Aunque los anuncios del Presidente de la República alrededor de la reforma política en el país absorben la atención de todos, tal como advertimos previamente el discurso presidencial por Fiestas Patrias incluyó más aspectos vinculados al ecosistema digital que todos sus predecesores en el presente siglo.

Que por primera vez un discurso presidencial dedique un espacio importante a plantear la transformación digital del Estado como un eje de la política de gobierno es una buena noticia, pero al mismo tiempo es inquietante descubrir que los servicios digitales no forman parte de la visión presidencial sobre la descentralización económica del país.

En la visión del Presidente, las 21 redes regionales representan una solución de carácter social (impacto de la disponibilidad de internet en la mejora de los servicios de educación o salud, por ejemplo), pero al mismo tiempo no considera a la conectividad digital como un aliado natural en el desarrollo de clusters productivos regionales orientados a la exportación, política anunciada en el mismo discurso presidencial.

Transformación y desarrollo social

“Hemos tomado la firme decisión de garantizar la transformación digital del Estado como pilar fundamental para el logro de los objetivos del país”, proclamó el Presidente en su discurso.

Como evidencia de este compromiso, Vizcarra resaltó la colaboración de la OCDE en el diseño de la estrategia de gobierno digital en el país (presentada en la CADE Digital 2019), la mejora en servicios de gobierno digital en Perú respecto a sus pares en Sudamérica (ver infografía) y la selección de Perú como sede para la próxima 6ª Cumbre Ministerial de Gobierno Digital para Latinoamérica y el Caribe.

El Presidente informó además sobre el reciente lanzamiento del Certificado de Antecedentes Policiales digital, y la futura implementación (no queda claro para cuándo) de servicios como la central de emergencias 911 o el sistema de alerta temprana (prevención de desastres en caso de tsunamis).

Finalmente, el Mandatario anunció la firma de los contratos por las redes regionales adjudicadas el año pasado (tramo 4) y el inicio de operaciones de los proyectos adjudicados el año 2015 (tramo 1).

Más allá de que las redes regionales no son un caso de éxito, el Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad (PNIC, publicado el mismo 28/jul) define como su principal beneficio la mejora en la relación precio-calidad de servicios definidos en el mismo plan como “sociales” (educación, salud, seguridad ciudadana), mucho más que en el ámbito productivo.

Transformación y desarrollo productivo

El Presidente Vizcarra presentó el flamante Proyecto de Infraestructura de la Red Vial Departamental (PIRVD), que contempla el desarrollo de 42 corredores logísticos mediante la pavimentación de 15 mil kilómetros de autopistas departamentales, que requerirán una inversión de S/. 20 mil millones con el respaldo financiero de la Corporación Andina de Fomento (CAF).

Planteado así, entendemos entonces que el gobierno reconoce el vínculo natural entre desarrollo productivo regional y conectividad física, y que al mismo tiempo no ocurre lo mismo con la conectividad digital.

Según la ley de banda ancha, las nuevas autopistas departamentales deberán contar con ductos para el despliegue de redes de fibra óptica, y por tanto podrán facilitar el acceso a servicios digitales de carácter productivo a los propios usuarios de los corredores logísticos, aspecto no considerado ni en el discurso presidencial ni en el PNIC.

Más aún, esta mejora potencial en conectividad digital fortalecería el alcance territorial de “Tu Empresa”, programa nacional de capacitación en gestión empresarial para pymes, y que incluye precisamente a la digitalización como parte de su campo de acción, en especial para pymes exportadoras.

Es por esta razón que nos permitimos insistir en el planteamiento de un modelo de ciudades inteligentes descentralizadas, con un enfoque integrado de servicios digitales de índole ciudadana, social y productiva, tema sobre el cual regresaremos en una próxima entrega.