El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció este martes que defender la democracia ante la invasión rusa de Ucrania va a suponer costos para los estadounidenses, en referencia al notable aumento del precio del combustible registrado en los últimos días

Y es que el precio promedio de la gasolina alcanzó la cifra récord de 4.17 dólares el galón (cuatro litros) en Estados Unidos.

El precio subió diez centavos de dólares en un día y 55 centavos desde la semana pasada, según la Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA). El precio más alto jamás registrado hasta ahora en Estados Unidos era de 4.10 dólares el galón, alcanzado el 17 de julio de 2008.

La creciente demanda y una reducción en el suministro como consecuencia de la invasión de Ucrania por parte de Rusia contribuyen a la subida de precios, lo mismo que el incremento de los precios del petróleo.

El precio de referencia del crudo de Estados Unidos subió un 8% este martes, hasta más de 129 dólares el barril.

“Defender la democracia va a implicar costos, y nos va a suponer costos a nosotros también”, sostuvo Biden en un discurso desde La Casa Blanca, en el que anunció la prohibición de las importaciones de petróleo y gas natural procedentes de Rusia.

Los estadounidenses importan 100,000 barriles de petróleo ruso diarios, según Rystad Energy. El año pasado, el 8% de las importaciones estadounidenses de petróleo y sus derivados provinieron de Rusia.

Cualquier reducción de las importaciones de petróleo ruso hará subir más todavía los precios del petróleo y la gasolina.

Analistas creen que los precios del crudo podrían llegar a 160 dólares, e incluso 200 dólares, el barril si Occidente deja de importar combustibles de Rusia.

El embargo sobre la importación estadounidense de petróleo y gas rusos, dijo Biden, servirán para aumentar las sanciones impuestas a Rusia y “asestar otro duro golpe” al presidente Vladimir Putin.

La decisión se tomó “en estrecha coordinación” con los aliados de Estados Unidos, precisó el mandatario. “No contribuiremos a subvencionar la guerra de Putin”.

Por el momento, Europa se niega a decretar un embargo sobre estas importaciones rusas, que cubren el 40% de sus necesidades de gas natural y el 30% de petróleo.

“Podemos tomar esta decisión, mientras que otros no pueden”, explicó Biden al recordar que Estados Unidos es un exportador neto de energía, es decir que produce más petróleo y gas del que consume, recordó Joe Biden. “Pero trabajamos estrechamente con Europa y nuestros socios para poner en marcha una estrategia a largo plazo para reducir su dependencia de la energía rusa”.

En el mismo sentido se pronunció este marte el gobierno de Reino Unido, quien informó que dejará de importar petróleo y derivados petrolíferos rusos a fines de 2022.

“Esta transición dará al mercado, a las empresas y a las cadenas de suministro tiempo más que suficiente para sustituir las importaciones rusas, que representan el 8% de la demanda del Reino Unido”, tuiteó el ministro de Empresas y Energía, Kwasi Kwarteng.

La decisión británica no concierne al gas natural ruso, que representa un 4% del consumo en el Reino Unido. Pese a todo, Kwarteng afirmó estar “explorando opciones para terminar” también con esas compras.

Esta decisión amenaza con agravar la crisis del costo de la vida en el Reino Unido, donde los precios de la gasolina y el gasóleo ya se han disparado por la agitación de los mercados tras la invasión rusa a Ucrania.

Pero Kwarteng aseguró que la mayor parte de las importaciones británicas de crudo proceden de “socios fiables” como Estados Unidos, Países Bajos y los países del Golfo Pérsico. “Trabajaremos con ellos este año para asegurar más suministros”, afirmó.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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