Así es la web 3.0: la red descentralizada que promete un Internet libre de nuevo

  • Una nueva web descentralizada podría desafiar el dominio de internet de los gigantes de la tecnología y liberar la red para que sea libre de nuevo
La web ya no es lo que era. / Pexels
La web ya no es lo que era. / Pexels

En 1989, Tim Berners-Lee era miembro del laboratorio de investigación de física en CERN (Laboratorio Europeo de Física de Partículas Elementales), en Suiza. Por aquel entonces, proponía a su jefe un sistema con el cual los físicos del centro podrían compartir "información general sobre sus experimentos", cuenta el mismo Berners-Lee en este artículo publicado hoy en 'The Guardian'.  Como resultado, nació un sistema llamado inicialmente Mesh. Con una estructura descentralizada que almacenaba los documentos en múltiples servidores que estaban interconectados.

Un año más tarde, el proyecto tornaría a la World Wide Web, que en su 30 aniversario arranca palabras de su creador de este calibre: "Cada vez que escucho que alguien ha logrado adquirir el nombre [un dominio] de su nueva empresa por 50.000 dólares en lugar de 500, suspiro y siento que ese dinero no va a una buena causa", comenta defraudado a la publicación.

Y no es para menos, Internet se ha convertido en una trampa para la sociedad y ha estrangulado nuestra libertad de comunicación, la privacidad de nuestros datos y ha centralizado el poder en unos pocos. Muchos somos los que queremos escapar de esta trampa y apostar por una red más libre. Pero poco podemos hacer si queremos mantenernos en línea.

¿Es posible un internet en el que se respete la privacidad? / Pexels
¿Es posible un internet en el que se respete la privacidad? / Pexels

El siguiente paso: una web liberalizada

Ahora, los investigadores tienen un plan basado en las tecnologías del futuro que ya llevan un tiempo dando coletazos, como es el caso de la 'blockchain', la tecnología en la que reposa la Bitcoin. Una tecnología que apunta como una verdadera amenaza para Google, Youtube y Facebook como indicábamos en este artículo. Este plan es un nuevo proyecto al que se le conoce como Web 3.0.

La Web 3.0 “será una ‘web semántica’ o una ‘red de datos’ que pueda comprender, combinar e interpretar automáticamente la información para brindar a los usuarios una experiencia mejorada e interactiva. Pero también podría ser una red descentralizada que desafíe el dominio de los gigantes de la tecnología al alejarnos de confiar tan fuertemente en unas pocas compañías, tecnologías y una cantidad relativamente pequeña de infraestructura de Internet”, anuncian los investigadores Edina Harbinja y Vasileios Karagiannopoulos en un artículo para 'The Conversation'. 

Si ahora accedemos a información que está almacenada en una ubicación fija, la nueva red, bautizada como DWeb, encontraría información basada en su contenido, lo que significa que podría almacenarse en múltiples lugares a la vez. “Esto involucra a todos los ordenadores al brindar servicios, además de acceder a ellos, lo que se conoce como conectividad de igual a igual”, explican los autores del artículo.

El binomio privacidad y seguridad no es sencillo de alcanzar. / Pexels
El binomio privacidad y seguridad no es sencillo de alcanzar. / Pexels

La descentralización como un principio inherente

Este nuevo sistema nos permitiría desglosar las inmensas bases de datos que actualmente están en manos de las grandes empresas de Internet, en lugar de las de los usuarios. “En principio, esto también protegería mejor a los usuarios de esta constante vigilancia privada y gubernamental que vivimos, ya que los datos ya no se almacenarían de una manera de fácil acceso para terceros”, aseguran en su artículo.

Algunas de las tecnologías que podrían hacer posible la DWeb ya se están desarrollando. En la mayoría de los casos está basada en la tecnología de bloques en cadena o 'blockchain'. Por ejemplo, “Zeronet es una alternativa a la web existente, donde los sitios web están alojados en una red de computadoras participantes en lugar de un servidor centralizado, protegido por la misma criptografía que se usa para la Bitcoin”, apuntan los autores del artículo.

Pero no sabemos qué puede pasar con estas alternativas que apelan a la libertad, la seguridad y la privacidad dentro de la red. Los riesgos pueden ser muchos y vinculados a delitos perseguidos. Esta nueva tecnología “haría que el ciberdelito policial, incluido el acoso en línea, el discurso de odio y las imágenes de abuso infantil, sea aún más complicado de perseguir debido a la falta de control central y el acceso a los datos”, señalan Harbinja y Karagiannopoulos.

La participación de los usuarios en esta nueva DWeb debe enraizarse en la responsabilidad debido al poder que deroga al usuario. De momento es un proyecto que se plasma en crudo. Hay mucho que desarrollar y perfeccionar. Todavía nos falta un tiempo para navegar libres por las redes.

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