17 de junio 2019 - 00:01

Dificultades para refinanciar la deuda en 2020-2021

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La mayoría de los analistas locales toman el escenario internacional como algo estático y sin la posibilidad de que afloren mayores dificultades en los próximos tiempos. Sin embargo, ese análisis resulta miope y altamente peligroso.

La política de tasas de interés cercanas a cero, que llevaron a cabo conjuntamente los principales Bancos Centrales del mundo en los últimos 10 años, ha implicado una baja sensible de la calidad de la deuda de todo tipo (corporativa, financiera y gubernamental) a nivel global.

Esto es consecuencia de los incentivos propuestos: si a una entidad se le permite tomar crédito a un precio artificialmente bajo, tomará mucho más crédito del que debiera tomar e incluso lo hará de modo irresponsable.

Uno de los focos más alarmantes de este problema se encuentra en los Estados Unidos en lo que es deuda corporativa.

La deuda corporativa americana es hoy de casi 10 billones de dólares, un 52% mayor a lo que era hace 10 años. Pero si miramos la deuda BBB que es el segmento de menor calidad dentro de lo que se considera “grado de inversión”, esta deuda era 10 años atrás un tercio del total y hoy es la mitad.

Esta emisión de deuda corporativa vino a suplantar toda la deuda que quitó de circulación la Reserva Federal a través de sus compras agresivas de Títulos del Tesoro.

Sin embargo las corporaciones actuaron de manera altamente irresponsable con esta deuda que tomaron, principalmente para la recompra sus propias acciones y para realizar fusiones y adquisiciones de manera muy agresiva.

En principio esto no debería ser una dificultad, salvo que la economía americana pudiera entrar una recesión, y este es justamente el problema que ahora enfrenta. La discusión ya no pasa a ser si habrá o no recesión, sino si comenzará a manifestarse a finales de 2019 o comienzos de 2020.

Como consecuencia de esta recesión, habrá una parte de la deuda BBB que recibirá un downgrade, y al perder su condición de grado de inversión muchos fondos se verán obligados a desprenderse de esta deuda, subiendo la tasa implícita de interés de esos títulos.

Lo que esto pone de relieve es que en el momento que Argentina necesite refinanciar en 2020 o 2021, va a haber una cantidad creciente de participantes que necesitarán refinanciar a tasas más altas. No olvidemos tampoco que uno de los principales entes que refinanciarán en el 2020 de forma muy agresiva será el Tesoro de los Estados Unidos.

Es decir que mirar solamente las condiciones propias de la Argentina para ver si podremos o no refinanciarnos resulta insuficiente, ya que hay que empezar a ver quienes serán los otros que necesiten refinanciar y cuales serán las condiciones en las cuales lo podrán hacer.

Queda claro que la situación crediticia global va camino a empeorar en los próximos años de manera preocupante.

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