El año 2021 ha sido convulso, pero sabemos cómo acabar con la pandemia y promover la salud para todos en 2022

Por el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud

30 de diciembre de 2021

Ahora que 2021 llega a su fin, es un buen momento para mirar atrás y hacia el futuro. 

Este ha sido otro año difícil, pero también hay muchos motivos de satisfacción.

Aunque ningún país está fuera de peligro por la pandemia, tenemos muchas herramientas nuevas para prevenir y tratar la COVID-19.

Se han administrado más de 8500 millones de dosis de vacunas en todo el mundo, que han salvado millones de vidas. 

Se han desarrollado nuevos tratamientos, que deberían aumentar drásticamente el acceso y reducir la mortalidad. 

Sin embargo, el nacionalismo cerril y el acaparamiento de vacunas por parte de algunos países han socavado la equidad y han creado las condiciones ideales para la aparición de la variante ómicron. 

Y cuanto más tiempo continúe la desigualdad, mayor será el riesgo de que este virus evolucione de formas que no podemos prevenir ni predecir. 

Si acabamos con la desigualdad, acabamos con la pandemia. 

A través del Acelerador ACT, que incluye a COVAX, la OMS y nuestros asociados están ayudando a que las vacunas, las pruebas y los tratamientos sean accesibles para las personas que los necesitan en todo el mundo. 

Al entrar en el tercer año de esta pandemia, confío en que este será el año en que le pongamos fin, pero solo será posible si lo hacemos juntos. 

Aparte de las muertes y la enfermedad que ha provocado, la pandemia pone en peligro dos decenios de progresos en materia de salud. 

Millones de personas han dejado de acceder a las vacunas rutinarias, los servicios de planificación familiar, el tratamiento contra enfermedades transmisibles y no transmisibles, y mucho más. 

Sin embargo, se han producido avances y progresos. 

La OMS recomendó el uso generalizado de la primera vacuna mundial contra el paludismo, que si se introduce de forma generalizada y urgente podría salvar decenas de miles de vidas cada año.   

La erradicación de la poliomielitis nunca ha estado tan cerca, con solo cinco casos registrados en los dos países en los que la enfermedad sigue siendo endémica. 

Y el consumo de tabaco sigue disminuyendo. 

Entretanto, la OMS y sus asociados respondieron a crisis en todo el mundo, por ejemplo atajando nuevos brotes de enfermedad por el virus del Ébola y de Marburgo. 

Para ayudar a preparar al mundo frente a futuras epidemias y pandemias, establecimos el nuevo Sistema BioHub de la OMS para que los países compartan materiales biológicos novedosos. 

Y abrimos el Centro de Información de la OMS sobre Pandemias y Epidemias en Berlín con el fin de aprovechar las innovaciones en la ciencia de los datos para la vigilancia y la respuesta en materia de salud pública. 

La COVID-19 no es la única amenaza de salud a la que se enfrentará la población mundial el próximo año.

La OMS seguirá trabajando en todo el mundo para proteger y promover la salud de todos en todas partes. 

Un nuevo año trae consigo nuevos propósitos. Estos son mis propósitos para el mundo.

En primer lugar, debemos acabar con la pandemia. 

Para ello, necesitamos que todos los países trabajen juntos para alcanzar la meta mundial de vacunar al 70% de las personas de todos los países para mediados de 2022. 

Necesitamos que los gobiernos continúen aplicando medidas sociales y de salud pública adaptadas, como la realización de pruebas y la secuenciación y la notificación de variantes por parte de todos los países sin temor a medidas punitivas.

Y todos nosotros tenemos que poner de nuestra parte utilizando mascarillas, manteniendo el distanciamiento físico, evitando los lugares concurridos y reuniéndonos al aire libre cuando sea posible o en un espacio interior bien ventilado. 

En segundo lugar, tenemos que construir un marco mundial más sólido para la seguridad sanitaria mundial. 

En 2022, los países empezarán a negociar un acuerdo mundial sobre pandemias para reforzar la gobernanza, la financiación y los sistemas y herramientas que el mundo necesita para prevenir, prepararse, detectar y responder rápidamente a las epidemias y pandemias. 

Y, en tercer lugar, todos los países deben invertir en el fortalecimiento de la atención primaria de salud como base de la cobertura sanitaria universal.

La COVID-19 ha demostrado que, cuando la salud está en riesgo, todo está en riesgo. 

Por eso, la OMS seguirá trabajando para promover la salud, preservar la seguridad del mundo y servir a los vulnerables.  

Deseo a todas las personas de todo el mundo un 2022 muy feliz, seguro y saludable.

Autores

Dr Tedros Adhanom Ghebreyesus

Director General
OMS