Economistas denuncian que los ricos tienen oculto en paraísos fiscales más del doble de dinero que todo el circulante mundial junto

02-06-2022
Economía y empleos
Independet Commission for the Reform of International Corporate Taxation, ICRICT
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Destacados economistas y activistas de todo el mundo reclaman a los dirigentes del G7 que se comprometan con un registro mundial de activos para llevar la ley y la transparencia a los billones en riqueza y activos que se mantienen ocultos en paraísos fiscales.

La propuesta de un registro mundial de activos ha cobrado impulso rápidamente después de que el primer ministro italiano, Mario Draghi, solicitara en marzo un registro público internacional de activos para personas con activos superiores a 10 millones de euros.

Los comisionados de la Comisión Independiente para la Reforma de la Tributación Corporativa Internacional (ICRICT), incluidos los economistas Gabriel Zucman, Joseph Stiglitz y Thomas Piketty, y la jueza investigadora francesa Eva Joly, pidieron al G20 en una carta abierta remitida el pasado mes de abril que estableciera un registro mundial de activos.

El fomento del secreto financiero por parte del G7 también está amplificando los llamamientos para trasladar la elaboración de normas sobre impuestos y finanzas globales de las manos de unos pocos países ricos a la ONU mediante el establecimiento de una convención fiscal de Naciones Unidas.

Alex Cobham, director ejecutivo de Tax Justice Network, afirmó recientemente que «hay más riqueza escondida en paraísos fiscales que dólares estadounidenses y euros cambiando de manos hoy en día, más del doble para ser específicos. Esa riqueza sin ley es una amenaza para nuestras democracias, nuestras economías y nuestra seguridad. Los gobiernos deben establecer y vincular registros nacionales de activos para llevar la ley y la transparencia a los billones ocultos en el extranjero y poner fin a la era de la riqueza del salvaje oeste. El Índice de Secreto Financiero 2022 confirma que las reformas de transparencia están funcionando, a pesar del sabotaje de la mayoría de los países del G7. A nivel mundial, estamos comenzando a frenar el secreto financiero utilizado por los oligarcas rusos y también por los evasores de impuestos, los políticos corruptos y el crimen organizado en todo el mundo para ocultar y lavar riquezas mal habidas. Pero Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Italia y Japón redujeron ese progreso global en más de la mitad, alimentando el secreto financiero en lugar de combatirlo. El G7 debe dejar en claro cuál es su posición en la lucha contra el secreto financiero comprometiéndose con un registro global de activos».

Por su parte, Moran Harari, investigador principal y director interino de secreto financiero y gobernanza en Tax Justice Network señaló que «una vez más, se descubre que un pequeño club de países ricos que establecen reglas globales sobre finanzas e impuestos son los principales responsables de facilitar el secreto financiero y los abusos fiscales. Durante décadas, los países ricos del G7 cortejaron a multimillonarios, oligarcas y gigantes corporativos con lagunas de secreto y regulaciones de ojos cerrados que facilitaron el robo de miles de millones de las arcas públicas de los países más pobres. Y ahora esas mismas regulaciones hacen que sea casi imposible que los propios países del G7 rastreen los miles de millones que los oligarcas rusos sancionados tienen en el extranjero. Debemos trasladar la elaboración de normas sobre finanzas e impuestos globales a la ONU. Solo una convención fiscal de la ONU puede garantizar que nuestras normas fiscales y financieras globales sean genuinamente democráticas y se basen en los derechos humanos».

«La idea de un registro mundial de activos puede sonar revolucionaria, pero no lo es. El punto de partida es que muchos países han tenido registros inmobiliarios y de propiedad durante siglos. Cuando se introdujeron, la mayor parte de la riqueza eran bienes raíces y tierras. Entonces, estos registros registraban la propiedad de casi todas las riquezas. Lo que ha sucedido desde entonces es que la riqueza financiera juega un papel mucho más importante: hoy, más de la mitad de la riqueza de los hogares es financiera. El problema es que estos registros no han tenido en cuenta estos cambios. La idea de un registro global de activos es modernizar las herramientas existentes que ya tenemos, identificar mejor a los beneficiarios finales de los activos y extender los registros existentes a los activos financieros para volver a la intención original», ha declarado Gabriel Zucman, director del Observatorio Fiscal de la UE.

Por otro lado, José Antonio Ocampo, presidente de la Comisión Independiente para la Reforma de la Tributación Internacional de Empresas (ICRICT) y exsecretario general adjunto de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, ha denunciado que «la pandemia ha tenido un enorme impacto económico y social, pero los países en desarrollo son los que más han sufrido. En América Latina, por ejemplo, una nueva investigación muestra que los ingresos fiscales han disminuido tanto en términos nominales como en porcentaje del PIB. Con el aumento de los precios de la energía y los alimentos, la guerra en Ucrania empeorará aún más la situación. Los países en desarrollo deben tener más medios para financiar las políticas sociales. El informe Financial Secrecy Index 2022 nos recuerda cuánto impiden los paraísos fiscales la tributación del patrimonio y la generación de recursos en un momento crucial».

En este mismo sentido se ha manifestado Magdalena Sepúlveda, Directora Ejecutiva de la Iniciativa Global por los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, cuando afirmó que «después de dos años de una pandemia que aún no ha llegado a su fin, no se trata de volver a la “normalidad” que tanta desigualdad y pobreza ha producido. Ahora es urgente construir economías más sostenibles, más inclusivas y más verdes, economías que apoyen a las mujeres y prioricen las inversiones en cuidados. Estos esfuerzos tienen un costo. Los estados, que han gastado tanto en respuesta a la pandemia, no solo deben recuperar sus recursos sino aumentarlos para financiar este cambio. Una de las vías clave es considerar la tributación justa de la riqueza y los ingresos del capital y atacar la elusión fiscal por parte de las multinacionales y los más ricos, que nunca han sido más ricos».