vacaciones

Uno de los puntos del retópata de este año es el de leer un libro en el que los protagonistas estén de vacaciones. Teniendo en cuenta que ahora mismo muchos están de vacaciones o a punto de empezarlas, la idea de hacer una recopilación de libros cuyos protagonistas estén de vacaciones parecía más atractiva que nunca. Así, hemos hecho un brainstorming en la redacción de Librópatas y hemos encontrado unos cuantos títulos. Hemos intentado encontrar títulos e historias de los más variados géneros y tipos de libros posibles, pero os invitamos a dejar vuestras sugerencias en los comentarios.

1. La gaviota, de Anton Chéjov

Una casa señorial en el campo es el escenario en el que acaban varios personajes para pasar una temporada en verano mientras un escritor famoso, amante de la hermana del dueño de la casa, escribe su próxima gran obra. Se establecen así varias complejas relaciones amorosas entre los personajes y, teniendo en cuenta que sabemos que estamos ante una obra de Chejov, sabemos que todo acabará de un modo bastante desolador.

2. Primera memoria, de Ana María Matute

Es uno de los grandes clásicos de la literatura española del siglo XX. Dos niños están en casa de su abuela, en una isla, para pasar las vacaciones de verano, cuando estalla la guerra y se quedan atrapados en ella, en medio de las tensiones del momento. Fascinante historia que es una de las novelas clave sobre la Guerra Civil.

3. Crucero de verano, de Truman Capote

Una novela breve de Capote, que había quedado olvidada hasta que la recuperaron hace unos años. Es una historia de pérdida de la inocencia y conflicto social: una jovencita de buena familia se queda sola en casa de sus padres en Nueva York y empieza una aventura amorosa con un joven obrero. Y ya sabemos que nada va a acabar bien…

4. Abril encantado, de Elizabeth von Arnim

Si hubiese un género que fuese ‘escritoras inglesas que usaban zapatos de punta redondeada’ Elizabeth von Arnim entraría en él directamente: escritoras de principios del siglo XX que escriben historias ‘encantadoras’ (pero no hay que confiarse, lo que hay por debajo puede ser muchas veces corrosivo). En esta novela, dos mujeres que no se conocen y están hartas de su vida en Inglaterra deciden alquilar un castillo en Italia para pasar unas semanas de vacaciones. Tendrán que buscar a dos mujeres más que les ayuden a pagar el alquiler.

5. El placer del viajero, de Ian McEwan

Saltamos ahora a los autores que hay que leer contemporáneos. Dos amantes que llevan juntos desde hace años se van de vacaciones a Venecia, donde conocerán a un matrimonio con el que empezarán una complicada relación. McEwan podría hacer doblete en esta lista. Chesil Beach también podría ocurre principalmente en unas vacaciones: una pareja de recién casados se va de luna de miel en 1962, lo que no será nada agradable…Chesil Beach es además perfecta para quienes buscan una novela breve.

6. La viuda embarazada, de Martin Amis

Seguimos la lista con otro autor de las letras británicas que hay que leer. Amis sigue a Keith Nearing, veinteañero y universitario que tiene por delante lo que cree que será el mejor verano de su vida. Estamos en los 70 y Nearing, con sus amigos y su novia Lily, se van a pasar unas semanas a un castillo en Italia.

7. La Biblia en España, de George Borrow

Un clásico de la literatura de viajes. No es ficción, ya que narra el viaje del propio Borrow por España a principios del siglo XIX repartiendo biblias protestantes, pero está escrito de un modo que se puede leer como una novela. Es una lectura curiosa (y sí, hay que ser consciente de que el autor no es un observador imparcial y que no ha logrado ser capaz de olvidar sus prejuicios). El texto completo es muy amplio y está editado en bolsillo por Alianza. También es fácil encontrar ediciones que se quedan solo con ciertos aspectos del viaje. Xerais, por ejemplo, acaba de publicar la sección destinada a Galicia como Viaxe por Galicia.

8. Una habitación con vistas, de E.M. Foster

Una de esas novelas que rápidamente se asocian a las películas de época: Lucy Honeychurch es una joven británica que se va a Italia (suerte de Gran Tour durante la Belle Époque) y en Florencia se encuentra con que su vida de jovencita victoriana choca con el mundo que le rodea. Una bildungsroman en la que Lucy tiene que aprender a encontrar su lugar en el mundo.

9. El señor de las moscas, de William Golding

Quizás no la mejor lectura si se es un profesor que tiene que acompañar a sus alumnos en excursiones escolares… Un avión se estrella en una isla no habitada y los únicos supervivientes son los escolares británicos que viajaban en el avión (vale, no se iban exactamente de excursión, sino más bien los estaban evacuando, pero lo daremos por válido…). Se crea así un mundo sin adultos, en el que los niños tendrán que imponer las normas y en el que, a medida que pasa el tiempo, se van entregando al salvajismo.

10. Muerte en Venecia, de Thomas Mann

Un clásico de comienzos del siglo XX: Gustav von Aschenbach, un escritor al que se le ha acabado la inspiración, llega a Venecia buscando encontrar una nueva fuente de inspiración y se instala en un hotel de veraneo de lujo. Allí conocerá a Tadzio, un adolescente, por el que el escritor se obsesiona. La novela es una de las que entran dentro de la lista de novelas escandalosas del siglo XX, en la que algunos han querido ver un eco de los trapos sucios de la propia familia  Mann.

11. Buenos días, tristeza, de Françoise Sagan

En la lista de novelas escandalosas también está Buenos días, tristeza, la breve novela que convirtió a Françoise Sagan en una de las autoras de moda de la literatura francesa de los años 50. Cécile, una adolescente manipuladora y con una ética bastante cuestionable, se va a pasar las vacaciones de verano a la villa en la Costa Azul de su padre. El verano pasa de forma superficial hasta que una mujer entra en la ecuación, una vieja amiga del padre, y las cosas se complican.

12. Las dos caras de enero, de Patricia Highsmith

Highsmith es una de las autoras favoritas de los lectores de las novelas de misterio que juegan con los psicológico. En esta historia, que fue llevada al cine no hace mucho, Highsmith juega con las ramificaciones de un encuentro inesperado. Un joven estadounidense Rydal Keener conoce en unas vacaciones en Europa a un matrimonio también estadounidense que está de luna de miel. Siendo un libro de esta autora, ya se puede adivinar que este encuentro no traerá nada positivo. El matrimonio comete un asesinato y Keener se queda atrapado en medio.

13. Asesinato en el Orient Express, de Agatha Christie 

Si eres un detective de una novela de Agatha Christie, no deberías irte jamás de vacaciones. Tu trabajo te esperará allá donde vayas. Hércules Poirot está en Estambul cuando recibe un telegrama pidiéndole que vuelva a Inglaterra. Lo tenemos así en el lujoso Orient Express, el tren de las vacaciones de los ricos y estilosos, cuando se produce un asesinato. Christie podría aportar muchas más entradas a esta lista de novelas: solo hay que echar un vistazo en GoodReads para verlo.

14. El último septiembre, de Elizabeth Bowen

Irlanda está en plena guerra de independencia, pero los visitantes que están pasando las últimas semanas de vacaciones en la casa de Sir Richard y Lady Naylor parecen completamente ajenos a ello. Cuando se abre la novela están más preocupados por sus tennis parties y los bailes que por la guerra de guerrillas que sacude al país. El ejército británico es aquí un proveedor de maridos y no otra cosa. Pero no hay que quedarse con lo que ocurre cuando se abre la novela, porque ya se sabe que Bowen nos va a dar mucho más que eso. Una novela atmosférica sobre “aquellos días” en los que “las chicas llevaban faldas blancas almidonadas y blusas transparentes adornadas con flores también blancas” y que ya no volverán.

15. Una dama nunca miente, de Juliana Gray

En el género de romántica es muy fácil encontrar ejemplos de novelas cuyos protagonistas están de vacaciones. Nos hemos quedado con una autora no muy popular, Juliana Gray. En Una dama nunca miente empieza una trilogía sobre unos ingleses que se van a pasar unas semanas ¡¡a un castillo en Italia!! (leyendo esta lista se empieza una a preguntar cuántos castillos habrá en Italia…) Finn, el ilegítimo hijo de un duque que ha encontrado su lugar en el mundo como inventor, convence a sus dos mejores amigos (y sobrinos) de que se retiren un año a un castillo en Italia para centrarse en el estudio. Será un año sin mujeres y sin distracciones, pero cuando llegan al castillo se encuentran con que ha sido alquilado también a tres mujeres, una de las cuales, Lady Alexandra, está decidida a robar el secreto del motor que desarrolla Finn para salvar una de sus inversiones.

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