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Hay noticias que paracen repetidas, pero no. Es que los cadáveres se siguen acumulando en cifras espeluznantes y los fusiles los disparan los mismos. Si las autoridades de México están en los cierto, el cártel de los Zetas vuelve a firmar una masacre, la de los 72 asesinatos en Tamaulipas.

La cifra y el lugar son los mismos de aquella que en agosto pasado consternó al país tras la matanza de 72 inmigrantes en un rancho de este estado. Pero los cadáveres son otros, éstos de mexicanos según las primeras investigaciones, ejecutados y 'enterrados' en 10 narcofosas en el municipio de San Fernando.

De hecho, las autoridades de Guanajuato, Michoacán, Oaxaca, Querétaro, Hidalgo y San Luis Potosí han comenzado a enviar ya los perfiles biológicos de las personas denunciadas como desaparecidas en esos estados para cotejarlos con los análisis de ADN de los cuerpos hallados muy cerca del lugar donde se encontraron a los inmigrantes.

También entonces se atribuyó la masacre a los Zetas. Ahora, a diferencia de aquel momento, la Fiscalía General de la República tiene 14 detenidos, 12 hombres y dos mujeres, a los que ha acusado de delincuencia organizada, privación ilegal de la libertad en la modalidad de secuestro y violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, en un comunicado.

Según sus investigaciones, nueve de los acusados participaron en el secuestro de los pasajeros de una autobús de transporte público, el 25 de marzo pasado, que fue el detonante de la investigación que llevó a la localización de los 72 muertos.

Parece ser, que su declaración les llevó directamente a las narcofosas. Y a relacionarlos con el famoso y violento cártel de Los Zetas, el antiguo brazo armado del cártel del Golgo creado por ex militares de elite.

Todos ellos fueron detenidos en posesión de armas, uniformes militares, chalecos y placas metálicas para chalecos, además de cinco kilos de marihuana.

Los catorce detenidos de esta nueva matanza, que se destapó esta semana, han quedado bajo arraigo para que las autoridades amplíen sus investigaciones. El arraigo, una polémica una figura judicial que ha sido criticada por organismos humanitarios y que permite a las autoridades mantener detenidas sin cargo durante 40 días a personas vinculadas con delitos graves. Ese plazo se puede ampliar a otros 40 días.

Terror al autobús

Por el municipio de San Fernando, donde se han registrado las dos masacres, ya han dejado ya de transitar los autobuses de las empresas Noreste y Omnibus de México, que han sido hostigadas por criminales en las últimas semanas.

"La gente tiene mucho miedo de subir a un autobús. Muchos chóferes tampoco quieren viajar", ha declarado a la agencia Dpa un periodista de un diario regional al referirse al clima que impera en la zona fronteriza. Según testigos citados por autoridades y medios, la delincuencia organizada está convirtiendo los asaltos armados a autobuses en una "práctica común", con el aparente objetivo de cobrar "cuotas" a los pasajeros, reclamar rescates a los familiares e incluso "reclutar" sicarios.

De acuerdo con el diario 'Reforma', al menos seis autobuses han desaparecido en carreteras del estado de Tamaulipas en los últimos meses.