La asociación de familiares expone en un comunicado que «la simbología nazi con la que han pretendido señalarnos y que cuenta, en la actualidad, con el viento favorable de la involución que se produce en el Estado español, la entendemos en el contexto de boicotear la labor de nuestra asociación, que no es otro que aportar a la sociedad vasca para avanzar en el camino de la resolución y la convivencia».

Ante lo que consideran un ataque a su actividad, Etxerat afirma que seguirá trabajando en la asistencia, el asesoramiento y el acompañamiento a familiares y personas allegadas a los y las presas, exiliadas y deportadas vascas.

«Nuestra propia razón de ser nos ha llevado a padecer impedimentos y dificultades, cuando no agresiones para desarrollar nuestra labor. Nunca, por lo tanto, pintadas como las sufridas en nuestra sede en Gasteiz van a frenar nuestro compromiso de trabajo para aportar en la configuración de un nuevo espacio de paz y de convivencia para este país», han manifestado.