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Con más de un año de pandemia, la cual agudizó los problemas de desigualdad, pobreza y desempleo en el país y gran parte del mundo, queda en evidencia la importancia de tener una economía sólida, un sistema de salud sostenible y acciones estatales decididas que trasciendan ideologías políticas y estén en sintonía con la realidad del país y sus necesidades.  

Por: Lourdes Cruz Cárdenas  -Facultad de Ciencias Económicas-

En países desarrollados y algunos emergentes, el gasto público para afrontar la crisis sanitaria superó el 8% del PIB, los programas sociales y de apoyo al empleo y el desempleo se hicieron notar, así como el nivel de vacunación para frenar el contagio por Covid-19. Colombia también ha adelantado esfuerzos importantes en materia de salud, pero ha sido tímido en las políticas económicas adoptadas para atender la crisis y por consiguiente, los programas sociales y el apoyo a los más vulnerables no han tenido el efecto esperado, como tampoco lo tuvieron las reformas propuestas por el ejecutivo en medio de la pandemia.

Estos hechos no han aportado sustancialmente a la recuperación de la economía, pese a que en el primer trimestre de 2021 se alcanzará un crecimiento de 1.1%, el desempleo se mantiene en dos dígitos (15,6%) y el país perdió el grado de inversión. 

Considerando este panorama, el profesor y economista de la Facultad de Ciencias Económicas, Cristian Castrillón Gaviria, se refirió a las dificultades que enfrenta Colombia en materia económica y social y los retos a resolver por parte del Gobierno que asuma al país en 2022, de cara a una recuperación económica genuina, que difiere de lo que ha sido la reactivación.

En la foto, el profesor del Departamento de Economía, Cristian Castrillón Gaviria

Para el primer trimestre de 2021 la economía creció 1.1% en relación al mismo periodo de 2020. ¿Considera que esta cifra refleja un crecimiento real de la economía colombiana?

Obviamente con la reactivación económica las ventas se disparan y hay un cambio porcentual, pero hay que tener en cuenta que no es producto de una recuperación efectiva. Para hablar de recuperación necesitamos considerar tasas de crecimiento para los siguientes periodos de la economía y que compensen el crecimiento negativo que experimentamos producto de la pandemia, luego viene el efecto del paro y eso también resta. Aunque, cabe aclarar que dicho crecimiento no refleja una recuperación del mercado laboral, pues no se han creado significativamente puestos de trabajo y aquellos empleos que se perdieron por la pandemia, van a necesitar cinco años como mínimo para tener indicadores previos a la crisis.

Entonces, ¿en términos de mercado laboral, también se está haciendo una lectura errada de la situación?

Una cosa son empleos flexibles y algunos contratos, y otra, el número de puestos de trabajo que se crean como estables, es decir, personas que se vinculan al mercado laboral a nuevas actividades productivas y que no son afectadas por la pandemia, donde Colombia debe evaluar cómo integrarse a los nuevos procesos productivos y cadenas de valor y cómo esos puestos de trabajo se pueden generar en el país, y eso incluye la educación.

Pero preocupa que se hable de reactivación económica como recuperación y crecimiento de la economía porque ahí el cálculo está errado, uno debe quitar el efecto de las cuarentenas y los cierres. Además, lo que se lee es un mal uso de la información económica para hacer política y populismo.

¿Cuál es su lectura de la situación económica de Colombia?

La economía a nivel mundial, previo a la pandemia, ya mostraba indicadores de desaceleración y con la emergencia sanitaria se agudizaron problemas como la desigualdad económica creciente, descontento social, especialmente en economías emergentes, y un asunto generalizado de corrupción y altos indicadores de deuda.

El caso colombiano, más allá de la inclinación política del Gobierno de turno, es un tema de administración y ejecución, y es claro que, aquellos dirigentes que no han tomado medidas frente a la protesta social y han permitido que llegue al límite del vandalismo, hace que indudablemente la economía se vea afectada.

Usted se refiere a que Colombia tiene fallas en términos de administración y ejecución, ¿cómo ha visto al país frente al manejo de la pandemia?

Si bien el sistema de salud colombiano ha hecho proezas en medio de la pandemia, tener y contar con una economía de mercado sólida permite enfrentar mejor este tipo de adversidades, mientras que aquellas economías que no tienen un fuerte desarrollo de su mercado, la pandemia ha hecho estragos en su sociedad. 

Lo que sucede en Cuba nos recuerda que la solución a muchos de nuestros problemas no está en un sistema de partidos políticos como tal, pues la situación está mostrando que efectivamente hay un problema de escasez y de vacunación, lo cual evidencia que los países con economías de mercado más desarrolladas (quítele el adjetivo comunista o capitalista), han logrado enfrentar mejor los efectos de la pandemia y hacer un proceso de vacunación acelerado, no importa su ideología política ni las características del Gobierno de turno.

Precisamente, se avecinan las elecciones de 2022 en Colombia, ¿cómo ve esta disputa entre partidos políticos y las decisiones que deben tomarse en materia económica para superar los efectos de la pandemia?

Desde el punto de vista económico, Colombia no ha tenido partidos de derecha, no tenemos partidos políticos que favorezcan la creación de empresa ni que disminuyan cargas tributarias para el país. Sin embargo, cualquier partido que se monte en nuestro país tendrá que abordar una reforma tributaria estructural, recuperación económica real, empleo, informalidad y por supuesto, mitigar el descontento social y la polarización que tenemos, pero dejando claro que como sociedad construimos juntos y no generando odios como lo ha hecho el populismo.

¿Cuáles son los desafíos en materia económica que nos permitan construir un contrato social sostenible y acorde a las necesidades del país?

Necesitamos de un gobierno que escuche a los representantes de la sociedad, así como, identificar las necesidades y desafíos de cara al periodo post-pandemia, pero a su vez, qué deberes y compromisos debe asumir la sociedad en general para construir un contrato social que refleje el trabajo duro y honesto. 

Debemos crear un diálogo donde como sociedad pongamos por encima de todo la ética y la moral, que es la verdadera crisis económica, incluso previo a la pandemia, y por eso la economía en sus orígenes es pura filosofía moral. Tendremos que tocar fondo como humanidad para volver a los principios clásicos y reconstruir sobre ellos.

• Foto 1, tomada de: https://www.medellin.gov.co/irj/servlet/prt/portal/prtroot/epadmgal.VisorGalerias?galeria=%2Fgalerias%2FImagenes%2FPanor%C3%A1micas%20de%20ciudad%20y%20sitios%20de%20inter%C3%A9s&tipo=imagenes Título: Zona peatonal en la Avenida oriental - Autor: Foto Secretaría de Movilidad
• Foto 2 y 3, tomadas de: www.pexels.com - www.pixabay.com/