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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

La trayectoria de India para desarrollar su sistema de clases no presenciales

25 mayo 2020

Aunque existen amplios problemas en cobertura por la falta de acceso a los aparatos tecnológicos y mejorar la conectividad, la democracia más grande del planeta cuenta con una larga experiencia en el desarrollo de plataformas de aprendizaje en línea, que en tiempos de coronavirus se han convertido en una interesante propuesta de solución.

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Escuelas cerradas y estrictas medidas de confinamiento para detener la propagación del Covid-19, tienen a cientos de millones de niños y niñas en la India sin la posibilidad de ir a sus escuelas. Aunque esta decisión ha significado que en los sectores de la población más vulnerable se interrumpan los programas académicos, el Estado se está haciendo cargo para que la labor formativa no cese. Para ello cuenta con algunos recursos educativos en línea que permite a millones de estudiantes seguir aprendiendo e interctuando con profesores. Una revisión de la experiencia de India en el desarrollo de clases no presenciales, en la siguiente nota

Clases no presenciales como contingencia ante el Covid-19

El coronavirus ha llevado a que las plataformas de educación en línea pasen de ser un sistema complementario a un serio plan de contingencia. Herramientas tales como tutoriales virtuales, videoconferencias o foros de opinión, forman parte de las actividades obligatorias a realizar mientras dure la pandemia. Esta migración hacia sistemas tecnológicos alojados en plataformas cuyo acceso se realiza a través de Internet, ha develado diferencias entre estudiantes debido a los distintos niveles de conectividad y disposición de aparatos tecnológicos.

No obstante, esta desigualdad ya había sido advertido con anterioridad a la crisis epidemiológica. Aún así en todo el planeta se han realizado altas inversiones para desarrollar la educación no presencial, principalmente porque los estudiantes aprenden más. Para Karla Gutierres en una publicación en el sitio especializado Shift Learning, el aprendizaje vía online permite retener entre un 25 y 60 por ciento más que cuando se aprende en aulas tradicionales. De igual manera, para aprender se requiere entre un 40 y 60 por ciento menos de tiempo para aprender.

Estas ventajas han sido tomadas en cuenta por India, que desde 1992 apuesta por formatos de enseñanza alternativos al presencial y que desde el 12 de marzo de 2020 contabilizó la increíble suma de más de 320 millones de alumnos afectados por el estricto confinamiento decretado por el gobierno, entre otras medias para contener el coronavirus que incluyó el cierre de universidades y escuelas. Más aún, según informaciones entregadas por el gobierno, es posible que esta situación se mantenga hasta agosto o septiembre.

India y su trayectoria para la construcción de sistemas de aprendizaje no presencial

El cierre de las escuelas no solo se da por la falta de alumnos, también por la no disposición de herramientas tecnológicas que permitan la conexión a Internet. Esta imposibilidad de estudiantes por ingresar a sus establecimientos no solo ha tenido como consecuencia que no puedan estudiar, sino que en muchos casos tampoco puedan alimentarse. Esta dificultad ha acentuado las desigualdades, aunque tiene a las autoridades y a los sostenedores de establecimientos educacionales dedicados a tratar de extender la educación no presencial entre su alumnado.

Una de las principales herramientas con las que cuenta el Estado indio para entregar conocimiento es la Biblioteca Nacional Digital. Si bien en un comienzo fue creada como una plataforma en línea para comunicarse con sus usuarios y recibir consultas sobre ejemplares físicos, hoy cuenta con una amplia variedad de recursos de educación online. Desde contenidos relacionados con ciencia y matemáticas, hasta preparación de exámenes de inglés y gramática india, tanto para estudiantes de primaria y secundaria, como para universitarios y pre universitarios. Todas estas herramientas están disponibles en idioma inglés y pueden ser visitadas desde cualquier parte del mundo.

Esta herramienta sintoniza con la Política Nacional de Educación de 2019 que declara la importancia de desarrollar el aprendizaje online como una alternativa a la interacción tradicional que se produce entre profesores y estudiantes, incluso tiene la capacidad de reducir los costos actuales que la educación implica para las familias, además de aumentar la actual cobertura de la educación, sobre todo la educación superior.

A esta plataforma se suma e-Pathshala, un portal web desarrollado por el Ministerio de Recursos Humanos y Desarrollo el año 2015 para utilizar la tecnología y reunir a profesores y estudiantes en un mismo lugar, a modo de compartir clases y recursos de aprendizaje que van desde clases en línea, clases narradas, textos digitales, entre otros recursos audiovisuales. La particularidad de esta plataforma es que se puede trabajar sin necesidad de estar conectado todo el tiempo y no existen límites para la descarga de materiales.

A esto se agrega Diksha, que son las siglas en inglés de National Teachers Platform for India, una plataforma online de código abierto creada en 2017 para que los profesores puedan especializarse en educación no presencial y crear contenidos de enseñanza. Esta plataforma no solo ha permitido que los docentes de todo el país cuenten con más recursos para su trabajo, sino que también ha creado nuevas instancias de interacción entre profesores a modo de compartir experiencias, buenas prácticas y soluciones educativas.

Desarrollo de plataformas online en la realidad chilena

En nuestro país, el desarrollo de plataformas online ha tenido una trayectoria predominantemente universitaria. Una de las más exitosas ha sido la de la Universidad de Los Andes, quien también ha debido utilizar sus plataformas en línea para responder a la contingencia del coronavirus. Su director de Desarrollo Docente e Innovación, Juan Nagel, comentó que la modalidad de educación no presencial ha sido una apuesta de su institución desde hace algunos años. “Una de las ventajas que hemos visto es que es un complemento a la educación presencial. Desde siempre hemos creído que complementar la educación presencial de pregrado es importante, esto porque hay que pasar mucho tiempo trabajando fuera del formato presencial, es decir, realizando actividades de aprendizaje. Entonces los sistemas permiten incorporar el tiempo fuera de la sala de clases a la labor del alumno”, señaló.

De tal forma, este complemento sería una manera de guiar y formalizar las actividades. “Sirve para darle más estructura al aprendizaje del alumno que ocurre fuera de las salas de clases. Entonces hemos ido privilegiando el uso de sistemas que permitan hacer el aprendizaje más fácil tanto para el alumno como el profesor, pero además que sea una experiencia enriquecedora. Ese mismo sistema nos ha permitido responder a la contingencia, pues nos está ayudando ahora en el modelo 100% online”, recalcó.

En relación a la necesidad de una infraestructura mínima para utilizar los recursos de modalidad no presencial, comentó que esta es una situación que se hace difícil debido a las necesidades de los alumnos. “Tenemos alumnos que no tienen ni siquiera celular con datos. Hay muchos que no tienen wifi de buena calidad en sus casas, por eso para asegurar el acceso es necesario estar en contacto con los alumnos y considerar sus reflexiones, pero tratar de hacer que las actividades no presenciales sean lo más asincrónicas posibles. Cuando se habla de actividades online se alude a actividades sincrónicas, que se llevan a cabo en tiempo real, pero también actividades asincrónicas, donde se entrega una tarea para que se realice en un tiempo determinado, para que luego el profesor pueda entregar una retroalimentación. En ese sentido lo que se recomienda es el mayor uso posible de actividades asincrónicas cosa de permitir la flexibilidad del alumno en cuanto al acceso. Pero también se deben privilegiar sistemas que sean amigables para el uso de celular, pues muchas veces es el único aparato en los hogares, aunque también hay medidas como darles bolsas de minutos a los alumnos”, explicó.

En relación a la necesidad de una agencia pública que asegure calidad y buenas prácticas, comentó que es algo necesario para desarrollar la educación presencial en nuestro país. “En educación online siento que estamos al debe y no se ha desarrollado lo suficiente para acreditar la calidad de los programas. Por eso en la Universidad de Los Andes estamos estudiando este tipo de sistemas muy seriamente porque es una disciplina que está evolucionando muy rápidamente y donde no se conocen necesariamente las buenas prácticas, entonces en ese sentido se podría hacer más. Hay organizaciones privadas como Quality Matters que es una agencia que acredita buenas prácticas, pero a parte de eso, no hay mucho más”, destacó.

Por último, en relación a los costos para desarrollar un sistema no presencial, recalcó que los costos están asociados a la calidad de lo que se quiera lograr. “Actualmente se pueden subir presentaciones con audio con capacidad de ser transmitidas, pero eso no es lo ideal. Hay universidades con estudios de grabación que cuentan con pizarras transparentes que permiten una grabación simultánea con la clase. Hay muchos recursos disponibles, por lo que los costos dependen de la calidad que se quiera para las actividades. Lo mismo con los sistemas y plataformas, hay algunas que son en Linux con software libres, pero hay otras que son más costosas. El tema es que para la relevancia que está teniendo la educación online y en términos de costo beneficio, la inversión en estos recursos merece ser evaluada seriamente porque en contextos como este ha sido una salvación”, sentenció.

Las medidas adoptadas por India para contener el aumento de contagiados responde al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 5, que propone “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. Particularmente, la meta 4.a cuyo propósito es "construir y adecuar instalaciones educativas que tengan en cuenta las necesidades de los niños y las personas con discapacidad y las diferencias de género, y que ofrezcan entornos de aprendizaje seguros, no violentos, inclusivos y eficaces para todos".


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