El gurú del periodismo del nuevo milenio

CONNECTAS conversó con Rosental Calmon Alves, ganador del premio María Moors Cabot 2016, que reconoce la excelencia en el periodismo y a los profesionales cuya trayectoria ayuda a una mejor comprensión de las Américas.

Después de décadas de exitosa carrera como reportero y editor en medios brasileños, Rosental Calmon Alves se decidió a compartir sus conocimientos como docente y se convirtió en pionero del mundo digital: en 1997-1998 dictó la primera clase de periodismo en línea en la Universidad de Austin, Texas.

No se trataba de un salto inesperado. En 1991, ya había creado el primer servicio en línea de noticias de finanzas en tiempo real, el primero de su clase en Brasil, y en 1994, Alves había liderado el lanzamiento de la edición digital del Jornal do Brasil, convirtiéndolo en el primer periódico brasileño disponible en internet.

En 2002, tradujo esa experiencia profesional en un proyecto ambicioso: fundó y asumió las riendas del Centro Knight de Periodismo de las Américas, desde donde ha fomentado la colaboración trasnacional entre periodistas y ha posibilitado la formación de comunicadores de más de 80 países, a través de sus cursos masivos en línea.

Ese recorrido fue reconocido, en la edición de 2016, por el premio María Moors Cabot a la excelencia en el periodismo, que es conferido por la Universidad de Columbia a aquellos profesionales cuya trayectoria ha ayudado a un mayor entendimiento de las Américas. Junto con él fueron galardonados Rodrigo Abd, (Associated Press, Estados Unidos); Margarita Martínez, (directora independiente, Colombia); Óscar Martínez (El Faro, El Salvador). La mención especial fue conferida a Marina Walker Guevara y al equipo de los Panama Papers, International Consortium of Journalists (ICIJ).

Margarita Martínez, Rodrigo Abd, Oscar Martínez y Marina Walker. Fotos tomadas de la página oficial de la Universidad de Columbia
Margarita Martínez, Rodrigo Abd, Oscar Martínez y Marina Walker. Fotos tomadas de la página oficial de la Universidad de Columbia

Alves, quien se ha distinguido por ser un trabajador incansable, visionario, y un promotor de la libertad de expresión en la escuela de Periodismo de la Universidad de Austin, Texas, enfatizó, en entrevista con CONNECTAS, cómo el periodismo, la comunicación digital y la colaboración trasnacional hoy caminan de la mano.

“Con tantas aplicaciones y herramientas disponibles hoy, el periodista no puede perder de vista el periodismo, ni la necesidad de contar historias relevantes para la sociedad (…) el periodista del nuevo milenio no puede perder de vista los elementos básicos del periodismo: investigar, hablar con personas, hacer trabajo de campo, que es lo que vuelve al periodismo de calidad”, sostiene. “Hay muchas personas que quedan fascinadas con estos juguetes y pierden lo que son los elementos esenciales del periodismo. He sido por 20 años un gran entusiasta de la revolución digital, pero de lo que se trata esto es sobre periodismo y sobre el rol que juega en una sociedad democrática”.

Asimismo, enfatiza la necesidad de verificar fuentes, y luego saber contar eso de una manera interesante. Tener la capacidad de transformar lo importante para la sociedad en una narrativa que atraiga la atención de la gente.

Juzga indispensable que el periodista entienda el ecosistema mediático donde se desenvuelve. “Antes no había que entender de tecnología, ni de métodos de distribución, porque era un asunto que atañía a la empresa de comunicación que lo contrataba”, explica. “Hoy, por ejemplo, estar en las redes sociales, conocer las herramientas digitales que son importantísimas en el trabajo periodístico son fundamentales para el periodista del nuevo milenio”.

El primer brasileño seleccionado para una beca Nieman Fellow de la Universidad de Harvard añade que el periodista tiene la obligación de “reinventarse de una manera constante”, porque la profesión atraviesa “un periodo de transición, de formación, hacia un nuevo periodismo”. Afirma que el ecosistema de medios está cambiando cada vez más y diferenciándose del ecosistema anterior. “El periodista tiene que acostumbrarse a estos cambios, no puede decir que no sabe nada de computación, porque estas tecnologías son parte de su quehacer diario”, recalca Alves, consejero del comité del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, quien ha motorizado y acompañado proyectos como la Asociación Brasileña de Periodismo Investigativo, el Foro de Periodismo Argentino (Fopea) y es miembro del Board de CONNECTAS.

La colaboración, presente y futuro del periodismo

El excorresponsal del Jornal do Brasil en Madrid, Buenos Aires, Washington y Ciudad de México suma cinco años dictando una clase de periodismo emprendedor y celebra que “las barreras de entrada en el mercado editorial se redujeran muchísimo”. Recuerda cuánto costaba en el pasado poder iniciar un proyecto editorial, la gran inversión que se requería, y le alegra que la situación haya cambiado.

“Cada persona es potencialmente un medio de comunicación. No todos son periodistas, pero pueden incurrir en prácticas periodísticas. Hay una proliferación de start ups, de iniciativas de periodismo, por todo el mundo. En Latinoamérica esto se ha dado de forma excepcional y por eso es necesaria una capacitación para que el periodista que sale de los medios tradicionales, o aquel que no ha podido entrar a ellos, pueda crear su propio medio. Es como si hubiésemos pasado de los medios de masas a una masa de medios”, indica. “Muchos de ellos no van a durar mucho, no lograrán crecer o tener rentabilidad, pero son iniciativas marcadas por la innovación, que no es un privilegio de estas empresas. Las compañías periodísticas no deben, como suele suceder, frenar a los periodistas que quieren crear. Al contrario, deben estimularlos”.

Alves identifica otro signo positivo en el nuevo ecosistema de medios: “la tecnología y las comunicaciones se tornaron tan eficientes que abrieron campo para la colaboración trasnacional en el periodismo. Pasamos de un contexto en que los periodistas de investigación eran como lobos solitarios, hoy creen en una forma de colaboración radical”. Los Papeles de Panamá, cuya investigación fue conducida por el Consorcio de Periodistas de Investigación, son el mejor ejemplo de ello, según Alves.

Aclara, sin embargo, que el procesamiento de la gigantesca base de datos de empresas offshore radicadas en el istmo, no es el primer caso de trabajo trasnacional colaborativo, porque desde 1997 se aprovechaba la circunstancia de las comunicaciones para desarrollar proyectos con esas características.

“Eso es importante en una era donde la corrupción y el crimen organizado no ven ninguna frontera. Iniciativas como CONNECTAS están muy sintonizadas con eso”, afirma. “Hoy vivimos en la sociedad en red, del conocimiento, ya no es una revolución de la computación si no de la comunicación”.

El director del Centro Knight de Periodismo de las Américas indica que no solo la producción de investigaciones se ha visto afectada favorablemente por esta hiperconectividad entre iniciativas y periodistas: “Conectarse, colaborar, compartir experiencia, abrió campo a una nueva dimensión en términos de capacitación. Nosotros hacemos en el Centro Knight muchos cursos online. En cuatro años llegamos a 80 mil personas en más de 170 países. Eso es mágico, es una magia que alguien pueda tener una instrucción de primer nivel, con el mejor experto en el tema, estando en un pueblo en Bolivia, en África, en Asia. En nueve años habíamos llegado a solo siete mil personas. Estamos en una era de compartir y colaborar”.

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