Crece interés de mujeres por la carpintería

El taller se ubica en el Centro de Desarrollo Comunitario de la Región 237.

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Más mujeres se inscriben en los cursos. (Karim Moisés/SIPSE)
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Rubi Velázquez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El sexo femenino toma terreno en actividades que en décadas pasadas eran propias del sexo masculino o también llamado “sexo fuerte”, de modo que en la actualidad cada vez son más las mujeres que deciden capacitarse y profesionalizarse en el oficio de carpintería.

Este es el caso del Centro de Desarrollo Comunitario (CDC), de la Región 237, donde 70% de los alumnos del curso de carpintería son mujeres, y esta historia se ha repetido durante los últimos 10 años, ya que cada taller ha contado con por lo menos, 60% de mujeres inscritas, dijo Dolores López, titular de Carpintería Básica.

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Aquí cada quien trabaja en lo que necesita, es decir no se les pide hacer el mismo mueble todos, sino que de acuerdo a sus necesidades o las de su hogar se diseña, se ensambla y se crea algún mueble”.

Ninguno de los integrantes actuales lo hace como negocio, ya que afirmaron utilizar el poco tiempo que tienen disponible en cosas productivas como la creación de comedores, sillas, salas, alacenas y todo aquello que requiera su familia. 

“Todas y todos somos muy efectivos en carpintería, esto es trabajo de equipo y no es que nosotros podamos más o menos, simplemente hacemos lo que nos gusta y apoyamos a nuestros hogares con muebles de buena calidad, al costo y a nuestro gusto”, comentaron Luz y Araceli, mientras cortaban y lijaban madera.

En el caso de la primera de ellas, el taller es algo que la llena y emociona, por ello regresa cada vez que puede y cursa un nuevo módulo, además de que crea nuevos muebles para su familia.

En esta ocasión trabaja en un juego de recámara, que incluye cabecera, tocador y buroes, todo esto le ha tomado cerca de dos meses y actualmente se encuentra en el proceso de acabados.

Por su parte Marielena trabaja en la creación de la cocina integral de sus sueños, proyecto que le ha tomado dos meses y que le ha costado alrededor de dos mil pesos en material.

Las clases se llevan a cabo de lunes a viernes, de las 8 a las 11 horas, en las instalaciones del Sistema Desarrollo Integral de la Familia DIF, ubicado a un costado del domo y tiene un costo de 350 pesos, pago único por todo el curso.

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