Ser youtuber: cómo son los cursos con los que los jóvenes quieren hacerse ricos
Son academias para chicos y chicas que quieren triunfar con contenidos audiovisuales; les enseñan a editar y a tratar con anunciantes: el fin es profesionalizar un grupo que quiere ganar dinero "hablando" de lo que le gusta
Que ser "youtuber" es la nueva vocación aspiracional de los chicos lo saben todos los padres y madres. Es un mundo en el que los preadolescentes ganan millones por hablar de lo que más les gusta y en el que las marcas buscan un espacio cada vez que pueden. Y así como en los 90 proliferaron las escuelitas de teatro alimentadas por el sueño de participar en las producciones de Cris Morena y a inicios de este siglo las protagonistas fueron las academias de modelaje por el reality Super M, cada vez hay más espacios que ofrecen cursos para creadores de contenido en YouTube.
"Ladri, ¿por qué no hacés un curso de piedra, papel y tijera?", le decían en las redes a Leandro Swietarski, fundador de TecnoKids, cuando hace cinco años anunció que en su academia que da cursos de programación y robótica también se aprendería a "ser" youtuber.
Los seis encuentros para chicos de ocho a 16 años cuestan alrededor de $5000. Los alumnos aprenden sobre edición y diseño gráfico, entre otras habilidades. "También les enseñamos sobre la constancia: cuando un chico quiere ser youtuber tiene que subir dos o tres videos por semana, independientemente de si está triste o feliz", señala Swietarski. Cada curso tiene 16 cupos y se realiza mensualmente con "capacidad completa", asegura el empresario.
Si bien el deseo de participar es de los chicos, los padres y las madres se involucran en el proceso. José Massa es creador de Club Media Network, una compañía que, además de ser la organizadora del megafestival Club Media Fest, da cursos para potenciales youtubers en la Argentina, Paraguay y Perú. Entre los tres países participan unos 1800 chicos al año, pero también sus progenitores: "Tenemos charlas con ellos sobre el uso de Internet, si está bien o mal la cantidad de tiempo que sus hijos pasan en la Web: es para ayudarlos a entender el universo de estos chicos hoy", resalta.
Massa está en contacto constante con los youtubers consagrados y los lleva de gira con su festival, Club Media Fest. El evento empezó en 2015 como un espacio pensado para 4000 personas, pero terminaron participando 34.000. En la academia, aprovecha a las figuras y les propone dar charlas para los alumnos. "De ese modo, los chicos tienen contacto con artistas que ellos siguen para poder hacerles preguntas", explica.
Los cursos de Club Media Network se dividen en dos grupos: uno de 10 a 12 años y otro de 13 a 17. Massa ya tenía experiencia como creador de escuelitas de teatro del que surgieron actores nuevos para tiras infantiles como Chiquititas y Sueña Conmigo. Con el viraje hacia lo digital, el empresario notó que había muchos artistas jóvenes con grandes audiencias, pero con poco conocimiento profesional del manejo de esa audiencia y de la interacción con las marcas. "Cuando se profesionalizan y les llega un brief de agencia, les cuesta mucho poder llevarlo a cabo", detalla.
"Les enseñamos a ser un 'social artist', a crear comunidad: aprenden a tener conocimiento de un brief para poder optimizar la comunicación. Van tomando conocimiento a futuro de una herramienta de trabajo", explica.
Los principales intereses de los chicos que participan de las academias tienen que ver con la tecnología y el gaming, pero también hay distintas "corrientes" de YouTube que atraen seguidores y tienen su propio lenguaje. Son los videos de hauling, unboxing y ASMR, tres palabras que nacieron en la plataforma. La última es la sigla que corresponde a "Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma" y, bajo esa categoría, se encuentran más de 13 millones de videos que buscan estimular los sentidos a través de los sonidos.
Los videos de "hauling", por su parte, son contenidos sobre tours de compras: quienes los protagonizan muestran todos los productos que adquirieron y los reseñan. En Estados Unidos, los más famosos son los del Dollar Tree Store, que vende productos por US$1 o menos. En la Argentina, los favoritos son los hauls por Once, Avellaneda y los de artículos escolares. Los "unboxers" son quienes retiran el packaging de un producto y lo comentan. En la Argentina, están especialmente enfocados en celulares y consolas de videojuegos.
Un sueño multimillonario
El furor por ser youtuber tiene una luz al final del túnel demasiado brillante para los chicos: promesas de millones de dólares a cambio de contenido que reza sobre sus pasiones. Es difícil resistirse a la propuesta, sobre todo con ejemplos de "self made kids" como Ryan ToysReview, un chico de ocho años que, según BBC, fue el que más dinero ganó en YouTube en 2018: unos US$22 millones. Su canal tiene más de 21 millones de suscriptores y sus videos son reseñas de juguetes que le gustan. Claro que la receta no es tan casera: las imágenes están bien editadas y se ven bastante profesionales.
La profesionalización de los contenidos es una de las prioridades estratégicas de YouTube. Si crecen sus creadores, también crece la plataforma. El discurso democratizador de "cualquiera puede ser famoso" baja desde la compañía: "La misión de YouTube es dar una voz a todos y mostrarles el mundo. Cuando hablamos de todos, incluimos a todas aquellas personas mayores de 13 años que tienen algo para contar, no solamente adolescentes. Cualquiera puede ser youtuber y tenemos un fuerte compromiso con nuestra comunidad", subraya Antoine Torres, responsable de Contenido Educativo para YouTube en América Latina.
Para eso, la plataforma impulsa iniciativas como la Academia de Creadores, un espacio online con capacitaciones gratuitas para producir videos y aprender a monetizarlos, y el evento Pop Up Space -que este mes será en la Argentina- donde se reúnen creadores locales e internacionales para capacitarse en forma presencial.
Es que si bien "cualquiera puede ser youtuber", no cualquiera puede ganar dinero. Para monetizar un canal, es necesario inscribirse en el Programa de Socios de YouTube (YPP, por sus siglas en inglés), disponible en la Argentina. Es una herramienta que permite acceder a ganar dinero con anuncios, suscripciones pagas y productos. ¿Las condiciones? Tener al menos 1000 suscriptores, 10.000 visitas y 4000 horas de tiempo de reproducción en los últimos 12 meses antes de aplicar. Y un visto bueno final de la compañía, que es la que decide o no si el creador puede participar.
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