Zoológico Minerva, una opción para disfrutar en familia

La atracción por conocer sobre la fauna convierte al Zoológico Minerva en uno de los sitios públicos más frecuentados en el occidente del país, pues, según  autoridades de este jardín, más de un millón de visitantes llegan al año.

Aunque el león y el jaguar del Zoológico Minerva son los más visitados, las aves también tienen atractivo para muchos. (Foto Prensa Libre: Alejandra Martínez)
Aunque el león y el jaguar del Zoológico Minerva son los más visitados, las aves también tienen atractivo para muchos. (Foto Prensa Libre: Alejandra Martínez)

QUETZALTENANGO – Durante la semana es normal ver estudiantes y maestros que recorren el lugar,  así como jóvenes que lo toman como un sitio de esparcimiento; mientras que los fines de semana, este parque se convierte en un destino familiar, con visitantes de diferentes regiones del país.
 
Vladimir de Paz, coordinador del Club de Amigos del Zoológico Minerva, contó que además de los pobladores de este departamento llegan visitantes de Totonicapán, Huehuetenango, San Marcos, Sololá, la Costa Sur y  lugares de oriente del país.

Las especies que más interés despiertan son  los exóticos:  Simba, el león,  y Constantino, el jaguar, pero reptiles y aves también seducen al público. Además, otro tipo de especies más comunes, como conejos y patos, tienen sus adeptos.
 
De Paz indicó que se cuenta con  42 especies, entre mamíferos, aves y reptiles,  que suman en total 242 ejemplares.
El domingo es el día más concurrido,  debido a que el parque  es un espacio familiar, porque también hay juegos infantiles, áreas verdes y lugares especiales para alimentarse.

Lucy Guzmán, directora del zoológico, relató que trabajan en un proyecto de remodelación y ampliación, pues algunos espacios de  animales son reducidos, pero tiene un costo de Q14 millones y no cuentan todavía con fondos ni con la aprobación del Concejo Municipal.

Recreación necesaria

Martha García, maestra de  primaria de un colegio en la zona 1 de Xelajú, explicó que ella programa dos visitas al año con sus estudiantes,   para que tengan contacto con la naturaleza.

“En el zoológico los niños son libres, corren, respiran aire puro y se emocionan al ver a los animales; aprenden de ellos
y luego lo comparten con sus compañeros o en sus hogares. Es una recreación necesaria para todo estudiante y niño”, aseguró.

Martín Chay Carrillo, originario de Zunil, manifestó que lo visita con frecuencia junto a su familia, ya que  es un lugar especial para convivir y valorar la naturaleza. “Sería ideal que existan más animales, porque a los niños les gusta mucho”, comentó.

Lucrecia Batres, vecina de la zona 6 de Xelajú, considera que es un espacio agradable para pasear con sus seres queridos.

Azucena Ramos, quien reside en Quetzaltenango, le gusta llevar a sus hijos a ver animales y a jugar en los columpios.

Leonel López, de Huehuetenango, cuenta que desde que era pequeño, cuando viaja a la ciudad altense, visita el zoológico. “Me trae recuerdos gratos de mi infancia”, refirió.
 
El psicólogo Byron Álvarez dijo que visitar un espacio como este conlleva  beneficios incalculables para una persona, ya que solo con el hecho de entrar en contacto con la naturaleza bajan los niveles de estrés y ansiedad que se alcanzan por vivir en una ciudad.

El profesional resaltó que se fortalece la capacidad de asombro y de observación de la persona;  sobre todo, se sale del encierro tecnológico en el que se vive en la actualidad.

El paseo crea un proceso de relajamiento que va de la mano con la nivelación de oxígeno en el cuerpo, por el hecho de permanecer en contacto con la naturaleza, insistió.

Álvarez agregó que ayuda a las relaciones familiares convivir con otras personas y tener un mejor sentido de cooperación.