Patrimonio cultural y paisaje urbano

El Salón de Reinos o salón grande fue el gran salón de ceremonias y fiestas del antiguo palacio del Buen Retiro, construido como casa de recreo entre 1630 y 1635 para Felipe IV. Inicialmente se concibió como palco para que los reyes acudieran a las funciones teatrales que se celebraban en el patio, pero cuando se optó por hacer del Buen Retiro un verdadero palacio, se agregó la función de salón del trono. Debe su nombre a que en él estaban pintados los escudos de los veinticuatro reinos que formaban la Monarquía Hispánica en tiempos de Felipe IV, además albergaba las mejores pinturas de la época, hoy casi todas conservadas en el Museo Nacional del Prado. Desde octubre de 2015 se halla bajo gestión del Prado, que ha decidido su remozamiento y reapertura como sala de exposiciones. Junto con el Casón del Buen Retiro, es el único vestigio arquitectónico que subsiste del gran conjunto palacial. El Casón del Buen Retiro , construido por Alonso Carbonel en 1637, fue diseñado inicialmente como un espacio para salón de baile de la Corte de Felipe IV. Aún se conserva la bóveda de cañón con lunetas, pintada al fresco por Lucas Jordán en 1692 con la Alegoría del Toisón de Oro, pero el exterior está completamente enmascarado por las reformas llevadas a cabo a finales del siglo XIX. Desde 1971 es uno de los edificios que conforman el Museo del Prado, y tras años de obras, se reabrió en 2009 como Centro de Estudios del Museo, mientras que las colecciones del XIX se han reubicado en la sede principal del Prado gracias a la ampliación de Rafael Moneo.