La oligarquía y terratenientes explotan al pueblo (I)

Capítulo II

Yuleidys Hernández Toledo

Venezuela llora, y esta vez sus lágrimas son de sangre, son de dolor intenso, porque, aunque ella es “libre”, es un Estado independiente con su propio gobierno; ya no hay españoles vejándola, sus hijos e hijas siguen siendo explotados y humillados. Lo que más le duele es que quienes los mantienen doblegados son sus propios hermanos, son los terratenientes, los capitalistas, los que controlan el poder. Eso para ella es totalmente absurdo, antinatural, es una completa vergüenza.

Su alma aún está sumamente herida por cómo, esa clase oligárquica, humilló y traicionó al Libertador en sus últimos días, uno de ellos es José Antonio Páez, quien protege a los que más tienen y no al pueblo.

Antes de la separación de Venezuela de la Gran Colombia ya Páez había sido captado por la oligarquía conservadora.

El Centauro, quien asumió la presidencia en 1830, se convirtió en el “gran gendarme de las clases poseedoras del país. Así, cuando al grito de “Tierra y hombres libres”, por Ezequiel Zamora, estalle la rebelión campesina que ha de sacudir los caseríos y serranías de Aragua, Carabobo, Miranda, y norte del Guárico, se verá al caudillo llanero ponerse, con gusto, a la cabeza del ejército centralista. Lo guiará para sofocar las partidas de antiguos soldados de la Independencia, peones, esclavizados emancipados y pequeños propietarios alzados contra el régimen de la tierra”.(107)

El 10 de abril de 1834, bajo el mandato de Páez, fue promulgada la Ley sobre Libertad de Contratos, una norma con la que el Estado “deja en absoluta libertad al inversionista para que aplique las condiciones de pago que mejor le parezcan. De esta manera, hacendados, prestamistas y algunos comerciantes, dictan, según su voluntad, las reglas del intercambio comercial de ahora en adelante”.(108)

En otras palabras, el otrora héroe de la Independencia seguía colocando en primer lugar el beneficio de los capitalistas antes que al pueblo.

En 1839 volvería asumir, por segunda vez, la presidencia de la República, en medio de una profunda crisis económica, además debe “enfrentar la férrea oposición de los agricultores, severamente afectados por la aplicación de la ley del 10 de abril de 1834”.(109)

Abolida la “esclavitud”

Durante las dos décadas siguientes la situación de los venezolanos y de las venezolanas, más humildes, no cambiaría, seguirían siendo explotados. Solo en 1854 sucedió un hecho trascendental que hizo que Venezuela se sintiera llena de dicha, el Congreso Nacional aprobó la ley que puso fin a la esclavitud.

“Venezuela no debe aparecer más a los ojos del mundo entero con la horrible mancha de la esclavitud” (110), manifestó, el entonces presidente de la República, José Gregorio Monagas, luego de que la norma fuese sancionada.

Venezuela, la que había sido liberada por Bolívar, el mismo que dio libertad a los esclavos, no quería que se hablara más de esclavitud. Pero no era ingenua, sabía que la norma no tendría efectos inmediatos, porque no hubo un acompañamiento de una ley de protección para los miles de hombres y mujeres que, durante toda su vida, habían estado bajo el yugo de un “amo”.

Ella, mejor que nadie, sabía que los terratenientes, los “amos”, no estaban dispuestos a perder a quienes realmente trabajaban para hacerlos ricos y prósperos. Ella sabía que esos hombres y mujeres que solo piensan en el capital, antes que lo humano, encontrarían la manera de seguir doblegando a los negros, los morenos, los indígenas, los humildes.

Venezuela fue testigo de cómo en la decisión de liberar a los esclavos, quienes ejecutaron la medida la tomaron pensando siempre en proteger a los ricos, los hacendados, incluyendo al propio presidente de la República, José Gregorio Monagas.

“Buscad el modo de abolir la esclavitud sin vulnerar los derechos de los poseedores de esclavos, y acabad de sancionar una ley justa, santa, digna de una política ilustrada y consecuente con los principios liberales que nos han guiado hasta aquí”.(111)

El número de personas beneficiadas por esta ley fue de 12.093 esclavizados y esclavizadas, y 11.285 manumisos (esclavo que ya había alcanzado la libertad).(112)

Fueron libres en la norma, por ley, pero durante muchos años más siguieron siendo explotados por los diversos amos, terratenientes, empresarios, capitalistas.

Con un pueblo doblegado por los que más tienen, Venezuela sabe que cada vez está más cerca una nueva guerra; esta vez entre hermanos y hermanas. Un enfrentamiento que buscará poner fin a la explotación del dueño de la tierra, a los campesinos y las campesinas.

107. Zamora 200. 5 de abril de 2017. Centro Nacional de Historia. http://www.cnh.gob.ve/images/zamora200/Zamora9%20final.pdf

108. Independencia 200 (1834). Centro Nacional de Historia. http://i200.cnh.gob.ve/pdfs/1834.pdf

109. Independencia 200 (1839). Centro Nacional de Historia. http://i200.cnh.gob.ve/pdfs/1839.pdf

110-112. Independencia 200 (1854). Centro Nacional de Historia. http://i200.cnh.gob.ve/pdfs/1854.pdf.

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