El Fondo Monetario Internacional (FMI) admite sin ambages que no sabe todavía cuál será el alcance de esta crisis, pero Kristalina Georgieva, su directora gerente, se atreve ya a vaticinar que esta será la peor recesión desde la Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado.
“Todavía afrontamos con una incertidumbre extraordinaria la profundidad y duración de esta crisis, pero está claro que es una crisis como ninguna otra”, asegura Georgieva en su discurso Combatiendo la crisis: Prioridades para la economía global, recién difundido.
Cambio radical
Hace solo tres meses, el FMI preveía que 160 países tendrían crecimiento este año
La directora del FMI recuerda cómo han cambiado las cosas en muy poco tiempo, ya que hace tres meses preveía que más de 160 países vieran crecer sus economías en el conjunto del 2020 y ahora, en cambio, la perspectiva es que 170 países la vean caer este año. El escenario base del FMI es que, si se consigue contener la pandemia del coronavirus, se produzca una recuperación parcial en el 2021. Eso sí, esta previsión, recuerda Georgieva, es “incierta”.
Un pasajero del metro de Nueva York
Ahora, una de las principales preocupaciones del Fondo es el impacto de la crisis en los emergentes de donde –según dice– han volado ya unos 100.000 millones de dólares desde el comienzo de las hostilidades. Esta salida de fondos hacia el primer mundo triplica el importe registrado en la crisis financiera iniciada en el 2008. Aunque Georgieva no abunda en detalles, este factor es un gran elemento desestabilizador de sus economías.
Esfuerzo brutal
La respuesta global ha alcanzado los 8 billones de dólares de impulso fiscal contra la crisis
La directora recuerda también que la respuesta fiscal de los países alrededor del mundo ha alcanzado los 8 billones de dólares para luchar contra esta recesión, un esfuerzo al que hay que añadir las distintas medidas masivas de política monetaria emprendidas por los miembros del G-20 y otros. Esta respuesta tampoco tiene precedentes y, pese a todo, no podrá evitar la peor de las catástrofes económicas en casi un siglo.
Para terminar, Georgieva insiste en lo que hay que hacer a partir de ahora. Según su opinión, las medidas deben incluir facilitar liquidez a las familias y empresas para superar las situaciones de insolvencia. También recomienda seguir apoyando los sistemas sanitarios con todos los recursos económicos y humanos posibles, monitorizar a la banca para evitar su caída y hacer planes para la recuperación de la economía, en cuanto sea posible.