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Hola. ¿Qué tal ahí del otro lado?

En esta oportunidad me gustaría hablar de dos autoras argentinas que poseen voces narrativas únicas, y que definitivamente son de las más importantes del siglo veinte, aunque, reconocidas (¿o valoradas?) tardíamente.

Ellas son Aurora Venturini y Sara Gallardo.

Aurora Venturini

 

Aurora Venturini nació en 1922, tuvo una vida fascinante y publicó más de cuarenta libros. Pero recién a los 85 años sus libros comenzaron a circular, cuando, en 2007 ganó con su novela Las primas el Premio Nueva Novela por parte de Página/12. Pese a que en 1948 el mismísimo Jorge Luis Borges le entregó el Premio Iniciación por su libro El solitario, esta escritora pasó años invisibilizada. (Un dato curioso para agregar, especialmente para las personas nostálgicas: Aurora Venturini escribió el 100% de la novela a máquina de escribir).

Con una personalidad muy particular, el propio Enrique Vila Matas escribe un artículo sobre ella en el diario El País, y cuando le preguntan si lo conoce, ella dice: “Él me conoce a mí. Pero yo no me acuerdo de él”.

Amiga de Evita, peronista y militante, estuvo en París en 1954, volvió en 1955 y en 1956 regresó a la ciudad francesa a exiliarse debido al derrocamiento de Perón por la llamada Revolución Libertadora. En Francia se hizo amiga de Simone de Beauvoir y de Sartre.

Leila Guerriero, una de las grandes periodistas y cronistas de Latinoamérica, escribió un artículo impresionante en el que realiza un perfil de Aurora Venturini realmente imperdible. Guerriero logró entrevistarla a Venturini y la escritora mencionó sobre sus vivencias en 1955: “Me llevaron al departamento de policía. Me pegaron. Me destruyeron los dedos de los pies caminándome encima con las botas. Cuando pensaron que me moría me tiraron por la calle. Me levanté, llegué a mi casa, me bañé. Hablé con un amigo, que fue cónsul en Ecuador, y le dije “¿Me prestás un poco de plata, me sacás un pasaje?”. Y me fui a Europa. Allá hacía calor. Era junio”. Si querés podés leer el artículo completo acá.

Aurora Venturini

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Además, porque no todo en la vida son libritos (o sí) se puede ver el documental Beatriz Portinari: Un documental sobre Aurora Venturini, guionada, producida y dirigida por Agustina Massa y Fernando Krapp que se estrenó en 2013.

Belén Campero es escritora, filósofa y lleva adelante diversos proyectos, entre ellos, Contame que te cuento, un taller que cruza literatura y filosofía. Acerca de la literatura de Aurora Venturini, y por qué leerla, señaló para este newsletter: "¿Por qué leer a Aurora Venturini? Por su sentido del humor y su estilo inusual; porque su escritura es comprometida y nos muestra el mundo con profunda singularidad. Las primas es una obra sobre la otredad, un libro que indaga acerca de la idea de (a)normalidad y las mujeres. En Venturini lo autobiográfico es una constante, ella misma se reconoce ahí. Hay que leerla porque es una escritora humilde, porque sus pretensiones no van más allá de elegir la palabra justa. Porque hace que la lectura parezca una conversación".

Y agrega: "Hay que leerla por este párrafo: 'Tuve la sensación de que se avecinaban grandes cambios y que la última en enterarse sería yo, pero no me importaba con tal de que me dejaran tranquila para trabajar y vivir mis personales experiencias'. Por su sensibilidad, porque sabe escuchar, quedarse en ese gesto y desaparecer para contarlo todo".

Algunos de sus libros

Nosotros, los Caserta (1992 y reeditada en 2012): Una novela sobre enamoramientos imposibles y amantes disponibles. Viajes a Chile, a París y finalmente a Sicilia, el solar de los Caserta. Allí donde su tía abuela reina entre las ruinas de su estirpe y en donde Chela, la indeleble protagonista, encontrará las raíces de su singularidad.

Las primas (2008): Cuatro mujeres orbitando eternamente en el vacío. Historia de iniciación ambientada en la década de 1940 que despliega el mundo tortuoso de una familia disfuncional de clase media baja de la ciudad de La Plata. A mitad de camino entre la autobiografía delirante y el ejercicio impúdico de la etnografía íntima, Las primas es una novela única y original, con una prosa que pone en peligro todas las convenciones del lenguaje literario. 

Cuentos secretos (2015): Esta selección de cuentos hasta ahora desconocidos abarca gran parte de la historia literaria y personal de una autora incomparable. Con una prosa sagaz, potente, estos relatos secretos están inspirados en la memoria y las extraordinarias atmósferas que Venturini tan bien sabe crear e iluminar con maestría.

Sara Gallardo

Sara Gallardo nació en 1931 y fue una escritora y periodista fascinante. Proveniente de una familia de ilustrados y de la burguesía, Sara escribió su primer libro en 1958, Enero, sobre una historia terrible: una adolescente embarazada a raíz de una violación. Una autora que supo cuestionar y reescribir su condición de clase y de mujer.

Hija del historiador Guillermo Gallardo, nieta del célebre científico y ministro argentino Ángel Gallardo, bisnieta de Miguel Cané y tataranieta de Bartolomé Mitre, la amplia biblioteca de su casa familiar le permitió acceder a los libros desde chica.

Trabajó como colaboradora en distintos medios. Entre 2001 y 2016 se reeditó casi la totalidad de su obra, incluyendo dos nuevas colecciones de su obra periodística, Macaneos (2016) y Los oficios (2018), que reúnen notas que escribió para Confirmado y La Nación respectivamente.

El libro Sara Gallardo. La mujer de humo, que publicó en 2019 la editorial Añosluz, es una biografía esclarecedora realizada a lo largo de siete años por Josefina Fonseca. En la investigación la autora rescata voces de familiares y conocidos de Gallardo, y crea un libro coral para conocer más en detalle a la escritora. En una entrevista, Fonseca señala: "Hay una imposibilidad de encasillarla. La obra de Sara Gallardo es una obra difícil de agarrar, es escurridiza, entonces como homenaje o como reflejo busqué de hacer algo similar o de copiar esa cosa evanescente y extraña, hecha de fragmentos. Ella dice que su obra es un vidrio roto".

En una nota de Infobae se rescata una cita de la escritora que se encuentra en un entrevista que le realizó el medio Confirmado en 1968: "En mi caso escribir –y escribir mucho, aunque sea de manera imperfecta– significa un esfuerzo por desenrollar una especie de madeja interna. Llegar a ser, mediante el trabajo, uno mismo. Es decir, trascenderse a sí mismo para llegar a ser quien uno es y no sabe".

Fotografía de Sara Facio que se encuentra en el libro Sara Gallardo. La mujer de humo de Josefina Fonseca.

Lila Paolucci es profesora y dicta el club de lectura de la señora Hawkins. En charla para este newsletter comentó sobre la obra de Gallardo: “Sara Gallardo es una escritora que permaneció fuera del canon porque este —hasta recientemente, cuando comenzó a ser revisado— siempre ha sido patriarcal y heteronormativo. En este sentido, algo que considero muy sintomático es que, mientras estudiaba Letras en la Facultad de Humanidades, la única escritora de literatura mujer cuyos textos leímos en toda la carrera fue Sor Juana. Recuerdo que estaba previsto que leyéramos a Silvina Ocampo en Literatura Argentina II, pero fue el 2001, hubo muchos paros, hubo que recortar el programa, y a Silvina la fletaron sin titubeos”.

Acerca de su escritura y sus libros, agregó: "Sin embargo, más allá de esta cuestión ineludible respecto de la naturaleza del canon, creo que Sara Gallardo es una escritora «original», «rara», a la que cuesta elegir en qué estante poner. Cada uno de sus libros es distinto del otro, lo que resulta muy desafiante, porque si algo gustó es probable que se quiera más de lo mismo. Pero leer a Sara Gallardo vale el trabajo de acomodamiento necesario para entrar al libro, y una vez dentro, es un pequeño universo en sí mismo, a veces más cercano o convencional, como en ‘Pantalones azules’, otras, más distante o perturbador. Lo que hace con la voz narrativa en Eisejuaz es extraordinario, y hay rastros de esa voz en los relatos de El país del humo. Hace ya unos años que, en tercer año de secundario, trabajamos «Ella», un texto muy breve que, a mi entender, reescribe, con una elegancia y precisión deslumbrantes, la Literatura argentina del siglo XIX”.

Algunos de sus libros

Enero (1958) Sobre su primera novela, María Elena Walsh dijo: «Es una novela de amor, no color rosa sino color tierra. El protagonista real es el amor adolescente, fracasado y absurdo. La desesperación de una criatura, su doble desamparo como mujer y como desposeída, están narrados con tal hondura que esta novela tiene un destino de conmover y apasionar».

Los galgos, los galgos (1968) Perros, campo y una historia de amor marcada para siempre en la historia de nuestra mejor literatura. Publicada originalmente en 1968, Los galgos, los galgos es una obra emblemática de una de las más importantes escritoras argentinas. Novela susceptible de múltiples lecturas, introduce al lector en un universo habitado por personajes y sentimientos de una profundidad perturbadora a la vez que inolvidable.

Eisejuaz (1971) Leopoldo Brizuela dijo sobre esta novela: «Un alucinado monólogo de un mataco psicótico en busca de su propia santidad, la herramienta de Sara Gallardo había sido la invención de una lengua nueva que imita el habla del indio salteño en su economía de vocabulario, su uso del silencio, y sobre todo, en la capacidad de creación y violencia que trasuntan los aparentes “errores” en el “habla castiza” –no tanto al modo de Juan Rulfo, con el que se la ha comparado muchas veces por la excelencia de su prosa, como de Mario de Andrade en Macunaíma–. Como éste, y a diferencia de los indigenistas, Sara Gallardo no pretende “reflejar al salvaje”: aprende del “otro” para traspasar los límites de su propia imaginación, para dejar que hable lo salvaje que lleva aún dentro de sí».

El país del humo (1977) es su único libro de cuentos. Brizuela también mencionó: «El país del humo anticipa a muchos narradores actuales, pero deslumbra ante todo por una lengua personalísima, hecha de palabras simples, de largos silencios y constantes osadías poéticas; una lengua encendida a la vez por la más absoluta desesperación y por la alegría feroz de descubrir, de capturar, de compartir, la gloria de todo lo que vive».

Gracias por tu lectura y espero que estos días disfrutes de un buen libro. Y ojalá que ahora tengas ganas de leerlas a Aurora y a Sara.

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Pau.

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