Navidad con cabeza

Ahora que se aproximan unas fiestas entrañables, me gustaría utilizar estas líneas para hacer una pequeña reflexión que nos afecta a todos los que conducimos. Ahora más que nunca, usa la cabeza cada vez que te sientes al volante de tu vehículo. El mejor final para una celebración con familiares o amigos no es el quitamiedos de una carretera. Si bebes, no conduzcas. Da igual que sea Navidad o que sólo te hayas tomado "un par de copas", el asfalto no perdona descuidos..., ni mucho menos imprudencias.

Antes de terminar, un segundo apunte. Como ocurre a muchas personas, me considero un auténtico coche-dependiente. Sin embargo, en estos días vacacionales tal vez no sea el mejor medio de transporte. El momumental atasco, y el consiguiente cabreo, están asegurados. Por ello, te pido que sólo utilices tu vehículo cuando sea realmente necesario. Si todos somos un poco más cívicos conseguiremos que las aglomeraciones navideñas sean un poco más fluidas y todos estemos un poco menos estresados.

Así que ya sabes: disfruta al máximo la Navidad en compañía de los tuyos... Pero hazlo con cabeza. Todos, empezando por tu familia, te lo agradeceremos.

¡Feliz Navidad!