El proyectil se clava en el nido y libera, de modo progresivo, una sustancia que mata las avispas
17 sep 2018 . Actualizado a las 08:15 h.El ferrolano Luis Filgueira, que ha sido bombero y ha realizado trabajos subacuáticos, se interesó hace algún tiempo por los drones y decidió obtener el título de piloto. Su curiosidad por el medio ambiente y la apicultura le llevó a asistir a unas jornadas sobre la Vespa velutina nigrithorax en la Casa do Mel de Goente. «E aí empezou todo, a idea e os primeiros esbozos a man alzada», cuenta Óscar González, ingeniero industrial pontés, que desarrolló más tarde los modelos en 3D, hasta conseguir un dispositivo «funcional, pero tamén seguro» para combatir la expansión de la avispa asiática.
Aquel fue el germen de la empresa WTMode Solutions S. L., creada por Luis, Óscar, Miguel González (profesional del sector audiovisual) y David Troca (arquitecto técnico) en agosto de 2016, «para poñer en marcha unha infraestrutura que permitira levar a cabo o proxecto, que o avalara a nivel económico e técnico». Pero, ¿en qué consiste esta iniciativa? «Trátase de ofrecer unha ferramenta auxiliar que complemente os métodos de extinción de pragas en xeral, e concretamente da velutina. É un dispositivo de lanzamento de vectores [proxectís], que vai colgado dun dron, e dentro pódeselle meter a sustancia máis axeitada segundo a praga», explica Óscar.
En el caso de la avispa asiática, se emplearía «un proxectil tipo misil [en otros, como el del gorgojo que ataca al eucalipto, se optaría por un sistema de granizado de partículas], que perforaría o niño [no lo rompería, puesto que de hacerlo los insectos se dispersarían], cravaríase a punta para ir liberando a sustancia [insecticida] progresivamente, matando así as vespas», explican. El prototipo que presentaron el viernes en las jornadas técnicas promovidas por el Concello de San Sadurniño, con apoyo de la Casa do Mel de Goente, está pensado para la destrucción de colonias situadas a una altura inalcanzable empleando una pértiga o incluso la escalera de un camión de bomberos, o en lugares de difícil acceso. «En principio, funcionaría en calquera sitio, agás nunha zona moi frondosa, que non deixara chegar ao niño», indican. Han ideado tres modelos, de tallas diferentes, «un duns 15 centímetros de longo e outros máis pequenos». El dardo que se utilice dependerá «do disparo necesario, en función da distancia á que se atope o niño». En cuanto a la sustancia empleada, «haberá que comprobar cal é a de maior efectividade, dentro das permitidas, conseguindo unha concentración alta, para non ter que utilizar un proxectil xigante», apuntan. Los artífices de este dispositivo, fabricado con piezas obtenidas de una impresora 3D, buscaban «unha solución o máis beneficiosa para o medio ambiente, que complemente as técnicas que xa existen para controlar a praga da velutina, unha ameaza terrible para as abellas».
En la demostración de San Sadurniño usaron una sustancia inocua de una densidad similar a los productos que podrían eliminar las avispas y lanzaron el dardo desde el dron contra un nido. Pero su idea no es prestar este servicio, sino comercializar el dispositivo, «aínda que ao mellor chegamos a un acordo con algunha entidade, e como algúns socios teñen carné de manipulador de produtos fitosanitarios e titulación de piloto de dron, non sería un problema», señala Óscar.
Unos tres kilos y precio sin fijar
El dispositivo, ya cargado con el proyectil, pesa unos tres kilos, por lo que se requiere un dron especial (el coste supera los 4.000 euros), con capacidad para sostenerlo en el aire. El precio de mercado aún no lo han fijado y variará en función del poder de carga. En el proyecto de esta firma, establecida en el centro municipal de empresas de San Sadurniño, ha colaborado la compañía de drones Aeromedia y la Casa do Mel de Goente.