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El Plan Nacional de Desarrollo y la Agenda 2030 de la ONU

Representa un avance sobre Objetivos de Desarrollo del Milenio, ya que son de más amplio alcance.

José Antonio Ocampo
Ahora que el presidente Duque se dirige a su primera Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como jefe de Estado, es oportuno recordar la importancia de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) consagrados en la Agenda 2030, la más ambiciosa iniciativa de este tipo en la historia de la organización. Es fundamental, en particular, que los ODS figuren en el centro del Plan Nacional de Desarrollo de la nueva administración.

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La Agenda 2030 fue el fruto de dos años de discusiones en el seno de la organización, con amplísima participación de analistas y organismos de la sociedad civil internacional. Representa un avance sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio, ya que son de más amplio alcance y de carácter universal. Han sido aceptados por todos los organismos internacionales, en el marco de la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible.
Incluyen objetivos ambiciosos en materia social: poner fin a la pobreza en todas sus formas y al hambre, reducir la desigualdad, lograr la igualdad de género y mejorar el acceso a la salud, la educación y el agua potable. Incorporan también propósitos económicos: empleo digno y productivo, fomento de la innovación y la industrialización, y acceso a infraestructuras de calidad y a energía moderna.
La Agenda también adopta lineamientos claros en lo relativo a sostenibilidad ambiental relacionados con la lucha contra el cambio climático, ciudades sostenibles, el buen uso de los océanos y los ecosistemas terrestres y una producción y consumo sostenibles. No menos importante para nuestro país, acoge el objetivo de promover sociedades pacíficas e incluyentes, facilitar el acceso a la justicia y promover instituciones participativas.
Nuestro país fue líder en el debate sobre los ODS y ha sido pionero en utilizar el mecanismo que se creó para darles seguimiento: las revisiones nacionales voluntarias ante el Consejo Económico y Social, mecanismo de “revisión de pares” que adoptó la ONU en 2005. Además, el pasado marzo, la administración Santos aprobó el documento Conpes 3918 sobre ‘Estrategia para la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en Colombia’, con metas específicas para 2030.
El Plan Nacional de Desarrollo debe incorporar firmemente los ODS, con metas concretas en los distintos ámbitos que cubre el concepto de ‘desarrollo sostenible’ en la Agenda de la ONU, sus dimensiones sociales, económicas, ambientales e institucionales. Obviamente, el plan deberá señalar las prioridades específicas que la administración Duque determine en cada campo para su período de gobierno.
Entre los múltiples objetivos quiero resaltar, en particular, el ODS10, sobre reducción de la desigualdad, dado el vergonzoso lugar que ocupamos como una de las sociedades más desiguales del mundo. Esto implica tener un sistema de gasto público más redistributivo, un sistema tributario más progresivo y adoptar políticas para garantizar el acceso de la población más pobre a los servicios sociales básicos, centrados en aquellos en los cuales estamos particularmente rezagados (como el pensional).
Incluye, asimismo, reducir las desigualdades regionales del país e incorporar los ODS en las agendas regionales y locales, como lo señaló hace unas semanas el rector de la Universidad Javeriana de Cali, el padre Gómez Restrepo. El acompañamiento al desarrollo territorial que se haga desde el DNP deberá, igualmente, tener estos objetivos como marco. Por último, la sociedad civil debe incorporarse al seguimiento de los ODS en los ámbitos nacional y territorial, como lo está haciendo la Fundación Corona con un grupo importante de ciudades.
JOSÉ ANTONIO OCAMPO
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