Dimite Antonio Rubio, presidente del Gremio de Hoteleros de Barcelona
En la reunión del Gremio de Hoteleros de Barcelona, celebrada ayer, el hasta ahora presidente Antonio Rubio se vio forzado a presentar su dimisión y poner el cargo a disposición del gremio. Esta entidad optó por abrir un proceso electoral que permita la elección de un nuevo presidente, según manifestaron diversas fuentes del sector hotelero. La situación de Antonio Rubio Garcés al frente del Gremio de Hoteleros de Barcelona se había hecho insostenible desde que perdió, por impago de un crédito del Deutsche Bank por valor de 600 millones de pesetas, el Gran Hotel Rey Don Jaime, de Castelldefels. En el gremio se considera a Rubio un hombre próximo al presidente de Husa, Joan Gaspart. Rubio ocupa también la presidencia de la Confederación Empresarial de Hostelería de Cataluña. Hasta ayer, Rubio había resistido diversas presiones del sector para que abandonase el cargo, a pesar de que se daba la paradoja de que el presidente del Gremio de Hoteleros ya no tenía ningún hotel. La empresa de Rubio es Hoteles Confort, que se halla sumida en una compleja situación financiera, ya que con un capital de sólo 211 millones de pesetas acumula deudas por valor de 2.400 millones de pesetas. Con la dimisión de Rubio, se abre la oportunidad para que el sector más renovador de los hoteleros de Barcelona, entre los que se incluyen la familia Soldevilla, propietaria del hotel Majestic, y Jordi Clos, presidente de Derby Hotels, presentara una candidatura a la presidencia del gremio. En las últimas semanas, la situación de Rubio en el sector se había agravado a causa del enfrentamiento con el grupo Soteras, nuevo titular del Gran Hotel Don Jaime. Rubio se había negado, incluso, a abandonar el edificio. El Instituto Catalán de Finanzas (ICF) se adjudicó el hotel de Rubio con el objetivo de venderlo posteriormente. El grupo hotelero Soteras, propietario de dos hoteles en Castelldefels, adquirió después el hotel, pagando 975 millones de pesetas. Rubio denunció que el precio de la venta aceptado por el ICF es inferior al de mercado.
