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El castigo sin venganza

Tragedia

Lope de Vega


[Nota preliminar: Esta obra pertenece a la Colección Teatro clásico español. Canon 60. La colección esencial del TC/12. Grupo de investigación PROLOPE. Edición digital con introducción y aparato crítico por gentileza de los editores.

Testimonios antiguos:

MANUSCRITOS:

  • Manuscrito original autógrafo datado a 1 de agosto de 1631 (Biblioteca Pública de Boston, signatura D.174.19) [texto base].
  • Manuscrito copia, de varias manos, de la segunda mitad del siglo XVII. Lord Holland Collection, Melbury House.

IMPRESOS:

  • Primera edición, suelta (Pedro de Lacavallería, Barcelona, 1634; se ha utilizado la reproducción facsímil en Lope de Vega, Poesía. Novela. Teatro, ed. M. Artigas, Colección Tesoro de la Biblioteca Nueva, Madrid, 1935).
  • Primera edición en colección, en la Veinte y una parte verdadera de las comedias del Fénix de España Frey Lope Félix de Vega Carpio (Viuda de Alonso Martín, Madrid, 1635, fols. 91r.-113v.; ejemplar consultado: Biblioteca Nacional de España, R-13.872).
  • Segunda edición, en Doce comedias las más grandiosas que hasta ahora han salido de los mejores y más insignes poetas. Segunda parte (Pedro de Craesbeeck, Lisboa, 1647; ejemplar consultado: Biblioteca Nacional de España, R-12.260).

Ediciones modernas:

  • El castigo sin venganza, ed. C. F. A. Van Dam, Noordhoof, Groningen, 1928.
  • El perro del hortelano. El castigo sin venganza, ed. A. David Kossoff, Castalia, Madrid, 1968.
  • El castigo sin venganza, ed. J. M.ª Díez Borque, Espasa-Calpe, Madrid, 1987.
  • El castigo sin venganza, ed. A. Carreño, Cátedra, Madrid, 1990.
  • El castigo sin venganza, ed. F. B. Pedraza Jiménez, Octaedro, Barcelona, 1999.
  • El castigo sin venganza, ed. A. García-Reidy, Crítica, Barcelona, 2009.
  • El castigo sin venganza, edición de Prolope, PPU, Barcelona, 2011.]


El grupo de investigación PROLOPE (www.prolope.es), del Departamento de Filología Española de la Universidad Autónoma de Barcelona, debe agradecer a la Compañía Rakatá la oportunidad que le ha ofrecido de colaborar en sus proyectos de puesta en escena de obras de Lope desde el año 2008.

Nuestro grupo de investigación tiene por objetivo la edición crítica del teatro completo de Lope de Vega y desarrolla su labor desde el año 1990 gracias a las subvenciones de diversas instituciones, principalmente el Ministerio de Ciencia e Innovación. Forman parte del grupo profesores de universidades de todo el mundo y, con las que publicamos este año, hemos alcanzado ya las 100 comedias del Fénix de los ingenios.

Rakatá acudió a nosotros en para que editáramos un texto que acompañaría su puesta en escena de Fuenteovejuna (2009). Así lo hicimos y fue nuestra primera colaboración; el resultado fue una edición de Fuenteovejuna (Editorial PPU, Barcelona, 2009). En este año 2010 la obra que nos proponían abordar era El castigo sin venganza; el resultado, en esta ocasión, es el texto que ofrecemos a continuación, que ha servido de base para el espectáculo que hoy presentan. Cada propuesta de Rakatá ha implicado un reto científico para el grupo PROLOPE. En la edición del texto de Fuenteovejuna realizamos un cotejo de nueve ejemplares de la primera edición y cinco de la segunda, además de varias ediciones modernas. Para esta edición hemos cotejado el manuscrito original autógrafo de Lope de Vega, otro manuscrito también temprano, y tres ediciones de la época, además de seis ediciones de los más prestigiosos especialistas.

Hemos trabajado en esta edición varios miembros del grupo de investigación, así como algunos alumnos del Máster y dos de grado (los que formamos parte del Consejo de redacción, un total de veinte personas). En sesiones maratonianas en el verano hemos desentrañado lo que se podía leer en los manuscritos, incluso entrever bajo las tachaduras de Lope de Vega, en el trazo de una pluma algo temblorosa por la edad. Y tras comparar y comprobar exhaustivamente lo que decían los distintos manuscritos y ediciones de la época y las ediciones e interpretaciones de los diversos estudiosos modernos, hemos establecido y anotado nuestro propio texto, que es el que aquí se presenta.

Quien tenga algo de curiosidad sobre la forma de escribir de Lope, y sobre nuestro sistema de trabajo, sobre cómo «restauramos» y establecemos los filólogos los textos clásicos, cómo se realizan las ediciones críticas, tiene una pequeña ilustración de ello en la sección que hemos titulado «Restaurar los textos. Los finales de El castigo sin venganza». Por el tema que se aborda nos ha parecido más oportuno reservar esas páginas para después del texto.

Sólo queremos agradecer de nuevo a la Compañía Rakatá la oportunidad que nos ha brindado y ceder ya la palabra al propio Lope y su texto.

PROLOPE.





Al Excelentísimo Señor Duque de Sessa, mi Señor1.

Desigual atrevimiento parece dedicar a Vuestra Excelencia esta Tragedia, cuando fuera más justo poemas heroicos, de quien fueran argumento las gloriosas hazañas de sus progenitores invictísimos, que dieron a la Corona de España tantos Reinos, a las plumas tantas historias, a la fama tantos triunfos y a las ramas insignes de su apellido tantas banderas, de que son fieles testigos reyes infieles y alguno que, preso, ocupa con honra suya un cuartel de ellas entre los Córdobas, Cardonas y Aragones, ilustrísimos por inmortal memoria en tantos siglos, y por sangre generosa en tantos reinos. Mas como suele el que cultiva flores enviar al dueño del jardín algunas, como en reconocimiento de que son suyas las que quedan, así, yo me atrevo a enviar a Vuestra Excelencia las de este asunto; indicio de que reconocen las demás que de todas es Señor, como del que las cultiva. En los amigos, los presentes son amor, en los amantes, cuidado, en los pretendientes, cohecho, en los obligados, agradecimiento, en los señores, favor, en los criados, servicio. Éste no va a solicitar mercedes, sino a reconocer obligaciones, de tantas como he recebido de sus liberales manos en tantos años que ha que vivo escrito en el número de los criados de su casa. Guarde Nuestro Señor a Vuestra Excelencia como deseo.

Frey Lope Félix de Vega Carpio.




Prólogo

Señor lector, esta Tragedia se hizo en la Corte sólo un día por causas que a Vuestra Merced le importan poco. Dejó entonces tantos deseosos de verla, que les he querido satisfacer con imprimirla. Su historia estuvo escrita en lengua latina, francesa, alemana, toscana y castellana: esto fue prosa; ahora sale en verso. Vuestra Merced la lea por mía -porque no es impresa en Sevilla, cuyos libreros, atendiendo a la ganancia, barajan los nombres de los poetas, y a unos dan sietes y a otros sotas; que hay hombres que por dinero, no reparan en el honor ajeno, que a vueltas de sus mal impresos libros venden y compran- advirtiendo que está escrita al estilo español, no por la antigüedad griega y severidad latina, huyendo de las sombras, nuncios, y coros, porque el gusto puede mudar los preceptos, como el uso los trajes y el tiempo las costumbres.




El castigo sin venganza

Tragedia


En Madrid a primero de agosto de 1631

[Rúbrica de Lope de Vega]






ArribaAbajo Acto I

PERSONAS DEL PRIMERO ACTO
 

 
EL DUQUE DE FERRARA.AUTOR2.
EL CONDE FEDERICO.ARIAS.
ALBANO.
RUTILIO.
FLORO.
LUCINDO.
EL MARQUÉS DE GONZAGA.SALAS.
CASANDRA.AUTORA.
AURORA.BERNARDA.
LUCRECIA.JERÓNIMA.
BATÍN.SALINAS.
CINTIA. MARÍA DE CABALLOS.
FEBO.
RICARDO.
 

El DUQUE DE FERRARA, de noche3, FEBO y RICARDO, criados.

 
RICARDO
¡Linda burla!
FEBO
¡Por estremo!4
Pero, ¿quién imaginara
que era el duque de Ferrara...?
DUQUE
Que no me conozcan temo5.
RICARDO
   Debajo de ser disfraz5
hay licencia para todo6,
que aun el cielo en algún modo
es de disfraces capaz.
   ¿Qué piensas tú que es el velo
con que la noche le tapa?10
Una guarnecida capa
con que se disfraza el cielo
   y para dar luz alguna
las estrellas que dilata
son pasamanos7 de plata15
y una encomienda la luna8.
DUQUE
   ¡Ya comienzas desatinos!
FEBO
¿No lo ha pensado poeta
déstos9 de la nueva seta
que se imaginan divinos?1020
RICARDO
   Si a sus licencias apelo11
no me darás culpa alguna,
que yo sé quien a la luna
llamó requesón del cielo.
DUQUE
   Pues no te parezca error25
que la poesía ha llegado
a tan miserable estado
que es ya como jugador
   de aquellos transformadores12
-muchas manos, ciencia poca13-30
que echan cintas por la boca,
de diferentes colores.
   Pero... dejando a otro fin
esta materia cansada14,
¡no es mala15 aquella casada!35
RICARDO
¡¿Cómo mala?! ¡Un serafín!16
   Pero tiene un bravo azar17
que es imposible sufrillo18.
DUQUE
¿Cómo?
RICARDO
Un cierto maridillo
que toma y no da lugar19.40
FEBO
   ¡Guarda la cara!20
DUQUE
Ése ha sido
siempre el más crüel linaje21
de gente deste paraje.
FEBO
El que la gala, el vestido
   y el oro deja traer,45
tenga, pues él no lo ha dado,
lástima al que lo ha comprado,
pues, si muere su mujer,
   ha de gozar la mitad
como bienes gananciales22.50
RICARDO
Cierto que personas tales
poca tienen caridad,
   hablando cultidiablesco
por no juntar las dicciones23.
DUQUE
Tienen esos socarrones55
con el diablo parentesco,
   que obligando a consentir,
después estorba el obrar24.
RICARDO
Aquí pudiera llamar,
pero hay mucho que decir.60
DUQUE
   ¿Cómo?
RICARDO
Una madre beata
que reza y riñe a dos niñas
entre majuelos y viñas,
una perlas y otra plata25.
DUQUE
   Nunca de esteriores fío.65
RICARDO
No lejos vive una dama
como azúcar de retama26,
dulce y morena.
DUQUE
¿Qué brío?
RICARDO
    El que pide la color27;
mas el que con ella habita70
es de cualquiera visita
cabizbajo rumiador28.
FEBO
   Rumiar siempre fue de bueyes29.
RICARDO
Cerca he visto una mujer
que diera buen parecer3075
si hubiera estudiado leyes.
DUQUE
   ¡Vamos allá!
RICARDO
No querrá
abrir a estas horas.
DUQUE
¿No?
¿Y si digo quién soy yo?
RICARDO
Si lo dices, claro está.80
DUQUE
   Llama pues.
RICARDO
Algo esperaba,
que a dos patadas salió31.
 

(CINTIA en alto.)

 
CINTIA
¿Quién es?
RICARDO
Yo soy.
CINTIA
¿Quién es yo?
RICARDO
¡Amigos, Cintia! ¡Abre, acaba32,
   que viene el Duque conmigo!85
¡Tanto mi alabanza pudo!33
CINTIA
¡¿El Duque...?!
RICARDO
¿Eso dudas?
CINTIA
Dudo,
no digo el venir contigo,
   mas el visitarme a mí
tan gran señor y a tal hora.90
RICARDO
Por hacerte gran señora
viene disfrazado ansí.
CINTIA
   Ricardo, si el mes pasado,
lo que agora, me dijeras
del Duque, me persuadieras95
que a mis puertas ha llegado34,
   pues toda su mocedad
ha vivido indignamente,
fábula35 siendo a la gente
su viciosa libertad,100
   y como no se ha casado
por vivir más a su gusto
sin mirar que fuera injusto
ser de un bastardo heredado
   -aunque es mozo de valor105
Federico-, yo creyera
que el Duque a verme viniera;
mas, ya que como señor
   se ha venido a recoger
y de casar concertado110
su hijo a Mantua ha enviado
por Casandra, su mujer,
   no es posible que ande haciendo
locuras de noche ya
cuando esperándola está115
y su entrada previniendo36,
   que si en Federico fuera
libertad, ¿qué fuera en él?
Y si tú fueras fïel,
aunque él ocasión te diera,120
   no anduvieras atrevido
deslustrando su valor,
que ya el Duque tu señor
está acostado y dormido
   y, así, cierro la ventana125
que ya sé que fue invención37
para hallar conversación.
¡Adiós, y vuelve mañana!
DUQUE
   ¡A buena casa de gusto38
me has traído!
RICARDO
¿Yo, señor?
130
¿Qué culpa tengo?
DUQUE
Fue error
fïarle tanto disgusto
   para la noche que viene39.
FEBO
Si quieres, yo romperé
la puerta.
DUQUE
¡Que esto escuché!
135
FEBO
Ricardo la culpa tiene.
   Pero, señor, quien gobierna
si quiere saber su estado
cómo es temido o amado40
deje la lisonja tierna140
   del crïado adulador41
y disfrazado de noche
en traje humilde o en coche
salga a saber su valor,
   que algunos emperadores145
se valieron deste engaño42.
DUQUE
Quien escucha oye su daño
y fueron, aunque los dores43,
   filósofos majaderos,
porque el vulgo no es censor150
de la verdad44, y es error
de entendimientos groseros45
   fïar la buena opinión
de quien, inconstante y vario,
todo lo juzga al contrario155
de la ley de la razón.
   Un quejoso, un descontento
echa por vengar su ira,
en el vulgo, una mentira,
a la novedad atento,160
   y como por su bajeza
no la puede averiguar
ni en los palacios entrar,
murmura de la grandeza46.
   Yo confieso que he vivido165
libremente y sin casarme,
por no querer sujetarme47,
y que también parte ha sido48
   pensar que me heredaría
Federico, aunque bastardo;170
mas ya que a Casandra aguardo,
que Mantua con él me envía,
   todo lo pondré en olvido.
FEBO
Será remedio casarte.
RICARDO
Si quieres desenfadarte,175
pon a esta puerta el oído.
DUQUE
    ¿Cantan?
RICARDO
¿No lo ves?
DUQUE
Pues ¿quién
vive aquí?
RICARDO
Vive un autor
de comedias49.
FEBO
Y el mejor
de Italia.
DUQUE
Ellos cantan bien.
180
   ¿Tiénelas buenas?50
RICARDO
Están
entre amigos y enemigos:
buenas las hacen amigos
con los aplausos que dan,
   y los enemigos, malas51.185
FEBO
No pueden ser buenas todas.
DUQUE
Febo, para nuestras bodas
prevén las mejores salas
   y las comedias mejores52,
que no quiero que repares53190
en las que fueren vulgares.
FEBO
Las que ingenios y señores
   aprobaren llevaremos54.
DUQUE
Ensayan.
RICARDO
Y habla una dama55.
DUQUE
Si es Andrelina, es de fama56.195
¡Qué acción! ¡Qué afectos! ¡Qué estremos!57
 

(Dentro.)

 
[ACTRIZ]
   Déjame, pensamiento;
no más, no más, memoria,
que mi pasada gloria
conviertes en tormento,200
y deste sentimiento
ya no quiero memoria sino olvido,
que son de un bien perdido,
aunque presumes que mi mal mejoras,
discursos tristes para alegres horas58.205
DUQUE
    ¡Valiente acción!
FEBO
¡Estremada!59
DUQUE
Más oyera, pero estoy
sin gusto. Acostarme voy60.
RICARDO
¿A las diez?
DUQUE
Todo me enfada.
RICARDO
   Mira que es esta mujer210
única.
DUQUE
Temo que hable
alguna cosa notable.
RICARDO
¿De ti? ¿Cómo puede ser?
DUQUE
   ¿Agora sabes, Ricardo,
que es la comedia un espejo61215
en que el necio, el sabio, el viejo,
el mozo, el fuerte, el gallardo,
   el rey, el gobernador,
la doncella, la casada,
siendo al ejemplo escuchada220
de la vida y del honor,
   retrata nuestras costumbres,
o livianas o severas,
mezclando burlas y veras,
donaires y pesadumbres?62225
    Basta, que oí del papel
de aquella primera dama
el estado de mi fama:
bien claro me hablaba en él63.
   ¿Que escuche, me persüades,230
la segunda? Pues no ignores
que no quieren los señores
oír tan claras verdades64.
 

(Vanse.)

 
 

(FEDERICO de camino muy galán y BATÍN criado65.)

 
BATÍN
    Desconozco el estilo de tu gusto66.
¿Agora en cuatro sauces te detienes,235
cuando a negocio, Federico, vienes
de tan grande importancia?67
FEDERICO
Mi disgusto
no me permite, como fuera justo,
más prisa y más cuidado;
antes la gente dejo, fatigado68240
de varios pensamientos,
y al dosel destos árboles que, atentos69
a las dormidas ondas deste río,
en su puro cristal sonoro y frío
mirando están sus copas,245
después que los vistió de verdes ropas,
de mí mismo quisiera retirarme70,
que me cansa el hablarme
del casamiento de mi padre, cuando
pensé heredarle, que si voy mostrando250
a nuestra gente gusto, como es justo,
el alma llena de mortal disgusto,
camino a Mantua, de sentido ajeno71,
que voy por mi veneno
en ir por mi madrastra, aunque es forzoso72.255
BATÍN
Ya de tu padre el proceder vicioso,
de propios y de estraños reprehendido,
quedó a los pies de la virtud vencido;
ya quiere sosegarse,
que no hay freno, señor, como casarse73.260
Presentole un vasallo74
al Rey francés un bárbaro caballo
de notable hermosura,
Cisne en el nombre y por la nieve pura
de la piel que cubrían265
las rizas canas que a los pies caían75
de la cumbre del cuello, en levantando
la pequeña cabeza;
finalmente le dio Naturaleza
-que alguna dama estaba imaginando76-270
hermosura y desdén, porque su furia
tenía por injuria
sufrir el picador más fuerte y diestro.
Viendo tal hermosura y tal siniestro77,
mandole el Rey echar en una cava78275
a un soberbio león que en ella estaba;
y en viéndole feroz, apenas viva
el alma sensitiva79,
hizo que el cuerpo alrededor se entolde
de las crines, que ya crespas sin molde80,280
si el miedo no lo era,
formaron como lanzas blanca esfera,
y en espín erizado
de orgulloso caballo transformado81,
sudó por cada pelo285
una gota de hielo82,
y quedó tan pacífico y humilde,
que fue un enano en sus arzones tilde83,
y el que a los picadores no sufría
los pícaros sufrió desde aquel día84.290
FEDERICO
Batín, ya sé que a mi vicioso padre
no pudo haber remedio que le cuadre
como es el casamiento,
pero ¿no ha de sentir mi pensamiento
haber vivido con tan loco engaño?85295
Ya sé que al más altivo, al más estraño86
le doma una mujer y que delante
deste león, el bravo, el arrogante
se deja sujetar del primer niño
que con dulce cariño300
y media lengua, o muda o balbuciente87,
tiniéndole en los brazos, le consiente88
que le tome la barba89;
ni rudo labrador la roja parva90
como un casado la familia mira305
y de todos los vicios se retira.
Mas ¿qué me importa a mí que se sosiegue
mi padre y que se niegue
a los vicios pasados,
si han de heredar sus hijos sus estados,310
y yo, escudero vil, traer en brazos
algún león que me ha de hacer pedazos?91
BATÍN
Señor, los hombres cuerdos y discretos92
cuando se ven sujetos
a males sin remedio93,315
poniendo la paciencia de por medio,
fingen contento, gusto y confïanza,
por no mostrar envidia y dar venganza94.
FEDERICO
¿Yo sufriré madrastra?
BATÍN
¿No sufrías
las muchas que tenías320
con los vicios del Duque? Pues agora
sufre una sola, que es tan gran señora.
FEDERICO
¿Qué voces son aquéllas?
BATÍN
En el vado del río suena gente95.
FEDERICO
Mujeres son; a verlas voy.
BATÍN
¡Detente!
325
FEDERICO
¡Cobarde!, ¿no es razón favorecellas?96
 

(Vase.)

 
BATÍN
¡Escusar el peligro es ser valiente!97
¡Lucindo, Albano, Floro!
 

(Éstos salen.)

 
LUCINDO
El conde llama.
ALBANO
¿Dónde está Federico?
FLORO
¿Pide acaso
los caballos?
BATÍN
Las voces de una dama,
330
con poco seso y con valiente paso,
le llevaron de aquí. Mientras le sigo,
llamad la gente.
 

(Vase.)

 
LUCINDO
¿Dónde vas? ¡Espera!
ALBANO
Pienso que es burla.
FLORO
Y yo lo mismo digo,
aunque suena rumor en la ribera335
de gente que camina.
LUCINDO
Mal Federico a obedecer se inclina98
el nuevo dueño, aunque por ella viene99.
ALBANO
Sale a los ojos el pesar que tiene100.
 

(FEDERICO sale con CASANDRA en los brazos.)

 
FEDERICO
Hasta poneros aquí340
los brazos me dan licencia.
CASANDRA
Agradezco, caballero,
vuestra mucha gentileza.
FEDERICO
Y yo, a mi buena fortuna,
traerme por esta selva101 345
casi fuera de camino.
CASANDRA
¿Qué gente, señor, es ésta?
FEDERICO
Crïados que me acompañan.
No tengáis, señora, pena:
todos vienen a serviros.350
 

(BATÍN sale con LUCRECIA, criada, en los brazos102.)

 
BATÍN
Mujer, dime, ¿cómo pesas,
si dicen que sois livianas?103
LUCRECIA
Hidalgo, ¿dónde me llevas?104
BATÍN
A sacarte, por lo menos,
de tanta enfadosa arena355
como la falta del río
en estas orillas deja.
Pienso que fue treta suya105,
por tener ninfas tan bellas106,
volverse el coche al salir,360
que si no fuera tan cerca
corriérades gran peligro107.
FEDERICO
Señora, por que yo pueda108
hablaros con el respeto
que vuestra persona muestra109,365
decidme quién sois.
CASANDRA
Señor,
no hay causa porque no deba
decirlo: yo soy Casandra,
ya de Ferrara duquesa,
hija del duque de Mantua.370
FEDERICO
¡¿Cómo puede ser que sea
Vuestra Alteza y venir sola?!
CASANDRA
No vengo sola, que fuera
cosa imposible: no lejos
el marqués Gonzaga queda,375
a quien pedí me dejase,
atravesando una senda110,
pasar sola en este río
parte desta ardiente siesta111;
y por llegar a la orilla380
que me pareció cubierta
de más árboles y sombras,
había más agua en ella,
tanto, que pude correr,
sin ser mar, fortuna adversa112;385
mas no pudo ser Fortuna,
pues se pararon las ruedas113.
Decidme, señor, quién sois,
aunque ya vuestra presencia114
lo generoso asegura115390
y lo valeroso muestra,
que es razón que este favor
no sólo yo le agradezca,
pero116 el Marqués y mi padre,
que tan obligados quedan117.395
FEDERICO
Después que me dé la mano,
sabrá quién soy Vuestra Alteza.
CASANDRA
¡¿De rodillas?! ¡Es exceso!118
No es justo que lo consienta
la mayor obligación119.400
FEDERICO
Señora, es justo y es fuerza120:
mirad que soy vuestro hijo.
CASANDRA
Confieso que he sido necia
en no haberos conocido.
¿Quién, sino quien sois, pudiera405
valerme en tanto peligro?
¡Dadme los brazos!
FEDERICO
Merezca
vuestra mano.
CASANDRA
No es razón.
Dejaldes pagar la deuda121,
señor conde Federico.410
FEDERICO
El alma os dé la respuesta122.
 

(Hablen quedo y diga BATÍN.)

 
BATÍN
Ya que ha sido nuestra dicha
que esta gran señora sea
por quien íbamos a Mantua,
sólo resta que yo sepa415
si eres «tú», «vuesa merced»,
«señoría» o «excelencia»123,
para que pueda medir
lo razonado a las prendas124.
LUCRECIA
Desde mis primeros años420
sirvo, amigo, a la Duquesa.
Soy doméstica crïada;
visto y desnudo a Su Alteza.
BATÍN
¿Eres camarera?
LUCRECIA
No.
BATÍN
Serás haciacamarera125,425
como que lo fuiste a ser
y te quedaste a la puerta126.
Tal vez127 tienen las señoras,
como lo que tú me cuentas,
unas crïadas malillas128,430
entre doncellas y dueñas129,
que son todo y no son nada.
¿Cómo te llamas?
LUCRECIA
Lucrecia.
BATÍN
¿La de Roma?130
LUCRECIA
Más acá.
BATÍN
Gracias a Dios que con ella435
topé, que desde su historia
traigo llena la cabeza
de castidades forzadas
y de diligencias necias131.
¿Tú viste a Tarquino?
LUCRECIA
¿Yo?
440
BATÍN
¿Y qué hicieras si le vieras?
LUCRECIA
¿Tienes mujer?
BATÍN
¿Por qué causa
lo preguntas?
LUCRECIA
Por que pueda
ir a tomar su consejo.
BATÍN
Herísteme por la treta132.445
¿Tú sabes quién soy?
LUCRECIA
¿De qué?
BATÍN
¿Es posible que no llega
aún hasta Mantua la fama
de Batín?
LUCRECIA
¿Por qué excelencias?
Pero tú debes de ser450
como unos necios que piensan
que en todo el mundo su nombre
por único se celebra,
y apenas le sabe nadie.
BATÍN
No quiera Dios que tal sea,455
ni que murmure envidioso
de las virtudes ajenas.
Esto dije por donaire133,
que no porque piense o tenga
satisfación y arrogancia.460
Verdad es que yo quisiera
tener fama entre hombres sabios
que ciencia y letras profesan,
que en la ignorancia común
no es fama sino cosecha465
que, sembrando disparates,
coge lo mismo que siembra134.
CASANDRA
   Aún no acierto a encarecer135
el haberos conocido;
poco es lo que había oído470
para lo que vengo a ver:
el hablar, el proceder
a la persona conforma136,
hijo y mi señor, de forma
que muestra en lo que habéis hecho475
cuál es el alma del pecho
que tan gran sujeto informa137.
   Dicha ha sido haber errado
el camino que seguí,
pues más presto os conocí480
por yerro tan acertado138.
Cual suele en el mar airado
la tempestad, después della,
ver aquella lumbre bella139,
así fue mi error la noche,485
mar el río, nave el coche,
yo el piloto, y vos mi estrella.
   Madre os seré desde hoy,
señor conde Federico,
y deste nombre os suplico490
que me honréis, pues ya lo soy;
de vos tan contenta estoy,
y tanto el alma repara140
en prenda tan dulce y cara141,
que me da más regocijo495
teneros a vos por hijo
que ser duquesa en Ferrara.
FEDERICO
    Basta que me dé temor142,
hermosa señora, el veros;
no me impida el responderos500
turbarme tanto favor143.
Hoy el Duque, mi señor,
en dos divide mi ser,
que del cuerpo pudo hacer
que mi ser primero fuese505
para que el alma debiese
a mi segundo nacer144.
   Destos nacimientos dos
lleváis, señora, la palma145,
que para nacer con alma510
hoy quiero nacer de vos,
que, aunque quien la infunde es Dios,
hasta que os vi, no sentía
en qué parte la tenía;
pues si conocerla os debo,515
vos me habéis hecho de nuevo,
que yo sin alma vivía146.
   Y desto se considera,
pues que de vos nacer quiero,
que soy el hijo primero520
que el Duque de vos espera;
y de que tan hombre quiera147
nacer no son fantasías,
que, para disculpas mías,
aquel divino crisol148525
ha seis mil años que es sol149
y nace todos los días.
 

(El MARQUÉS GONZAGA, RUTILIO y criados150.)

 
RUTILIO
    Aquí, señor, los dejé.
MARQUÉS
¡Estraña desdicha fuera
si el caballero que dices530
no llegara a socorrerla!
RUTILIO
Mandome alejar pensando
dar nieve al agua risueña151,
bañando en ella los pies
para que corriese perlas152;535
y así no pudo llegar
tan presto mi diligencia,
y en brazos de aquel hidalgo
salió, señor, la Duquesa;
pero como vi que estaban540
seguras en la ribera,
corrí a llamarte.
MARQUÉS
Allí está,
entre el agua y el arena153,
el coche solo.
RUTILIO
Estos sauces
nos estorbaron el verla.545
Allí está con los crïados
del caballero154.
CASANDRA
Ya llega
mi gente.
MARQUÉS
¡Señora mía!
CASANDRA
¡Marqués!
MARQUÉS
Con notable pena
a todos nos ha tenido550
hasta agora Vuestra Alteza.
¡Gracias a Dios que os hallamos
sin peligro!
CASANDRA
Después dellas
las dad a este caballero155:
su piadosa gentileza555
me sacó libre en los brazos.
MARQUÉS
Señor Conde, ¿quién pudiera,
sino vos, favorecer
a quien ya es justo que tenga
el nombre de vuestra madre?560
FEDERICO
Señor Marqués, yo quisiera
ser un Júpiter entonces,
que, transformándome cerca156
en aquel ave imperial,
aunque las plumas pusiera565
a la luz de tanto sol,
ya de Faetonte soberbia,
entre las doradas uñas
tusón del pecho la hiciera,
y por el aire en los brazos,570
por mi cuidado157, la vieran
los del Duque158, mi señor159.
MARQUÉS
El cielo, señor, ordena160
estos sucesos que veis
para que Casandra os deba575
un beneficio tan grande161
que desde este punto pueda162
confirmar las voluntades,
y en toda Italia se vea
amarse tales contrarios,580
y que en un sujeto quepan163.
 

(Hablen los dos y, aparte, CASANDRA y LUCRECIA164.)

 
CASANDRA
Mientras los dos hablan, dime
qué te parece, Lucrecia,
de Federico.
LUCRECIA
Señora,
si tú me dieses licencia,585
mi parecer te diría165.
CASANDRA
Aunque ya no sin sospecha,
yo te la doy.
LUCRECIA
Pues yo digo...
CASANDRA
Di.
LUCRECIA
...que más dichosa fueras
si se trocara la suerte.590
CASANDRA
Aciertas, Lucrecia, y yerra
mi fortuna166, mas ya es hecho:
porque cuando yo quisiera167,
fingiendo alguna invención,
volver a Mantua, estoy cierta595
que me matara mi padre,
y por toda Italia fuera
fábula mi desatino168;
fuera de que no pudiera169
casarme con Federico;600
y así no es justo que vuelva
a Mantua, sino que vaya
a Ferrara, en que me espera
el Duque, de cuya libre
vida y condición me llevan605
las nuevas con gran cuidado170.
MARQUÉS
¡Ea! ¡Nuestra gente venga
y alegremente salgamos
del peligro desta selva!
Parte delante a Ferrara,610
Rutilio, y lleva las nuevas
al Duque del buen suceso,
si por ventura no llega171
anticipada la fama,
que se detiene en las buenas172615
cuanto corre en siendo malas173.
Vamos, señora, y prevengan174
caballo al Conde.
FLORO
¡El caballo
del Conde!
CASANDRA
Vuestra Excelencia
irá mejor en mi coche.620
FEDERICO
Como mande Vuestra Alteza
que vaya, la iré sirviendo.
 

(El MARQUÉS lleve de la mano a CASANDRA y queden FEDERICO y BATÍN.)

 
BATÍN
¡Qué bizarra es la Duquesa!175
FEDERICO
¿Parécete bien, Batín?
BATÍN
Paréceme una azucena625
que está pidiendo al aurora
en cuatro cándidas lenguas
que le trueque en cortesía
los granos de oro a sus perlas176.
No he visto mujer tan linda...630
Por Dios, señor, que si hubiera
lugar177 -porque suben ya178,
y no es bien que la detengas-
que te dijera...
FEDERICO
No digas
nada, que con tu agudeza179635
me has visto el alma en los ojos180
y el gusto me lisonjeas181.
BATÍN
¿No era mejor para ti
esta clavellina fresca182,
esta naranja en azahar183640
toda de pimpollos hecha184,
esta alcorza de ámbar y oro185,
esta Venus, esta Elena?186
¡Pesia las leyes del mundo!187
FEDERICO
Ven, no les demos sospecha645
y seré el primer alnado188
a quien hermosa parezca
su madrastra.
BATÍN
Pues, señor,
no hay más de tener paciencia,
que a fe que a dos pesadumbres189650
ella te parezca fea190.
 

(Vanse.)

 
 

(Salgan el DUQUE DE FERRARA y AURORA su sobrina191.)

 
DUQUE
   Hallarala en el camino
Federico, si partió
cuando dicen.
AURORA
Mucho erró192,
pues cuando el aviso vino655
   era forzoso el partir
a acompañar a Su Alteza.
DUQUE
Pienso que alguna tristeza
pudo el partir diferir
   que, en fin, Federico estaba660
seguro en su pensamiento
de heredarme, cuyo intento,
que con mi amor consultaba.
   fundaba bien su intención193,
porque es Federico, Aurora,665
lo que más mi alma adora
y fue casarme traición
   que hago a mi propio gusto;
que mis vasallos han sido
quien me ha forzado y vencido194 670
a darle tanto disgusto,
   si bien dicen que esperaban
tenerle por su señor,
o por conocer mi amor
o porque también le amaban;675
   mas que los deudos que tienen195
derecho a mi sucesión
pondrán pleito con razón196;
o, que si a las armas vienen,
no pudiendo concertallos,680
abrasarán estas tierras
-porque siempre son las guerras
a costa de los vasallos197-;
   con esto determiné
casarme, no pude más.685
AURORA
Señor, disculpado estás.
Yerro de Fortuna fue198,
   pero la grave prudencia
del Conde hallará templanza
para que su confïanza690
tenga consuelo y paciencia,
   aunque, en esta confusión,
un consejo quiero darte,
que será remedio en parte
de su engaño y tu afición199.695
   Perdona el atrevimiento,
que, fïada en el amor
que me muestras, con valor
te diré mi pensamiento.
   Yo soy, invicto Duque, tu sobrina;700
hija soy de tu hermano,
que en su primera edad, como temprano
almendro que la flor al cierzo inclina
-¡cinco lustros! ¡ay, suerte
crüel!- rindió la inexorable muerte200. 705
   Crïásteme en tu casa porque luego
quedé también sin madre;
tú solo fuiste mi querido padre
y, en el confuso laberinto ciego
de mis fortunas tristes,710
el hilo de oro que de luz me vistes201.
   Dísteme por hermano a Federico,
mi primo, en la crïanza,
a cuya siempre honesta confïanza
con dulce trato honesto amor aplico202,715
no menos dél querida,
viviendo entrambos una misma vida,
   una ley, un amor, un albedrío203;
una fe nos gobierna
que con el matrimonio será eterna,720
siendo yo suya y Federico mío,
que aun apenas la muerte
osará dividir lazo tan fuerte.
   Desde la muerte de mi padre amado
tiene mi hacienda aumento.725
No hay en Italia agora casamiento
más igual a sus prendas y a su estado;
que yo, entre muchos grandes,
ni miro a España ni me aplico a Flandes204.
   Si le casas conmigo estás seguro730
de que no se entristezca
de que Casandra sucesión te ofrezca,
sirviendo yo de su defensa y muro205.
Mira si en este medio206
promete mi consejo tu remedio.735
DUQUE
   Dame tus brazos, Aurora,
que en mi sospecha y recelo
eres la misma del cielo207
que mi noche ilustra y dora208.
   Hoy mi remedio amaneces,740
y en el sol de tu consejo
miro como en claro espejo
el que a mi sospecha ofreces209.
   Mi vida y honra aseguras,
y, así, te prometo al Conde745
si a tu honesto amor responde
la fe con que le procuras210,
   que bien creo que estarás
cierta211 de su justo amor
como yo que tu valor,750
Aurora, merece más.
   Y así, pues vuestros intentos
conformes vienen a ser,
palabra te doy de hacer
juntos los dos casamientos.755
   Venga el Conde y tú verás
qué día a Ferrara doy212.
AURORA
Tu hija y tu esclava soy;
no puedo decirte más.
 

(Entre BATÍN213.)

 
BATÍN
   Vuestra Alteza, gran señor,760
reparta entre mí y el viento
las albricias214, porque a entrambos
se las debe de derecho;
que no sé cuál de los dos
vino en el otro corriendo,765
yo en el viento o él en mí,
él en mis pies, yo en su vuelo215.
La Duquesa mi señora
viene buena216, y si primero
dijo la Fama217 que el río,770
con atrevimiento necio,
volvió el coche, no fue nada;
porque el Conde al mismo tiempo
llegó y la sacó en sus brazos,
con que las paces se han hecho775
de aquella opinión vulgar:
que nunca bien se quisieron
los alnados y madrastras218;
porque con tanto contento
vienen juntos, que parecen780
hijo y madre verdaderos.
DUQUE
Esa paz, Batín amigo,
es la nueva que agradezco219,
y que traiga gusto el Conde,
fuera de ser nueva, es nuevo.785
¿Querrá Dios que Federico,
con su buen entendimiento,
se lleve bien con Casandra?
En fin, ya los dos se vieron,
y en tiempo que pudo hacerle790
ese servicio.
BATÍN
Prometo
a Vuestra Alteza que fue
dicha de los dos220.
AURORA
Yo quiero
que me des nuevas también.
BATÍN
¡Oh, Aurora, que a la del cielo795
das ocasión con el nombre
para decirte concetos!221
¿Qué me quieres preguntar?
AURORA
Deseo de saber tengo
si es muy hermosa Casandra.800
BATÍN
Esa pregunta y deseo
no era de Vuestra Excelencia
sino del Duque, mas pienso
que entrambos sabéis por fama
lo que repetir no puedo...805
porque ya llegan.
DUQUE
¡Batín,
ponte esta cadena al cuello!
 

(Entren con grande acompañamiento y bizarría RUTILIO, FLORO, ALBANO, LUCINDO, el MARQUÉS GONZAGA, FEDERICO, CASANDRA y LUCRECIA222.)

 
FEDERICO
En esta güerta, señora223,
os tienen hecho aposento
para que el Duque os reciba810
en tanto que disponiendo
queda Ferrara la entrada224,
que a vuestros merecimientos
será corta, aunque será225
la mayor que en estos tiempos815
en Italia se haya visto.
CASANDRA
Ya, Federico, el silencio
me provocaba a tristeza226.
FEDERICO
Fue de aquesta causa efeto.
FLORO
Ya salen a recibiros820
el Duque y Aurora.
DUQUE
El cielo,
hermosa Casandra, a quien
con toda el alma os ofrezco
estos estados, os guarde
para su señora y dueño,825
para su aumento y su honor,
los años de mi deseo227.
CASANDRA
Para ser de Vuestra Alteza
esclava, gran señor, vengo,
que deste título sólo830
recibe mi casa aumento228,
mi padre, honor, y mi patria,
gloria, en cuya fe poseo
los méritos de llegar
a ser digna de los vuestros229.835
DUQUE
Dadme vos, señor Marqués,
los brazos, a quien hoy debo
prenda de tanto valor230.
MARQUÉS
En su nombre los merezco,
y por la parte que tuve840
en este alegre himineo231,
pues hasta la ejecución
me sois deudor del concierto232.
AURORA
Conoced, Casandra, a Aurora.
CASANDRA
Entre los bienes que espero845
de tanta ventura mía233,
es ver, Aurora, que os tengo
por amiga y por señora.
AURORA
Con serviros, con quereros
por dueño de cuanto soy234,850
sólo responderos puedo.
¡Dichosa Ferrara ha sido,
oh Casandra, en mereceros
para gloria de su nombre!
CASANDRA
Con tales favores entro,855
que ya en todas mis acciones
próspero fin me prometo.
DUQUE
Sentaos por que os reconozcan
con debido amor mis deudos
y mi casa235.
CASANDRA
No replico:
860
cuanto mandáis obedezco.
 

(Siéntense debajo de dosel el DUQUE y CASANDRA, y el MARQUÉS y AURORA.)

 
CASANDRA
¿No se sienta el Conde?
DUQUE
No,
porque ha de ser el primero
que os ha de besar la mano.
CASANDRA
Perdonad, que no consiento865
esa humildad.
FEDERICO
Es agravio
de mi amor; fuera de serlo,
es ir contra mi obediencia236.
CASANDRA
Eso no.
FEDERICO
(¡Temblando llego!)
CASANDRA
Teneos237.
FEDERICO
No lo mandéis.
870
Tres veces, señora, beso
vuestra mano: una por vos,
con que humilde me sujeto
a ser vuestro mientras viva,
destos vasallos ejemplo;875
la segunda por el Duque,
mi señor, a quien respeto
obediente; y la tercera
por mí, porque no tiniendo238
más por vuestra obligación,880
ni menos por su preceto239,
sea de mi voluntad,
señora, reconoceros240,
que la que sale del alma
sin fuerza de gusto ajeno885
es verdadera obediencia241.
CASANDRA
De tan obediente cuello
sean cadena mis brazos.
DUQUE
Es Federico discreto242.
MARQUÉS
Días ha, gallarda Aurora243,890
que los deseos de veros
nacieron de vuestra fama,
y a mi fortuna le debo
que tan cerca me pusiese
de vos, aunque no sin miedo,895
para que sepáis de mí
que, puesto que se cumplieron244,
son mayores de serviros
cuando tan hermosa os veo.
AURORA
Yo, señor Marqués, estimo900
ese favor como vuestro,
porque ya de vuestro nombre,
que por las armas eterno
será en Italia, tenía
noticia por tantos hechos.905
Lo de galán ignoraba245,
y fue ignorancia, os confieso,
porque soldado y galán
es fuerza246, y más en sujeto
de tal sangre y tal valor.910
MARQUÉS
Pues haciendo fundamento
dese favor, desde hoy
me nombro vuestro y prometo
mantener en estas fiestas
a todos los caballeros915
de Ferrara247, que ninguno
tiene tan hermoso dueño248.
DUQUE
Que descanséis es razón,
que pienso que entreteneros
es hacer la necedad920
que otros casados dijeron.
No diga el largo camino
que he sido dos veces necio249,
y Amor que no estimo el bien,
pues no le agradezco el tiempo250.925
 

(Todos se entran con grandes cumplimientos y quedan FEDERICO y BATÍN.)

 
FEDERICO
¡Qué necia imaginación!
BATÍN
¿Cómo necia? ¿Qué tenemos?
FEDERICO
Bien dicen que nuestra vida
es sueño, y que toda es sueño,
pues que no sólo dormidos,930
pero aun estando despiertos,
cosas imagina un hombre
que al más abrasado enfermo
con frenesí no pudieran
llegar a su entendimiento251.935
BATÍN
Dices bien, que alguna vez
entre muchos caballeros
suelo estar, y sin querer
se me viene al pensamiento
dar un bofetón a uno940
u mordelle del pescuezo252.
Si estoy en algún balcón,
estoy pensando y temiendo
echarme dél253 y matarme.
Si estoy en la iglesia oyendo945
algún sermón, imagino
que le digo que está impreso254.
Dame gana de reír
si voy en algún entierro,
y si dos están jugando,950
que les tiro el candelero255.
Si cantan, quiero cantar,
y si alguna dama veo,
en mi necia fantasía
asirla del moño intento,955
y me salen mil colores256
como si lo hubiera hecho.
FEDERICO
(¡Jesús! ¡Dios me valga! ¡Afuera,
desatinados conceptos
de sueños despiertos! Yo960
¿tal imagino, tal pienso,
tal me prometo, tal digo,
tal fabrico, tal emprendo?
¡No más, estraña257 locura!)
BATÍN
¿Pues tú para mí secreto?965
FEDERICO
Batín, no es cosa que hice,
y así nada te reservo,
que las imaginaciones
son espíritus sin cuerpo;
lo que no es, ni ha de ser,970
no es esconderte mi pecho258.
BATÍN
Y si te lo digo yo...
¿negarásmelo?
FEDERICO
Primero
que puedas adivinarlo,
habrá flores en el cielo975
y en este jardín estrellas.
BATÍN
Pues mira cómo lo acierto:
que te agrada tu madrastra
y estás entre ti diciendo...
FEDERICO
¡No lo digas! Es verdad...980
pero yo ¿qué culpa tengo,
pues el pensamiento es libre?
BATÍN
Y tanto, que por su vuelo
la inmortalidad del alma
se mira como en espejo259.985
FEDERICO
Dichoso es el Duque.
BATÍN
Y mucho.
FEDERICO
Con ser imposible, llego
a estar envidioso dél260.
BATÍN
Bien puedes, con presupuesto
de que era mejor Casandra990
para ti261.
FEDERICO
Con eso puedo
morir de imposible amor
y tener posibles celos.

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