Santos se muestra optimista en diálogos con el Eln

El presidente Juan Manuel Santos arribó este martes a Brasil para desarrollar su agenda diplomática. / Sig

A menos de cinco meses de dejar Casa de Nariño, el presidente Juan Manuel Santos ordenó la semana pasada el reinicio de la mesa de diálogos con el Eln. Proceso que, según gente del círculo de confianza del mandatario, es una de sus prioridades. “Nos ha pedido meterle el acelerador para concretar un cese bilateral eficiente y sostenible”, expresó un miembro de la delegación de paz del Ejecutivo en Quito. Y precisamente, sobre esto habló Santos a su llegada a Brasil, donde en la tarde de este martes se reunirá con su homólogo, Michel Temer.

Y como Brasil ha sido uno de los países garantes de la mesa de Quito, el jefe de Estado colombiano rindió un breve informe sobre sus avances: “Brasil muy generosamente nos ha venido ayudando y espero que ese conflicto se resuelva en el futuro cercano”, dijo Santos refiriéndose al conflicto con el Eln. Al respecto, el mandatario fue enfático en que a este grupo guerrillero, menor en número de integrantes que las Farc, le queda una oportunidad histórica para dar un paso a la vida política desde la legalidad.

“No tienen otra opción, la opción sería continuar y ellos saben que el tren de la historia los dejaría sin ningún tipo de posibilidades, entonces yo estoy confiando de que si perseveramos como lo hicimos con las Farc también vamos a poder reintegrar este grupo más pequeño a la vida civil”, expreso el mandatario ante el grupo de empresarios y funcionarios de Gobierno que lo recibieron este martes en su gira oficial por el coloso suramericano.

Es de anotar, que la semana pasada, el mandatario colombiano pidió a su equipo negociador de paz que retomará el proceso de paz con el Eln, y el mismo martes anterior fue instalado el quinto ciclo de negociación. Quizá el último que haya durante la era Santos, pues según fuentes cercanas a la mesa de diálogos la orden del Presidente ha sido trabajar sin descanso hasta dejar acordado un nuevo cese bilateral del fuego y las hostilidades, así como el mecanismo de participación de la sociedad que dinamizará la agenda de diálogo pactada entre insurgencia y Gobierno.