender la enfermedad uruguaya, cuando la región genera efectos positivos sobre el país pero con ganadores y perdedores. "En procesos de este tipo en donde el shock viene desde la región se generan efectos asimétricos. Los ganadores son el consumo y el turismo, y los perjudicados los sectores transables tradicionales que ven afectada su rentabilidad, por eso los autores lo denominaban la enfermedad uruguaya", ejemplificó Capurro.

El experto añadió que un caso de manual de texto "diría que cuando se enfrenta un shock de este tipo lo que hay que hacer es evitar que el gasto siga subiendo, generar un superávit primario genuino y con eso comprar dólares para evitar la apreciación del tipo de cambio real". "Eso no lo estamos haciendo, con lo cual la política fiscal –que es una herramienta posible para minimizar las asimetrías sectoriales– no está ayudando", explicó.

A modo de ejemplo, mencionó el uso de las tarifas públicas para estabilizar los desequilibrios fiscales.

"Pese a la rebaja de julio, el sobrecosto del gasoil sigue en torno a 30% y los consumidores están pagando casi US$ 400 millones de sobrecosto por año", apuntó. De todas formas, Capurro señaló que independientemente de las características asimétricas que tiene el ciclo actual, el proceso de crecimiento "durará un tiempo más" al menos hasta 2019.

Macri y "las bengalas"

Para tener una idea más acabada sobre la coyuntura argentina, CPA Ferrere invitó al analista político Sergio Berensztein. El experto sostuvo que Argentina "posiblemente va estar mejor" y "se va a ir ordenando", pero llamó a tener cautela. Según dijo, la complejidad para implementar las reformas estructurales que se propone el gobierno de Mauricio Macri "es enorme", porque la economía política está organizada mucho más respecto al antiguo régimen que al que el presidente quiere construir.

El experto señaló que desde noviembre se debería esperar que el gobierno intente avanzar en reformas orientadas a una mayor competitividad del país. Entre ellas, mencionó la reforma tributaria, laboral, una modernización del Estado, financiamiento de la seguridad social y una ley de responsabilidad fiscal para comprometer a las provincias a bajar el gasto público. Pero sabiendo que es "muy difícil" las autoridades usarán la estrategia que llamó de "las bengalas".

"El gobierno va a dar permanentemente señales; señales de que quiere avanzar. Si no lo logra va a decir: 'no pude pero lo intenté", afirmó.