Palacio de Miraflores, Caracas.- En manos de sectores extremistas, la ultraderecha adoptó “todas las formas de violencia” hasta conducir a Venezuela “a las puertas de una guerra civil” en 2014 y 2017, fecha en la que se registraron operaciones sediciosas para deponer el Gobierno Nacional.
Las palabras corresponden al presidente de la República, Nicolás Maduro, quien subrayó que “no hemos tenido una oposición democrática, civilizada y dialogante”, dada las maniobras conspirativas e insurreccionales promovidas por la dirigencia opositora y auspiciadas por el gobierno de Estados Unidos (EE.UU).
Desde el Palacio de Miraflores, ubicado en Caracas, señaló que las acciones violentas que pretendían “destruir a Venezuela”, las autoridades mantenían vigilancia sobre situaciones que atentaran contra los derechos humanos.
En este sentido, rechazó el documento “lleno de mentiras, falsedades, infamias y difamaciones” de la Misión de Verificación de Hechos, dependiente del autodenominado Grupo de Lima, cuya intención es socavar el orden constitucional de Venezuela.
El Dignatario reiteró que “he propiciado el cumplimiento de las investigaciones de cualquier violación y la aplicación de la justicia inmediata y severa”, razón por la cual solicitó a los órganos de justicia “mayor diligencia” para difundir la verdad de Venezuela.
El Gobierno Nacional presentó este jueves el informe “La verdad de Venezuela ante la infamia del Grupo de Lima”, documento que sistematiza las violaciones a los derechos humanos provocadas por la escalada violenta de sectores de la derecha venezolana.
Prensa Presidencial / Karelis González
