No paran de registrarse todo tipo de impactos globales generados por la epidemia del coronavirus,o Conid-19 como fue oficialmente bautizado. La gigante tecnológica Apple anunció ayer que la situación sanitaria en China restringirá la producción mundial de los celulares iPhone.

Si bien ninguna de las fábricas de la empresa estadounidense están en la provincia de Hubei, centro de la epidemia, las medidas de control tomadas para todo el país asiático han afectado severamente sus cadenas de producción.

Los datos de la expansión del coronavirus siguen creciendo: el número de muertos alcanzó la cifra de 1.775, mientras que los casos confirmados suman hasta ayer 71.902. Incluso, ya se confirmó la existencia del primer colombiano con la infección: un miembro de la tripulación en un crucero que se encuentra atracado en Yokohama (Japón).

La economía china, la segunda más importante del mundo después de Estados Unidos, está prácticamente en cuarentena. Los impactos crecientes ya no solo se limitan a lo económico, sino también están presentándose a nivel político.

Si la crisis sanitaria del virus de Wuhan continúa por mucho más tiempo, los efectos en la economía mundial también aumentarán. La disrupción en las cadenas de suministro, manufactura y producción ya tiene consecuencias en el mercado de los productos electrónicos, los automóviles y también el turismo.

De acuerdo a la Organización Mundial del Comercio (OMC), el volumen del comercio mundial de mercancías cayó en 0,2 por ciento en el tercer trimestre de 2019 y se agravará por el coronavirus.

El Banco Central de China ya redujo las tasas de interés para estimular la economía ante el bajón generado por la epidemia, mientras las críticas al presidente Xi Jinping por el manejo de la crisis aumentan y las restricciones a las libertades se recrudecen. Sigue sin verse en el horizonte el fin de este choque global.