Nuevas excavaciones en busca del cadáver de Miguel Bru

El primer dato le llegó al fiscal Fernando Cartasegna a mitad de este año. Pero era muy impreciso y la investigación no pudo avanzar. Sólo hace cuatro días el panorama empezó a aclararse: un hombre se le acercó a Cartasegna en los Tribunales de La Plata y le pregunto si era él. Cuando escuchó “sí, soy yo”, el misterioso hombre le aseguró “ sé dónde está Miguel Bru ”.

Siguiendo las instrucciones del hombre (que se esfumó sin dar tiempo a nada), ayer la Justicia de La Plata llegó hasta un predio abandonado de la localidad de Berisso. En una primera inspección se descubrieron restos óseos. Hoy comenzarían a trabajar en el lugar integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense.

Miguel Bru (23 años, estudiante de periodismo) fue torturado, asesinado y desaparecido por policías de la comisaría 9° de La Plata el 17 de agosto de 1993. Aunque en 1999, en juicio oral y publico, se condenó a los policías Walter Abrigo y Justo López por el crimen y al comisario Juan Domingo Ojeda y al oficial Ramon Ceressetto por “encubrimiento”, el cuerpo de Bru nunca apareció.

Ayer el fiscal, con personal especializado, recorrió el cañaveral ubicado en las calles 13c y 170 (tiene una extensión de una manzana). Frente a ese lugar hay viviendas construidas hace 20 años.

Dentro del cañaveral hay una construcción abandonada y es allí donde se concentrará la búsqueda. Ayer los investigadores realizaron un rastrillaje grueso, levantaron muestras de tierra removida y huesos que, en principio, no serían humanos .

Pero hoy van a empezar un trabajo “fino” de búsqueda, movimiento de tierra con antropólogos y sin máquinas para ir hasta abajo de la construcción, que es una herencia vacante con piso de ladrillo. Rosa, la madre de Miguel Bru, estará presente en el nuevo rastrillaje. “Siempre colaboró muy de cerca con la investigación para hallar el cuerpo de su hijo”, dijeron ayer en la fiscalía.

Según pudo averiguar Clarín , en junio de este año un testigo que declaró bajo reserva de identidad le dijo al fiscal que, poco antes de morir, un vecino suyo le contó que por la época en la que fue asesinado Bru vio cómo entre cuatro y cinco personas bajaban un bulto en esa zona y que al día siguiente vio manchas de sangre .

Por entonces la fiscalía no dio con el lugar porque el testigo dio otra dirección cercana y su declaración fue imprecisa también en otros puntos, lo que le restó credibilidad.

Pero hace cuatro días un hombre se acercó al fiscal dentro de tribunales, le preguntó si era él y le dijo “yo se donde esta Miguel Bru”. Tuvo una breve conversación y le dio datos “ precisos y creíbles ” según dijeron fuentes del caso.

Desde 1993 la Justicia busca el cuerpo del joven asesinado y en el caso existe una recompensa para quien aporte datos ciertos. En 17 años ya se realizaron rastrillajes en Berisso, Ensenada y Punta Blanca. Hasta se buscó en una casa perteneciente al comisario Ojeda.