En un esfuerzo federal masivo, el presidente Donald Trump pidió al Congreso el martes que acelerara una ayuda financiera de emergencia por la cual se enviaría cheques al público, ofreció a los militares para habilitar hospitales tipo “MASH” e imploró a la gente común -en particular a los “milenios” socialmente activos- a hacer su parte quedándose en casa para detener la propagación del coronavirus.
Su propuesta de paquete económico podría acercarse a un billón de dólares (un trillón en inglés), una iniciativa de rescate no vista desde la Gran Recesión. Trump quiere que se envíen cheques al público en dos semanas y ha instado al Congreso a aprobar el sorprendente paquete de estímulo en cuestión de días.
Como los analistas advierten que el país seguramente está entrando en una recesión, el gobierno está lidiando con una enorme empresa política con ecos de la crisis financiera de 2008.
En el Capitolio, el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, prometió que el Senado no se retiraría hasta que el trabajo estuviera hecho.
"Obviamente, tenemos que actuar", dijo McConnell. "No nos iremos de la ciudad hasta que hayamos construido y aprobado otro proyecto de ley."
Pero primero, dijo McConnell, el Senado votará sobre el paquete de 100 mil millones de dólares de la Cámara de los Comunes en subsidios por enfermedad, alimentos de emergencia y pruebas gratuitas, poniéndolo de nuevo en camino para la firma de Trump -a pesar de las objeciones republicanas. "Amordázalo y vota por él de todos modos", aconsejó a sus colegas.
Los senadores se reunieron en el Capitolio, que de otra manera estaría cerrado, mientras se imploraba a los americanos de todo el país que prestaran atención a los consejos y evitaran las multitudes. Los adultos jóvenes, en particular, están siendo instados a dejar de salir porque incluso personas aparentemente sanas pueden estar propagando el virus que causa la enfermedad COVID-19.
Aun así, las elecciones primarias presidenciales se desarrollaron en Florida, Illinois y Arizona. La de Ohio fue suspendida horas antes de que se abrieran las urnas.
Después de una caída salvaje a principios de semana, el mercado de valores subió cuando Trump y sus ayudantes esbozaron elementos del paquete de rescate económico en una sesión informativa. Los economistas dudaban que eso fuera suficiente para detener la pérdida de millones de empleos, aunque fuera a corto plazo.
Más grande que el rescate bancario de 700.000 millones de dólares de 2008 o la ley de recuperación de 2009 de casi 800.000 millones de dólares, la propuesta de la Casa Blanca tiene como objetivo proporcionar un recorte masivo de impuestos para los asalariados, 50.000 millones de dólares para la industria aérea y 250.000 millones de dólares para las pequeñas empresas. Dos personas familiarizadas con el paquete lo describieron a la Prensa Asociada con la condición de anonimato porque no estaban autorizados a hablar en público.
La cantidad que se enviaría en cheques a los estadounidenses aún no se ha revelado. La Casa Blanca dijo que le gustaba la idea del senador republicano Mitt Romney de los cheques de 1.000 dólares, aunque no necesariamente por esa suma y no para personas más ricas.
"Esta es una situación única", dijo el Secretario del Tesoro Steve Mnuchin, al salir de una sesión informativa privada de los senadores republicanos. "Hemos puesto sobre la mesa una propuesta que atraería un trillón de dólares a la economía."
Un líder republicano, el senador John Thune de Dakota del Sur, dijo a los periodistas después que "podría ser" hasta un billón de dólares.
Los senadores demócratas produjeron su propia propuesta de 750.000 millones de dólares, que incluye 400.000 millones de dólares para reforzar los hospitales y otras operaciones de emergencia en respuesta a la pandemia mundial y 350.000 millones de dólares para reforzar la red de seguridad con cheques de desempleo y otras ayudas a los estadounidenses.
"La ayuda tiene que ser primero para los trabajadores", dijo el líder de la minoría en el Senado Chuck Schumer, no lo que sucedió en 2008, cuando los grandes bancos tuvieron prioridad. Schumer también dijo que es hora de llamar a la Guardia Nacional para que proporcione seguridad mientras las comunidades se recuperan de la crisis.
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